La Fama Montañesa, patrimonio histórico desde 1986

Riesgo de convertir antigua fábrica en centro comercial

Vecinos de Tlalpan intentan transformarla en espacio cultural comunitario, como el Faro de Oriente

RENATO RAVELO

La otrora empresa textil más antigua de México, que funcionó durante la primera revolución industrial en 1831, podría convertirse en centro cultural comunitario, como el Faro de Oriente. La iniciativa es de un grupo de vecinos, quienes consideran que el uso actual del edificio -declarado patrimonio histórico en 1986- es poco apropiado, ya que sirve de bodega de un centro comercial y, según un cronista de Tlalpan, ''se rumora que en la vieja planta se repetirá el esquema de las plazas Loreto y Cuicuilco: un centro comercial múltiple y moderno".

Construida en una superficie de 3 mil 800 metros cuadrados, la fábrica de hilados y tejidos La Fama Montañesa dejó de funcionar a finales de la década de los 90 en el rumbo de Fuentes Brotantes, en la Delegación Tlalpan.

Para Juan Jaime Báez, del Colectivo Fuentes Brotantes, que el sábado y el domigo próximos organizará unas jornadas culturales, la recuperación de ese espacio público, ''al que no se le puede dar otro uso por tratarse de patrimonio histórico, reactivaría el sentido de pertenencia de quienes vivimos en esta zona".

La familia de Báez llegó allí desde su bisabuelo, y varias generaciones trabajaron en la empresa ubicada frente a la Plazuela de la Fama. La zona, a partir de los sismos de 1985, se convirtió en habitacional.

Hoy esa plazuela nada tiene que ver con las fotos mostradas por Báez, que serán parte de una exposición del fin de semana. Se trata de imágenes viejas de los equipos de futbol y beisbol de la fábrica, de la banda de música o de algunos obreros afuera de la pulquería Me siento fripo. De hecho en esa factoría surgieron algunos de los primeros movimientos sindicales reivindicatorios de las mujeres.

Dos tráilers descargan mercancía en lo que fue la capilla de La Fama Montañesa. El vigilante niega el acceso y, según Báez, el gerente del centro comercial que utiliza el sitio como bodega ha dicho ''que la fábrica pertenece a una familia adinerada de apellido González, que la renta a la Comercial Mexicana".

El Instituto Nacional de Antropología e Historia, por conducto de su oficina de prensa, manifestó que el uso del inmueble depende de los dueños o bien de las autoridades locales, pues toca a ellos que el inmueble, al margen de su uso no, se vea alterado en su condición de patrimonio histórico.

Con Peña Pobre, señala un estudio de Salvador Padilla Aguilar, "esa fábrica era fuente de la mayoría de empleos industriales de Tlalpan. La empresa mantuvo actividad hasta mediados de 1998, cuando entró en proceso de liquidación después de 167 años. En junio de 1998 sólo había 10 trabajadores para preparar la entrega a los nuevos dueños lo que acaeció en julio. Se rumora que en la vieja planta se repetirá el esquema de las plazas Loreto y Cuicuilco: un centro comercial múltiple y moderno".