La policía los desalojó con gas y agua de la explanada de
la presidencia municipal
Zafarrancho de panistas y priístas en Juárez
durante 90 minutos; 30 lesionados
Los blanquiazules, en plantón por la anulación de
la elección de alcalde, iniciaron la gresca
RUBEN VILLALPANDO Y MIROSLAVA BREACH CORRESPONSALES
Simpatizantes del PAN y del PRI que se manifestaban en
la explanada de la presidencia municipal de Ciudad Juárez, Chihuahua,
se enfrentaron hoy con saldo de 30 lesionados. Luego de 90 minutos de zipizapes,
agentes de la Policía Municipal desalojaron a ambos grupos mediante
el uso de gas lacrimógeno y chorros de agua.
Por los hechos fueron detenidos ocho priístas y
siete simpatizantes del PAN, entre éstos el ex alcalde Ramón
Galindo Noriega, quien fue acusado de agredir verbalmente a los policías.
Los 15 salieron libres una hora después sin pagar multas.
En
protesta por el desalojo, los panistas ocuparon el puente internacional
Paso del Norte. Allí exigieron que el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF) revoque la decisión del
Tribunal Estatal Electoral (TEE), que en menos de un año anuló
dos veces la elección de alcalde que en ambas ocasiones ganó
el panista Jesús Alfredo Delgado Muñoz.
El conflicto comenzó a las 9:40 horas, cuando un
grupo de priístas, encabezados por su dirigente municipal, Víctor
Valencia de los Santos, colocaron tiendas de campaña en la explanada
de la alcaldía, a sólo 20 metros de los panistas que protestaban
por la anulación de los comicios extraordinarios del pasado 12 de
mayo.
Molestos, el ex alcalde panista Ramón Galindo y
Rogelio Loya -candidato a regidor en la planilla de Delgado Muñoz-
quitaron las sillas que resguardaban la zona y corrieron a exigir a los
priístas que se retiraran.
Ahí principió la batalla campal en la que
los panistas tiraron una tienda de campaña y golpearon en la cabeza
con maderos, macanas y varillas a alrededor de 10 priístas.
Los policías antimotines se colocaron en medio
de los dos grupos, pero lo que lograban era separarlos a ratos porque volvían
a enfrentarse. Durante la riña uno de los grupos utilizó
bombas de humo.
Los priístas tardaron 20 minutos en organizarse
y en conseguir palos y piedras con los que fueron a golpear a quienes intentaban
derrumbar sus puestos.
El zafarrancho duró de las 9:50 hasta las 11:20
horas, cuando el jefe de la Policía Municipal ordenó arrojar
gases lacrimógenos a los panistas, justo cuando cantaban el Himno
Nacional y gritaban que no se moverían.
Lo mismo hicieron con la gente del PRI, que fue obligada
a agruparse en una calle lateral de la alcaldía y detenida la que
se mostraba más violenta.
Los agentes derribaron las tiendas de ambos grupos y colocaron
retenes en las entradas para evitar el reingreso de los manifestantes.
Durante este tiempo el personal municipal fue desalojado del palacio.
El presidente del concejo municipal, José Reyes
Ferriz, expresó que la presencia de grupos de choque entre los manifestantes
lo obligó a llamar a los antimotines y tomar la decisión
de desalojarlos para evitar que se desborde la violencia y se registren
hechos de sangre, además de resguardar la alcaldía y la seguridad
de los ciudadanos.
Pidió a los partidos "que vean este proceso electoral
como lo que es: un proceso ciudadanizado donde el gobierno municipal
no participa, no cuenta votos, no anula elecciones, no declara ganadores,
el gobierno municipal nada tiene que ver con las elecciones y si las partes
quieren hacer sus manifestaciones, que cada una escoja un parque donde
estarán mejor que aquí".
Se responsabilizan mutuamente
En la capital del estado, el dirigente estatal del PAN,
Cruz Pérez, acusó a su homólogo priísta Mario
Trevizo, al presidente del Tribunal Estatal Electoral, José Rodríguez
Anchondo, y al gobernador, Patricio Martínez, de propiciar la violencia
con la segunda anulación de la elección de alcalde en menos
de un año.
En un comunicado de prensa, dijo que golpeadores del PRI
llegaron a la explanada del edificio de la presidencia municipal en la
población fronteriza y atacaron a golpes a los militantes del blanquiazul
que realizaban un plantón desde el domingo pasado.
El priísta Mario Trevizo respondió que "la
intolerancia y la actitud fascista del PAN" provocan la violencia en la
frontera, ante la cerrazón al diálogo y la negativa a mantener
el cauce del conflicto poselectoral dentro del proceso jurídico
que se sigue en los tribunales.
Manifestó que el PAN le apuesta a la ingobernabilidad
del estado como un elemento de chantaje ante la decisión que habrá
de emitir en las siguientes dos semanas el TEPJF, como segunda instancia
que revisa el fallo de la anulación de los comicios juarenses.
Finalmente, el PAN presentó demanda de revisión
constitucional del fallo del TEE, para que el TEPJF decida en última
instancia sobre la invalidez de los comicios o la ratificación del
triunfo del candidato de Acción Nacional, Jesús Alfredo Delgado.