Arranca con 8 proyectos para 40 tramos carreteros
Reabre la SCT licitaciones para infraestructura a cargo de la IP
VICTOR CARDOSO
Antes de que concluya este mes la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) emitirá la primera licitación para abrir la participación privada a la construcción de infraestructura carretera de cuota, luego de ocho años de haberse suspendido esa modalidad y tras el fracaso de las concesiones otorgadas durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, que representaron un rescate por 18 mil millones de pesos a precios de 1997.
El subsecretario de Infraestructura de la SCT, Jorge Fernández Varela, adelantó que la primera licitación será para construir el libramiento de la ciudad de Matehuala, San Luis Potosí, y un mes después, otro tramo en Nayarit, que forma parte del eje carretero troncal México-Nogales.
La SCT prevé arrancar su programa de construcción de autopistas de cuota con ocho proyectos financiados por la iniciativa privada, pero en términos generales son 40 tramos carreteros que se prevé construir durante la actual administración mediante el esquema de concesión. En conjunto esas obras representan una inversión de 15 mil millones de pesos.
Cuestionado sobre el retraso de casi un mes en el programa, Fernández Varela explicó que se deriva de que no ha terminado de conformarse el Fondo Mínimo de Financiamiento para infraestructura carretera, y aún está en proceso de discusión con la Secretaría de Hacienda si quedará en el ámbito de las atribuciones de Banobras o de Nacional Financiera (Nafin), además de algunos otros detalles necesarios para prevenir el fracaso de los proyectos, como ocurrió en el pasado.
De acuerdo con el esquema ya diseñado por la SCT para la construcción de los nuevos tramos carreteros de cuota con la participación de inversionistas privados, se otorgarán concesiones hasta por 30 años. El esquema se completará con recursos públicos derivados de la emisión de bonos de carreteras en operación y con garantía de los ingresos que generan; la bursatilización de autopistas actualmente en operación y con obra pública financiada, es decir, un esquema similar a los Pidiregas, donde el gobierno federal sirve de aval para créditos obtenidos por la iniciativa privada y que sean utilizados en los proyectos carreteros.
El mecanismo de concesiones a la iniciativa privada será el esquema más importante y en él descansará el mayor número de proyectos.
Se pretende que el Estado pase de ser proveedor mayoritario o central del financiamiento para la construcción de infraestructura carretera a ser el procurador de los recursos complementarios necesarios para hacer rentables las inversiones privadas.
"En ciertos casos no aportará recursos económicos; más bien se encargará (el gobierno federal) de obtenerlos de fuentes externas interesadas en los proyectos y dispuestas a asumir los riesgos correspondientes, en un marco de reglas claras y sencillas. Lo anterior incluye esquemas mixtos de participación pública y privada, así como de los tres órdenes de gobierno", según una presentación hecha al Banco Mundial por la SCT.
Actualmente la SCT tiene identificados 14 corredores carreteros estratégicos con una longitud de 19 mil 300 kilómetros. Sin embargo sólo 62 por ciento de esa "columna vertebral" (de 12 mil kilómetros) están modernizados y cuentan con altas especificaciones, por lo que la meta de la presente administración es construir y modernizar 5 mil kilómetros. Para eso se requerirían recursos por unos 73 mil millones de pesos, pero el gobierno federal sólo podría disponer de 23 mil millones en toda la administración, es decir, 32 por ciento.