Jaime Martínez Veloz
Ofensiva propagandística a modo
Tras dos años de estancamiento, gracias a su incapacidad para lograr acuerdos políticos, la administración foxista vuelve a desatar una ofensiva propagandística y de adoctrinamiento para lograr en imagen lo que en la realidad le resulta imposible. El Ejecutivo federal ha optado por la saturación publicitaria para sustituir en las mentes los costos que le está dejando la ausencia de hechos.
En estos momentos los propagandistas oficiales tuvieron la genial ocurrencia de resucitar técnicas de la campaña y así, al grito polvoriento de "el cambio (Ƒ?) en México ya nadie lo para", manipulan situaciones y cifras para concluir diciendo nada. Hacen comparaciones absurdas. Presumen, por ejemplo, de la reducción inflacionaria, que es más bien producto inercial de anteriores políticas restrictivas de la inversión pública en salud, alimentación, educación. Olvidan que el anterior régimen pagó políticamente muy caro esas políticas de subsidio a los ricos y disciplina de mercado para los pobres.
La administración foxista se vanagloria de "sus" triunfos en la lucha contra la delincuencia y la inseguridad pública, una de cuyas vertientes en Baja California terminó institucionalizando la violencia, la criminalidad y las adicciones, fenómenos que ya forman parte de la cotidianidad de la sociedad. Se debe resaltar que estos flagelos se incubaron, curiosa y simultáneamente, con el arribo y consolidación de las administraciones emanadas de Acción Nacional. Baja California es hoy siniestro augurio del futuro mexicano con un gobierno federal a cargo del PAN. El PAN desgarró en 13 años el tejido social de esa entidad y pasará mucho tiempo, ya no digamos para revertir el desastre, sino meramente para contenerlo.
Personeros significativos del PAN realizan proclamas incendiarias, advierten a los mexicanos contra "el retorno del autoritarismo, el regreso del tirano", al tiempo que el Presidente de la República asegura que México fue construido con base en mentiras "durante 71 años". Al Ejecutivo federal se le deshace entre las manos su causa célebre contra la corrupción, el Pemexgate, pero tiene a la mano expedientes oportunos, como la persecución teatral, de oropel, por anteriores crímenes de Estado, que seguramente concluirá en algo menos que nada, porque persisten en el país fueros muy poderosos.
Las elites panistas continúan despreciándonos a los mexicanos comunes y corrientes, que somos casualmente la mayoría. Para "explicar" la debacle panista y la colateral recuperación priísta en Nayarit, Bravo Mena aplica sus particulares criterios, endosándole a la ignorancia un papel protagónico. Así señala que debe tomarse en cuenta "el bajo nivel de escolaridad" de los nayaritenses. Esta "explicación", muy en el estilo blanquiazul, es característica de quienes suponen hay diferencias intelectuales entre las personas. La aristocracia siempre ha subestimado la capacidad de aquéllos a quienes consideran "inferiores". A la elite de este país le resulta imposible imaginar que sectores sociales desfavorecidos tengan la capacidad, como cualquiera, de entender lo que es bueno, adecuado, lo que quieren para ellos. Su soberbia los hace suponer que un grado escolar es sinónimo de virtud, y que los desamparados necesitan de "iluminados" que los vayan a rescatar de su supuesta ignorancia, marcándoles la ruta. Simplemente recordemos que, previamente a las elecciones en Nayarit, fueron emboscados y muertos varios campesinos que retornaban de un mitin de panistas. Al principio el PAN quiso lucrar con esas muertes, adjudicándoles una inexistente motivación política; después resultó que las víctimas eran simpatizantes del tricolor que acudieron a la concentración panista para... šrecibir beneficios como ésos que siempre criticó el PAN a sus contendientes!
No son las únicas contradicciones de Acción Nacional. Este partido se da su tiempo para defender a sus amistades. Así, Lino Korrodi puede seguir pretendiendo evadir explicaciones sobre el financiamiento extranjero a Vicente Fox, mientras goza de las dialécticas justificaciones panistas. No son ésos los únicos Amigos de Fox. En la dirigencia del PRI, el Presidente tiene dos amistades muy convenientes. Ambos, muy representativos de los calamitosos personajes que caraterizaron los "71 años de mentiras".
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