ASTILLERO
Julio Hernández López
DE LA NOVELA presidencial rosa a la nota roja política.
De las felicidades conyugales y el cuidaré las canicas como un perro
a la violencia largamente anunciada. Del país de las maravillas
al San Salvador Atenco de los ejidatarios sublevados, o a la Ciudad Juárez
del bipartidismo cuya guerra bloquea puentes internacionales, o a la Ciudad
de México de desalojos inmobiliarios impedidos a punta de pistola.
Dos naciones y dos miradas: la del Presidente y su esposa que siguen esparciendo
por doquier alegría y optimismo, y la del México real cuyos
problemas se agravan: Vicente Fox que se despertó decidido a virar
el rumbo de la Bolsa Mexicana de Prioridades al aclarar que la principal
de él no es la relacionada con su matrimonio "con la señora
Marta" sino otra, un poco más colectiva y más republicana,
como sería "el combate a la pobreza"; y Marta de Fox que siguió
recabando dinero desinteresado de empresarios como los Alcántara
de los autobuses Estrella Blanca (aportantes de siempre a las campañas
presidenciales priístas) y que ahora acusó de "miopes del
corazón" (más no, afortunadamente, de infartados de los ojos,
que sí es posible) a quienes la censuran por sus tareas de filantropía
política bajo sospecha de peculado a cargo de la Fundación
Vamos México.
ASI
VA MÉXICO: sangre y encono en Acolman a causa de la bomba que el
gobierno federal ha dejado abandonada en el arroyo desde que decidió,
entre tropezones, la construcción de un nuevo aeropuerto federal
en tierras ejidales con cuyos propietarios ni siquiera se buscó
un principio de negociación y a los que luego se ignoró olímpicamente
en su ir y venir con machetes en protestas que el foxismo dejó en
todo caso a cargo del gobierno lunamielero de Arturo Montiel. Así
va México: el gobierno priísta desalojó en Ciudad
Juárez a los manifestantes panistas que protestan por la insólita
segunda cancelación del proceso electoral de aquella estratégica
urbe, pero no son sólo los problemas específicamente electorales,
sino cuando menos otros dos: el desdén político institucional
de un gobierno, el federal, que considera y trata al gobernador priísta,
Patricio Martínez, como persona de facultades mentales afectadas
desde antes del atentado en su contra (nunca esclarecido) y con más
razón después de él, y, por otra parte, los afanes
de control caciquil de Francisco Barrio Terrazas, que abiertamente ha puesto
al aparato gubernamental federal al servicio del PAN chihuahuense. Así
va México: una sociedad, la de la capital del país, harta
de sus problemas nunca resueltos (así pasen Cuauhtémoc, Rosario,
Andrés Manuel, o quien se quiera) y predispuesta peligrosamente
a estallar ante cualquier provocación, así sea la jurídicamente
válida de una orden de desalojo de una casa por decisión
de un juez.
EL DIA DE LOS machetes desatados habría de comenzar
así, según palabras de la señora Marta: "Bueno, creo
que es un día maravilloso. Es un día para sentirnos todos
muy contentos, porque es un día, de nuevo, de alegría y de
esperanza". Era, en realidad, un día más en que los recursos
públicos eran puestos al servicio de la fundación particular
de la esposa del Presidente de México. Y era un día especial
para la familia encabezada por Salvador Sánchez Alcántara,
el jefe del consorcio Estrella Blanca que, junto con los Hank y los Figueroa,
han sido beneficiarios históricos de los gobiernos de las tepocatas
y las víboras prietas (y de sus campañas) a cambio de donativos
hechos a las fundaciones Vamos PRI. Los generosos depositantes de dinero
en las cuentas de la señora Marta, por ejemplo, están siendo
beneficiados con un programa obligatorio de renovación de 350 mil
vehículos de carga de camioneros independientes, para el que Nafinsa
ha destinado mil millones de pesos que serán dados a crédito
pero que, en realidad, dado que de casi nada servirán, acabarán
llevando a la quiebra a los independientes, que acabarán siendo
absorbidos por los pulpos del ramo. Mil millones, pero de dólares,
son los pasivos que Estrella Blanca está renegociando con diversos
bancos a partir de la asesoría de otro diputado-litigante, el priísta
Raúl Cervantes Andrade, quien dirige CEA abogados y fue llevado
a San Lázaro en los paquetes de curules de representación
proporcional con que Francisco Labastida pagó a gremios como el
camionero sus apoyos para la campaña presidencial. Pero nada de
eso es visto a la hora de recibir dinero de rifas de automóviles
para las alegres campañas filantrópicas. Lo único
visible desde esas alturas es que quienes le critican son "miopes de corazón".
POR DESGRACIA, el carrusel de los caballitos ganadores
ha sido frenado de manera poco elegante. A casi nueve meses de la publicación
de un decreto expropiatorio, se vive en aquella región del estado
de México un levantamiento popular al que el foxismo no le ha querido
dar atención, dedicado más bien a anunciar por el extranjero
ésos y otros presuntos logros de sus proyectos modernizadores y
a esperar que el tiempo apaciguara los ánimos ejidatarios de inconformidad.
Esta columna debió ser entregada antes de que se cumpliera el plazo
de las ocho de la noche dado por los ejidatarios para quemar vivos a los
rehenes que pretendían canjear por sus compañeros encarcelados.
Mientras tanto, la revuelta parecía imparable, y no aparecía
en el horizonte el oficio político gubernamental capaz de desactivar
ese movimiento al que seguramente los fanáticos del foxismo encontrarán
inducido por los priístas conjurados y la izquierda desbocada. Y,
lo peor, ni siquiera los patos parecían dispuestos a establecer
algún diálogo en busca de soluciones. Es mejor, desde luego,
seguir leyendo novelitas rosas...
ASTILLAS: EL NOMBRAMIENTO de Margarita Guerra como
fiscal especial para el caso de Digna Ochoa lleva adjuntas las inconformidades
de grupos inconformes con la tesis del suicidio y de opositores a que en
ese cargo fuera designado alguien con nexos en la estructura de la Procuraduría
General de Justicia del Distrito Federal. En estricto sentido, Guerra carece
actualmente de tales nexos, pues es magistrada del tribunal superior de
justicia de la capital del país, pero su figura es recordada por
su paso por la subprocuraduría chilanga en la administración
perredista anterior y, en especial, por el caso de Polo Uscanga, en el
que hubo tan graves pifias como la de culpar de ese crimen a Alejandro
López Villanueva, El Grandote, quien luego sería exculpado
en segunda instancia. Es decir, la nueva fiscal no es alguien ajena a los
factores de poder de los que se pretendía poner distancia para dar
garantía de imparcialidad... Se sigue enredando el asunto del libro
contra las adicciones que con fondos públicos maneja la Fundación
Vamos México y que aquí se dio a conocer en días anteriores.
El director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos,
Javier Velasco Félix, ahora dice que esa institución ya había
decidido imprimir el mencionado texto y, al saber, por maravillosa coincidencia,
que en esos mismos propósitos andaba la multimencionada fundación,
pues acoplaron esfuerzos. Peculado, es el delito que debería investigarse
si en este país de verdad hubiera estado de derecho... Y, por esta
semana, es todo. Nos encontraremos aquí nuevamente el próximo
lunes...