Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 9 de julio de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería de La Jornada
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  


 

Economía
MEXICO, SA

Carlos Fernández-Vega

LOS ESCANDALOS FINANCIEROS protagonizados por las grandes empresas estadunidenses, que en los últimos días se han dado en racimo, parecen convertirse en el peor dolor de cabeza del presidente George W. Bush, ya que debilitan la de por sí endeble credibilidad sobre una verdadera y sólida recuperación económica en ese país y -lo que es peor para el amigou- desdibujan la eventual relección del mandatario guerrero, toda vez que muchos de esos consorcios habrían aportado generosas sumas de dinero para la campaña que lo llevó a la Casa Blanca.

DE ENRON A WOLDCOM, de Xerox al gigante Disney, sin obviar las otras piezas del racimo, como Andersen, la lluvia de fraudes, dobles contabilidades, pérdidas presentadas como ganancias y demás trucos descubiertos en el quehacer de las empresas amenazan la precaria estabilidad económica estadunidense y, por ende, la de los países satélites (la mexicana incluida en posición privilegiada)

AYER SE DIFUNDIO QUE Bush se reunió de inmediato con su equipo de asesores económicos para "tomar las medidas conducentes" y frenar el alud de escándalos provocados por prácticas fraudulentas de las grandes empresas que sustentan el American way of life y "castigar" a los responsables. En este contexto, hoy el presidente estadunidense hablará ante la comunidad financiera de Wall Street, con el fin de "restaurar la confianza de los inversionistas".

SIN EMBARGO, EL TARDIO discurso difícilmente convencerá a los aproximadamente 60 millones de pequeños, medianos y grandes inversionistas estadunidenses que cotidianamente se juegan su futuro económico apostándole a una u otra empresa, a uno u otro valor gubernamental. El caso de Enron ha sido uno de los más espectaculares, toda vez que el derrumbe de la trasnacional arrasó con los ahorros de miles de pequeños inversionistas.

MIENTRAS BUSH AFINA el discurso que difundirá esta mañana para "convencer" a esos 60 millones de inversionistas que no se preocupen, otro gran escándalo estalló. El consorcio farmacéutico Merck and Company parece no haber respetado los tiempos políticos del presidente estadunidense, y ayer se conoció que en el último trienio, mediante su filial Medco, registró como ingresos en su contabilidad 12 mil 500 millones de inexistentes dólares. Según los observadores, la administración Bush y el Partido Republicano tienen mucho interés en desvincularse de los escándalos que han afectado a varias corporaciones gigantes en Estados Unidos, antes de las elecciones de noviembre.

 

AYER THE WALL STREET Journal señaló que Medco es una empresa filial de Merck and Company que administra los programas de descuentos sobre medicamentos para las empresas y las compañías de servicios médicos, y en su facturación incluyó como ingresos miles de millones de dólares en pagos de pacientes a farmacias, pese a que la empresa no recaudó esos fondos, de acuerdo con el diario. Entre 1999 y 2001, los pagos de los pacientes representaron casi 10 por ciento de la facturación total que registró Merck.

DE ACUERDO CON LA versión del rotativo estadunidense citado por Reuters, Merck había revelado ese trato contable en una presentación de abril ante la SEC, en momentos que se preparaba para vender 20 por ciento de Medco por medio de una oferta pública inicial de acciones, pero la compañía dijo exactamente cuánto era el monto de la facturación sólo en su presentación más reciente.

UNA FIRMA DE ABOGADOS presentó una demanda colectiva el primero de julio en nombre de los accionistas que sostenían que la empresa y varios de sus ejecutivos inflaron en forma indebida la facturación de la subsidiaria Merck-Medco Managed Care L.L.C. En las operaciones electrónicas previas a la apertura del lunes en la bolsa de Nueva York, las acciones de Merck caían 6.8 por ciento a 45.5 dólares con respecto al cierre del viernes. Un nuevo escándalo que seguirá aportando elementos en los siguientes días y que difícilmente frenará el discurso del presidente Bush.

QUIEN DE PLANO NO quiso decir nada sobre su propio sainete fue el ex presidente de WorldCom, Bernie Ebbers, quien ayer compareció por primera ocasión ante el comité (de Servicios Financieros) investigador del Congreso de Estados Unidos, instancia que pretende descubrir cómo un fraude de 3 mil 800 millones de dólares, como el cometido por esta trasnacional, pudo esconderse y permanecer en secreto durante más de un año.

COMO EN LAS GRANDES comparecencias de los capos de la mafia estadunidense, Ebbers -quien renunció a su cargo en abril, dos meses antes de que WorldCom admitiera el fraude en sus cuentas- rehusó testificar, argumentando que sus declaraciones podrían incriminarlo. "No responderé a preguntas y me amparo en la quinta enmienda de la Constitución... Espero que el comité no malinterprete el hecho de que decida ejercer mis derechos... Espero la oportunidad de exculparme más adelante, en un ambiente en el que no peligre mi capacidad de defenderme" (este lenguaje parece ser universal, y si no compárese con el utilizado por ex funcionarios del gobierno mexicano metidos en broncas legales, o por divinos y cabales empresarios "perseguidos" por la "autoridad").

POR SU PARTE, SCOTT Sullivan, ex jefe de finanzas de WorldCom cuando se produjeron los supuestos malos manejos de cerca de 4 mil millones de dólares en gastos, también invocó la quinta enmienda y se negó a contestar preguntas. A diferencia de los dos ex ejecutivos, al actual director ejecutivo John Sidgmore le urge demostrar al comité su disposición a cooperar, ya que "quiero hacer todo lo posible para mantener la empresa a flote". Entre los directivos que comparecerán ante el comité estarán también el presidente de WorldCom, Bert Roberts y algunos de los auditores de Arthur Andersen.

LOS QUE ESTAN FELICES por los escándalos y sus secuelas son los trabajadores, quienes se han convertido en el "segmento" más fácil y rápidamente sacrificable para que los grandes corporativos arreglen sus finanzas y tapen los hoyos financieros producidos. WorldCom anunció que en una primera fase recortará de su nómina a 17 mil empleados, que se sumarán a los 165 mil 840 que a lo largo del año se han quedado sin empleo tan sólo en el sector de telecomunicaciones de Estados Unidos, 27 por ciento más que los reportados en el primer semestre de 2001.

HAGAN SUS APUESTAS sobre el siguiente consorcio que morderá el polvo en Estados Unidos por un nuevo escándalo financiero.

Las rebanadas del pastel:



MAS RAPIDAS QUE UNA SAETA, las empresas de telecomunicaciones que la semana pasada renunciaron a la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones e Informática (Canieti) anunciaron ayer la creación de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel). En ella participan Pegaso, Ericsson, Alcatel, Axtel, Controladora Satelital, Digitel, Motorola, Nextel y Unefon... Por fin un dato positivo: durante abril de 2002 la inversión fija bruta reportó un crecimiento real de 7.6 por ciento, en comparación con el mismo mes de 2001, informó el INEGI.

[email protected] / Fax: 55 45 12 53

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año