Octavio Rodríguez Araujo
Grupo Nacional Provincial no paga
Lo ocurrido a Sergio Rodríguez Lascano con la aseguradora Grupo Nacional Provincial (GNP) no es único (véase El Correo Ilustrado del pasado lunes). Conozco varios casos, uno muy de cerca, en los que los médicos del GNP determinan que el padecimiento tratado es preexistente y, por lo tanto, no pagan. Yo soy una víctima de esta aseguradora: me deben (y ya me dijeron que nunca me pagarán) alrededor de 25 mil pesos.
Este problema es más grave de lo que se puede suponer a partir de algunos casos en apariencia aislados. Estos son los que conocemos porque Sergio, y ahora yo, protestamos públicamente. Pero el asunto debe ser mucho mayor, pues está de moda la contratación de seguros para gastos médicos mayores para los trabajadores por la vía de las instituciones; en mi caso de la UNAM. Se pagan cantidades multimillonarias a las aseguradoras para proteger a los trabajadores en casos de accidentes y/o enfermedades (de las que por cierto están excluidas muchas) y cuando un asegurado o sus beneficiarios necesitan atención médica, un supuesto especialista del GNP, con absoluta impunidad y presuntamente apoyado por su empresa, dictamina que la enfermedad es preexistente, lo que quiere decir que no se paga ni se rembolsa nada; así nada más y punto. No hay apelación posible.
En la Guía del usuario de Línea Azul Premier de GNP se establece en el capítulo de "Exclusiones" que "no quedarán cubiertos los padecimientos preexistentes de acuerdo a: ... para los beneficiarios del personal... aquellos padecimientos en donde los síntomas o signos se hayan manifestado antes de su inclusión a la póliza institucional...". (La redacción es responsabilidad de GNP.)
Con un texto como el citado si una persona tuvo un quiste antes de estar incluida en la póliza institucional y posteriormente a su inclusión tiene otro, entonces no procede el seguro porque el diagnóstico será que se trata de una persona poliquística. Y aunque el primero haya sido cancerígeno y el segundo no, se trata de quistes y, por lo tanto, de un padecimiento prexistente, según afirmación del médico José Carlos Suárez Sapién, del GNP.
Conozco otro caso, precisamente de un médico que tuvo un serio accidente automovilístico. Tuvo severas contusiones y cortadas en la cara. No se le pagó la intervención porque se consideró cirugía plástica. Para la aseguradora el médico accidentado debía quedar deforme o desfigurado.
ƑPara qué sirve entonces el seguro? Antes, cuando el IMSS y el ISSSTE funcionaban bien y en México no se había caído en manos de las voraces aseguradoras privadas, se atendían los padecimientos de enfermos o accidentados sin más trámite que la comprobación de que sus derechos fueran vigentes. El asegurado pagaba una cantidad mensual que le descontaban de su salario y ya. Con el neoliberalismo el ISSSTE fue abandonado a su suerte (que no ha sido mucha), el IMSS va por el mismo camino y, claro, como no funcionan bien, entonces entraron los hospitales privados apoyados por las aseguradoras también privadas, y se convirtió la salud en gran negocio, no en servicio público. La ventaja, dicen sus apologistas, es que el paciente puede escoger entre un hospital u otro, pero no dicen que esto será posible siempre y cuando tenga dinero o el seguro acepte la atención de un padecimiento que no sea prexistente o anterior a la contratación del asegurado.
GNP, empresa que se ostenta "ciento por ciento mexicana", tiene mala fama. Varios amigos médicos me han dicho que al llenar los informes de sus pacientes tienen que tener mucho cuidado en la forma en que se expresan, pues la política de las compañías aseguradoras, sobre todo de GNP, es dictaminar como prexistentes los padecimientos a tratar sin dar mayores explicaciones, pues la palabra de los especialistas de la aseguradora es definitiva. ƑCómo echar abajo la teoría de prexistencia de un padecimiento? ƑMediante un juicio médico? ƑExisten en México los tribunales médicos? ƑQuién sería el juez y quiénes los miembros del jurado? Un paciente individual que no puede pagar una intervención quirúrgica ni el hospital, Ƒpodrá pagar un abogado para enfrentarse a los abogados de las aseguradoras que, como todos sabemos, son súper millonarias?
No veo otra solución para este gravísimo problema (mientras no se reviva con eficiencia el sistema de salud pública) que hacer un diagnóstico de las compa-ñías aseguradoras y quitarles la licencia de operación a las que, como GNP, no otorgan el servicio adecuado.
Por lo que se refiere a la UNAM, me permito sugerirle al rector De la Fuente que sustituya a GNP por otra aseguradora que sí funcione y que no pretexte por sistema como prexistentes los padecimientos de los asegurados y sus beneficiarios, para no pagarles.