La Iglesia no ha entendido su cultura: Vera López
Reconocer a pueblos indios como sujetos de derecho, piden obispos
JOSE ANTONIO ROMAN
Al realizar una autocrítica, el obispo de la diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, afirmó que la Iglesia católica también tiene una enorme deuda con los pueblos indios, pues ha sido incapaz de entender su cultura y llevar a cabo una evangelización profunda. "Yo creo que también les debemos pedir perdón", dijo, al dar a conocer una carta de las comisiones episcopales de Pastoral Social y de Indígenas.
Manifestó que aun entre la jerarquía eclesiástica existe una visión parcial e incompleta de la realidad y la cultura indígenas. "Los obispos estamos padeciendo el racismo congénito que llevamos los mexicanos", dijo el obispo miembro de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado Mexicano.
Sostuvo que la canonización del indio Juan Diego le "debe mover el tapete" a toda la Iglesia para hacer una reflexión: "debemos preguntarnos cómo ha sido nuestro trabajo de evangelización dentro de los esquemas culturales del mundo indígena, y debemos preguntarnos si seguimos imponiéndoles un Evangelio envuelto en una cultura distinta a la de ellos".
En conferencia de prensa, Vera López, ex obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas, advirtió que la exclusión de los pueblos indios, pero también de los campesinos y de los trabajadores, llevará a México a ser un país dividido. "Dejar sin atención a grandes masas de población puede llevar a México a grados de división y violencia que nosotros debemos prever y resolver mediante una distribución mucho más justa y equitativa de la riqueza y de los bienes. La manera como se está concentrando el dinero en pocas manos es un camino en el que acabaremos violentando al mundo, no solamente a unos cuantos países", dijo.
Al igual que lo hace el documento episcopal, Vera expresó la urgencia de que los derechos y la cultura indígenas sean reconocidos constitucionalmente, y dijo que después de los resultados infructuosos para aprobar los acuerdos de San Andrés, se está a la espera de las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre las controversias constitucionales presentadas por los pueblos indios.
El documento de 21 numerales, suscrito por las comisiones episcopales de Pastoral Social y Pastoral Indígena, fue elaborado con motivo de la canonización de Juan Diego, y la beatificación de los mártires indígenas de Oaxaca: Juan Bautista y Jacinto de los Angeles. En él se señala que en el escenario nacional se observa con preocupación la creciente exclusión de muchos hermanos empobrecidos, entre ellos los indígenas, donde se va imponiendo la idea de que fuera del libre mercado no hay salvación.
La nación mexicana tiene una deuda con los pueblos indios: crear una nueva relación entre gobierno, sociedad y pueblos indios, basada en el respeto y la conclusión, dice el numeral 10 del documento, leído por el presbítero Antonio Sandoval, secretario ejecutivo de la Comisión de Pastoral Social.
Señala que no es posible seguir viviendo con racismo y discriminación. Los pueblos indios merecen con justicia un reconocimiento a sus culturas, a su modo de ser y a su autonomía. El proceso de transición que vive la patria no puede quedar empañado por la falta de sensibilidad política de nuestros representantes populares, quienes, si de verdad quieren responder al mandato que recibieron en las urnas, deben elaborar leyes justas y velar su cumplimiento.
Las dos comisiones hacen un llamado a la sociedad para que no se postergue más el reconocimiento a los derechos y la cultura de los pueblos indios. Proponen cambiar criterios y actitudes para pasar de una valoración que los considera sólo como objeto de nuestra generosidad y benevolencia, y llegar a verlos como las personas y los pueblos que exigen hoy lo que les corresponde en justicia: ser sujetos de derechos.
La carta pastoral señala también que para garantizar el restablecimiento del proceso de paz en México es preciso responder a las demandas básicas de los pueblos indios. "No queremos ni deseamos más derramamiento de sangre. Esperamos que el proceso de paz y de diálogo se reactive".