El acervo se encuentra en cajas de cartón,
en el centro bibliotecario de la dependencia
En riesgo, documentos históricos que "custodia"
la Secretaría del Trabajo
Según el especialista de la UNAM Alfonso Bouzas,
tienen un valor incalculable
ELIZABETH VELASCO C. /I
Documentos históricos del siglo XIX, algunos originales,
y archivos fotográficos de la época posrevolucionaria que
dan cuenta de los orígenes del movimiento obrero, de los primeros
acuerdos legislativos y gubernamentales en materia laboral, así
como convenios suscritos en el ámbito de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) para México y América Latina,
de los cuales la Secretaría del Trabajo y Previsión Social
(STPS) ha sido depositaria desde 1951, están abandonados en cajas
de cartón.
A partir de que el titular de la STPS, Carlos Abascal
Carranza, ordenó cerrar "en forma temporal" el Centro de Documentación
y Biblioteca (Cedoc) de la dependencia para construir donde se resguardaba
el acervo histórico de la nación las instalaciones de la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), se empaquetó
la documentación en cajas de cartón, sin las debidas medidas
de conservación.
En un improvisado aviso, colocado en la puerta de acceso
al Cedoc -todavía ubicado en oficinas de la STPS de Azcapotzalco-,
se indica que a partir del 17 de junio se "reubicará" ese centro,
sin que hasta el momento se conozca cuál será el destino
del "valioso" acervo que "forma parte del patrimonio histórico de
la nación", reconoció la directora de Información
Sectorial e Institucional de la Coordinación General de Planeación
y Política Sectorial (CGPPS) de la STPS, Mercedes Gómez Mont,
responsable directa del centro, aunque sus oficinas se encuentran en la
calle de Progreso, al sur de la ciudad.
Versiones contradictorias
En medio de versiones contradictorias, Gómez Mont
se deslindó de ser responsable directa del centro y de cualquier
deterioro que sufra el archivo histórico y de la OIT, pues -según
dijo- desde enero pasado la "comisionaron" para buscar un inmueble adecuado
para reubicar el Cedoc y constituir lo que será la "biblioteca única"
de la STPS.
Aunque
expresó que esto podría ocurrir en enero o marzo de 2003,
advirtió que "por desgracia no contamos con presupuesto, sino únicamente
con la buena intención, y si no tenemos el lugar adecuado no vamos
a abrir el Cedoc".
Según Gómez Mont, parte del acervo se "guardará
temporalmente" en las oficinas del Ajusco de la STPS, y el personal especializado
en la materia se reubicará en otras áreas de la dependencia.
En tanto, Elisa Soriano, directora de Impulso a la Investigación
y Divulgación Laboral de la CGPPS, superior de Gómez Mont,
aseguró que el responsable de localizar el inmueble para resguardar
el archivo histórico es el oficial mayor de la STPS, Raúl
Alberto Garza. "La finalidad es hacer una biblioteca única de la
STPS en la que se unifiquen todos los pequeños archivos que contiene.
El cambio se ordenó por la reubicación de las juntas."
Soriano manifestó que una parte del archivo del
Cedoc se trasladará a la calle de Valencia, en Insurgentes sur,
donde Soriano despacha junto con otros superiores de la CGPPS. Sin embargo,
gran parte del archivo se "guardará temporalmente".
Al interrogarla sobre el valor histórico del acervo,
respondió que "existen N cantidad de documentos". Respecto a la
responsabilidad de la STPS sobre éste y los papales de la OIT, por
ser depositaria de ellos, preguntó: "¿Quién le dijo
que la STPS es depositaria de la OIT?"
Soriano dijo desconocer el presupuesto asignado para la
adquisición de "un edificio que tenga especificaciones adecuadas
y sala de lectura para el establecimiento del Cedoc".
Gómez Mont sostuvo que el acervo no se guardará
en cajas. "Se ha cuidado que el embalaje del material histórico
cumpla con las condiciones mínimas, porque somos responsables del
patrimonio de la nación y sabemos muy bien lo que esto significa
y a lo que nos obliga". Soriano destacó que "permanecerá
en cajas con las debidas precauciones. Como se trata de un acervo histórico,
vamos a negociar con el Archivo General de la Nación para que nos
envíe una persona que nos informe de los cuidados que deben tener
los documentos y se revise el archivo".
Empero, en un recorrido efectuado por La Jornada
en las instalaciones del Cedoc, días antes de que fuera cerrado,
se pudo constatar que el archivo Gremardo (denominado así en honor
a Gregorio Martínez Dorantes, taquígrafo de la Cámara
de Diputados que tomó nota de las primeras leyes laborales y de
las primeras actas de los contratos colectivos de las organizaciones nacientes),
y microfichas, así como otros documentos, ya se encontraban en cajas
de cartón envueltas con lazos. Algunas eran identificadas con siglas
como "AGN, Gremardo, CTM, Microfichas, Cehsmo", entre otras.
En una charla informal, mientras esta reportera consultaba
los archiveros del Cedoc, los trabajadores externaron su preocupación
por la conservación y destino del material, y se limitaron a señalar
que recibieron "instrucciones superiores" de empaquetar los documentos.
De hecho, Gómez Mont admitió que en el Cedoc
"hay poco control y preservación del material fotográfico
y de la documentación histórica, porque el lugar no es idóneo
para su conservación", situación que, dijo, no es exclusiva
de la STPS, pues ocurre en la mayoría de las bibliotecas del país.
"Son muy pocas (las bibliotecas) que realmente cuentan con infraestructura
y recursos para una perfecta conservación y preservación
de materiales".
Grave riesgo de que se pierdan documentos invaluables:
Bouzas
Alfonso Bouzas, especialista en derecho laboral y en historia
del movimiento obrero del Instituto de Investigaciones Económicas
de la UNAM, refiere que desde la década de los años 70 consultó
información histórica de primera mano que debe formar parte
del acervo del Cedoc, el cual, en 1973, se denominaba Centro de Estudios
Históricos del Movimiento Obrero Mexicano (Cehsmo), creado por decreto
presidencial el 28 de junio de 1973.
Bouzas, cuyas investigaciones posteriormente editadas
en libros se basaron en esos documentos, señala que el actual Cedoc
"se formó en nuestro país en la etapa de los gobiernos comprometidos
con la Revolución Mexicana y los trabajadores".
El acervo, sostiene, "debe contar con muchos documentos
del siglo XIX, de la Casa del Obrero Mundial, de los batallones rojos (constituidos
por trabajadores de la época de la Revolución Mexicana),
de negociaciones de trabajadores con Venustiano Carranza e iniciativas
jurídicas que datan de 1920 a 1940.
"El centro, antaño ubicado en la calle de Doctor
Vértiz y conocido como Cehsmo, contenía documentos originales
de actas constitutivas de las primeras cooperativas y sociedades mutualistas
y de trabajadores, así como sus publicaciones, boletines y panfletos.
Ahí se pueden encontrar los orígenes de las organizaciones
de tranviarios, ferrocarrileros, mineros y materiales de convenios y acuerdos,
sobre todo de América Latina y México, que dieron origen
a las leyes del Trabajo en la región, así como opiniones
que vertían nuestros teóricos del derecho del trabajo, principalmente
de Mario de la Cueva, a petición de gobiernos extranjeros.
"De hecho, la fuente informativa del libro La historia
de México a través de sus constituciones salió
del Cehsmo, lo cual quiere decir que existen o existieron esos documentos."
Incluso "aunque no eran grandes archivos" había documentos del gobierno
de Maximiliano, así como del trabajo en el siglo XVIII.
De la información histórica de la OIT expresa
que "ahí se pueden encontrar boletines y reportes de negociaciones
muy puntuales derivadas de los convenios suscritos por México y
América Latina" con esa organización internacional.
"En materia laboral y legislativa fuimos el hermano mayor
de América Latina. Debido a que nos ubicábamos a la vanguardia
en legislación e historia laboral nos tocó recibir como custodios
esos documentos por la confianza que se nos tuvo. Muchos de esos convenios
tienen que ver con trabajadores migratorios, condiciones mínimas
de seguridad, repatriación y trabajadores del campo y de infantes,
entre otros." El investigador lamentó que los archivos históricos
de la nación se encuentren ahora en cajas, porque "sin la temperatura
adecuada y otras condiciones para preservarlos los vamos a recoger hechos
polvo, lodo o como material roído. ¿Ese es el valor que el
gobierno le da a la historia?"