Se afirmó como la gran figura de su equipo
en este Mundial
El turco Hasan Sas ha sabido reprimir su mal carácter
para convertirse en baluarte
AFP
Osaka,
Japon, 20 de junio. A pesar de su cabeza rapada y mirada intimidatoria,
el delantero turco Hasan Sas ha reprimido su carácter belicoso en
esta Copa del Mundo, para afirmarse como un baluarte de su equipo, que
el sábado enfrentará a Senegal en cuartos de final.
"Tengo un carácter muy fuerte, no hay ninguna duda
al respecto, pero en el Mundial intento que sólo aflore en mi juego",
afirma Sas, que cumplirá 26 años en agosto próximo.
"Soy consciente que debo anteponer el interés del equipo a mis emociones",
agrega.
Sus loables esfuerzos se han traducido en un gol contra
Brasil (1-2) y otro ante China (3-0), cuando el jugador del Galatasaray,
con 18 convocatorias a cuestas, no había marcado nunca. Sin embargo,
a pesar de ser muy temperamental, sólo ha visto una tarjeta amarilla
en cuatro partidos (ante los chinos).
"En los pronósticos sobre las tarjetas rojas antes
de la justa mundialista muchas personas habrían apostado por mí
como favorito, pero por ahora todo ha ido bien", reconoce el potente delantero.
Los hipotéticos apostadores que el jugador menciona
no habrían corrido mayores riesgos con su dinero, puesto que en
siete años de carrera Sas la ha emprendido contra otros futbolistas,
inclusive, funcionarios y directivos. Su mal carácter es conocido
hasta por los vidrieros de Estambul.
En una ocasión, al finalizar un partido con el
que no estuvo muy satisfecho, perdió por completo el control y destrozó
a golpes de puño un vidrio en el vestuario del Galatasaray. Desde
entonces la mayoría de los clubes turcos ha instalado cristales
blindados en sus ventanas.
El sábado lo espera una lucha física intensa
ante los senegaleses, por lo que tendrá que intentar más
que nunca dominar su carácter, por el bien de su equipo, porque
Turquía anhela el pase a semifinales en su segunda participación
en mundiales.
No obstante, todo parece indicar que no hay que preocuparse
por Sas, puesto que en Asia parece haber encontrado el camino de la corriente
budista zen.