Gilberto López y Rivas
Encuentro por la paz
Paz con Democracia es una organización de la sociedad civil que pequeña en número de integrantes, plural y sin jerarquías internas, cumple un importante papel en la vida política del país. De ella se han desprendido declaraciones e iniciativas que llenan vacíos y señalan situaciones extremas de indudable interés nacional.
Recientemente este grupo discutió e hizo público un pronunciamiento, al que de inmediato se sumaron personalidades y organizaciones no gubernamentales, en el cual convoca a la realización de un encuentro nacional extraordinario por la paz, a celebrarse en la ciudad de San Cristóbal de las Casas del 5 al 7 de julio próximos.
Sensibles a las crecientes tensiones que se viven en Chiapas por la continuidad de la ofensiva contrainsurgente y el rechazo del Estado mexicano a reconocer los derechos de los pueblos indios, y preocupados por la espiral de violencia que impulsan las estrategias de la guerra, los convocantes al encuentro llaman a desplegar un redoblado esfuerzo de unidad de fuerzas, de manera que se logre desde abajo la construcción de las condiciones favorables para la paz.
A fin de impulsar este proceso se considera necesario consolidar la lucha por las autonomías de los pueblos indios, con el apoyo activo de la sociedad civil nacional e internacional; rehacer un análisis nacional y de conjunto del conflicto y de sus soluciones, elaborando nuevas estrategias de paz ligadas a la lucha por la democracia, la reforma del Estado y la plena vigencia de los derechos humanos; renovar y fortalecer la participación civil nacional en Chiapas, para contribuir a frenar la lógica de la violencia y a generar una nueva etapa de lucha común; articular esfuerzos civiles y sociales en torno a la defensa de los acuerdos de San Andrés y el cumplimiento de la iniciativa constitucional de la Cocopa, llamando a la Suprema Corte Justicia de la Nación y a los demás poderes de la Unión para que, asumiendo sus responsabilidades de Estado, recuperen las posibilidades para la paz.
En este importante encuentro se propone discutir cuatro campos temáticos: 1) Conflicto armado, sus consecuencias y el proceso de paz. Caracterización del conflicto. Situación del proceso de militarización y paramilitarización, división comunitaria, desplazamiento, presos, derechos humanos, condiciones de vida y trabajo de la población. Reconstrucción del tejido social. Condiciones para el proceso de paz. 2) La democracia y los derechos de los pueblos indígenas. Estrategias para el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés: el ejercicio de los derechos colectivos y la construcción de autonomías; la reforma constitucional en materia de derechos indígenas en el marco de lucha por la reforma del Estado y la democracia en México. 3) Desarrollo económico alternativo para las comunidades, municipios y pueblos indígenas, protección de la biodiversidad; estrategias de rechazo al Plan Puebla-Panamá; tierra, producción agropecuaria, soberanía alimentaria. 4) Construcción de alternativas, articulaciones y participación civil nacional e internacional para el impulso de la paz con justicia y dignidad.
Nunca ha sido tan oportuna una iniciativa de paz como la del próximo encuentro de San Cristóbal, sobre todo por la grave situación que prevalece en la llamada zona de conflicto. No hay día que pase libre de incidentes provocados por las actividades del ejército y los grupos paramilitares, así como por las secretarías de Estado, cómplices de la estrategia de contrainsurgencia.
Con toda propiedad, el Grupo de Acción Comunitaria y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez sostienen que en Chiapas hay una "guerra integral" o "de desgaste", de paternidad estadunidense, a la que definen "como la sucesión de pequeños operativos que van asfixiando al enemigo en los terrenos político, económico y militar, evitando en lo posible acciones espectaculares que motiven la atención de los medios. En medio de decenas de conflictos abiertos en el mundo pasa relativamente desapercibido".
También, Enlace Civil denuncia diariamente el acoso permanente a las bases de apoyo zapatistas. Las amenazas y agresiones sistemáticas buscan el desplazamiento de población, la ruptura del orden comunitario y la lucha sin cuartel contra el EZLN.
El ejército mexicano continúa realizando una intensa labor de inteligencia para entender y controlar la cotidianidad de las comunidades indígenas, sus caminos rurales, las características y la ubicación precisa de su hábitat, mientras los paramilitares gozan de cabal salud e impunidad.
Contrainsurgencia y neoliberalismo se dan la mano en los intentos de desalojo de las comunidades de la selva Lacandona y de la Reserva Integral de la Biosfera de Montes Azules, ante la función que se pretende otorgar a México como proveedor incondicional de biodiversidad y recursos estratégicos para Estados Unidos. Esto con la presión activa de empresas trasnacionales y el auxilio de dependencias federales como la Procuraduría Federal de Protección del Ambiente y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El Encuentro Nacional Extraordinario por la Paz es una oportunidad para replantear los problemas de la paz y de una transición democrática que el gobierno "del cambio" no parece tener entre sus objetivos.