Hipótesis aparte, debemos rescatar y defender lo que ella hizo, indica el procurador

Puede ser real que algunas de las amenazas a Digna Ochoa no fueran verídicas, señala Bátiz

Omite hablar de tres anónimos, pieza que desentona con la versión del suicidio

BLANCHE PETRICH /II Y ULTIMA

El equipo de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) que investiga el asesinato de Digna Ochoa ha deslizado entre la opinión pública la sospecha de que la secuencia de amenazas que cercaron a la abogada veracruzana durante cinco años fue producto de una maquinación de la propia Digna. El procurador Bernardo Bátiz se pronuncia: "Puede ser real la sospecha de que algunas de las amenazas no fueran verídicas".

La farsa es, a final de cuentas, un elemento indispensable en la trama del suicidio, la línea de investigación privilegiada por el fiscal del caso, el subprocurador Renato Sales.

Las seis averiguaciones previas que se levantaron por dichas amenazas se archivaron durante la administración pasada. Esos expedientes contienen la historia de un cerco anónimo que de 1995 a 1999 intentó atemorizar y paralizar al núcleo de defensores de derechos humanos más activo y profesional que existía en esa época. Ese colectivo de defensores recibió, en promedio, una amenaza cada tres semanas en ese periodo. Digna era el blanco más atacado.

"No tenemos las averiguaciones. Las tiene la PGR, pero pedimos copias de todas, las incorporamos a nuestro expediente y las estamos analizando", esgrime el titular de la PGJDF.

Añade que los dictámenes periciales sobre los tres últimos anónimos deslizados debajo de la puerta del departamento de Digna -del 7 y 10 de agosto y del 17 de octubre- no arrojaron luz alguna. Omite hablar de la pieza que desentona en el guión del suicidio y la falsa persecución: el resultado del análisis del ADN de la saliva con que fueron cerrados los sobres que contenían las últimas tres cartas anónimas indica que fue de un hombre. El genotipo es masculino. Sales admitió lo anterior al suplemento Masiosare, de La Jornada.

Con todo, Bernardo Bátiz señala que ante "cualquiera de las dos hipótesis, debemos rescatar y defender lo que Digna Ochoa hizo. Sea suicidio u homicidio, lo que ella hizo por los derechos humanos, lo que defendió, lo que dejó, lo que vivió, ahí está. Si muere defendiendo los derechos humanos, ciertamente su muerte tiene una significación más alta. Y si muere por su propia voluntad y también pensando en que eso podría ser un testimonio a favor de los derechos humanos, también debe tener un valor muy alto su propio sacrificio".

Estas son sus respuestas:

Carpetazo a las amenazas: nadie supo...

-La línea del suicidio conlleva a entender que las amenazas durante cinco años también fueron autoría de la propia Digna.

-No necesariamente todas. Desde antes había sospecha de personas cercanas a ella y de autoridades de que algunas de las amenazas no tenían sustento real. De que ella las inventó o alguien más las hizo, no te lo puedo decir. Pero de que algunas de ellas fueron fabricadas, sí se ha mencionado.

-ƑFabricadas por ella?

-Eso es lo que se ha dicho. Es difícil determinar, porque finalmente esas averiguaciones no concluyeron, en parte porque se fue perdiendo la confianza de que fueran amenazas efectivas. Por otra parte, Digna no proporcionó elementos suficientes para la averiguación. Los originales de las amenazas los encontramos en su casa, en un archivo. Ella proporcionó a las autoridades copias fotostáticas (Bátiz omite citar que Edgar Cortez guardaba los originales). Hay sobre eso otras cosas que tenemos que reservarnos.

-La CDHDF analizó el método de investigación de la procuraduría anterior en torno a las seis averiguaciones previas que se levantaron por amenazas contra Digna y otros defensores, y concluyó que hubo muchos vicios, omisiones, inconsistencias. Y que sin esclarecer los hechos, fueron archivadas.

-Esa investigación estuvo inicialmente a cargo de la subprocuradora Patricia Bugarín, luego se enviaron a la PGR y finalmente se mandaron a la reserva.

-ƑHay manera o interés de retomar esas investigaciones?

-Lo estamos haciendo.

-ƑQué hay de los tres últimos anónimos amenazantes, previos al asesinato de Digna?

-Forman parte de la averiguación. Los tenemos.

-ƑQué diligencias hicieron para determinar su procedencia? ƑQuién las hizo? ƑQué concluyeron?

-Hemos estado haciendo algo, pero sin muchos resultados. Son escritos en computadora que cualquiera pudo haber hecho. No tenemos mayor información que ella pudo haber tenido y dado y que no lo hizo en su momento.

-El consultor de la CIDH señala que todas las amenazas parecen tener un origen similar. La única diferencia es que las más recientes Digna no las denunció. En la línea del suicidio que ustedes manejan, según la cual ella habría fabricado amenazas con el fin de ganar notoriedad, el móvil no puede ser el mismo en los tres últimos anónimos, pues no lograría con su silencio el mismo fin. ƑQué lectura le dan a ustedes?

-Pues no sabría qué lectura darle, no he pensado en esto. Sería un punto que tendríamos que ver. Entiendo que no hizo denuncias pero habló de ellas con otras personas.

Muerta Digna, las amenazas continúan

-Muerta Digna, han continuado las amenazas contra sus colegas Bárbara Zamora y Leonel Rivera.

-Nos parece que, por el estilo y las palabras que se usan, no hay conexión con las de Digna. No hemos encontrado ninguna facilidad por parte de Bárbara, por el contrario, más bien largas. Ella no nos ha permitido entrar al detalle para que expertos puedan analizar su computadora. Nos dieron una pista que nos llevó a Sonora, fuimos a Sonora y no encontramos nada qué ver.

-El consultor de la CIDH, Pedro Díaz, enumeró en su informe una serie de diligencias que los investigadores de la fiscalía no habían realizado a plenitud, como agotar la investigación sobre las actividades de Digna en los días anteriores a su muerte; precisar con más rigor el objetivo de su viaje a Petatlán, el historial y las relaciones del novio.

-El sugirió que se hicieran cosas que ya hicimos. De pronto aparece este reportaje del periódico El Sur, que señala a unas personas y que quien dio la orden del asesinato de Digna fue Rogaciano Alba. Aunque ya habíamos entrevistado dos veces a Alba Alvarez, de los otros dos personajes no sabíamos nada y ya fallecieron los dos. Ya estamos investigando, ya hay gente nuestra en Guerrero y seguramente ya tienen alguna información más. Se está viendo. Es una hipótesis que se hizo pública. Incluso se le hizo una entrevista a la periodista Maribel Gutiérrez y estamos analizando si hay algo nuevo.

-Se habla de que la víspera de la muerte de Digna, fueron vistos tres desconocidos con traje y corte de pelo militar, manipulando radios o celulares, que entraron e inspeccionaron el edificio de Zacatecas 31.

-Sí, se hizo una investigación muy a fondo. Zacatecas 31 es un pequeño edificio viejo con varios despachos y algunas habitaciones al que se entra metiendo una mano por un hueco y jalando el picaporte. Cualquiera que llegue puede entrar. Nosotros investigamos por medio de interrogatorios a gente que estuvo en su despacho la noche anterior y a vecinos sobre quién entró y salió. Hubo dos personas que estuvieron allí esa noche, en las horas en que presumiblemente ocurrió la muerte de Digna, quizá un poco antes. Eran dos actuarios, uno de un juzgado de paz y uno de un juzgado federal. Los dos dejaron notificaciones fechadas y firmadas por ellos. También se nos señalaron otras personas que fueron el día anterior, que tenían aspecto militar, se investigó, se determinó que eran personas que iban a ver a otro abogado que hay allí. La conclusión es que iban a ver a otra gente.

-ƑSe desecha el dato, entonces?

-Está ahí. Por el momento no tienen ninguna relación, pero si surge algún elemento nuevo, podemos ahondarlo.

Otras zonas oscuras

-Hay una zona oscura, sobre la posibilidad de que el cuerpo haya sido movido y el arma colocada donde se encontró.

-Hay esa posibilidad pero no se ha encontrado ningún indicio.

-También se han filtrado a la prensa dos cartas, supuestamente escritas por Digna a su hermana y su antiguo novio en 1987, donde según la interpretación de los investigadores se pone de manifiesto la tendencia suicida de la víctima. ƑQué hizo la fiscalía al respecto?

-Hemos hecho una pesquisa propia en Jalapa respecto a esos sucesos y tenemos copia certificada del expediente y de los periódicos en nuestra indagatoria. Pero también esos hechos fueron publicados en Veracruz.

-No es muy lógica esa versión periodística del autoapuñalamiento.

-ƑPor qué dice que no es muy lógica?

-Porque no coincide con la versión que da la familia de ese episodio. Fue su hermana Carmen quien la encontró inconsciente, desangrándose en su departamento. La hermana, a quien le habría escrito una de esas cartas, afirma que ni recibió jamás esa carta ni es la letra de Digna. ƑConcuerdan sus investigaciones con las versiones periodísticas en Veracruz?

-Concuerdan. Tenemos testimonios de personas que estuvieron cerca de aquellos hechos.

-Ha habido versiones periodísticas imprecisas sobre un supuesto "perfil sicológico" de Digna Ochoa. ƑExiste? ƑQuién lo hizo? ƑHa sido evaluado por expertos, es concluyente en cuanto a la supuesta tendencia suicida?

-Es un trabajo que se está haciendo y que está muy avanzado. Las conclusiones no están cerradas.

-ƑDesde cuándo tienen el perfil sicológico?

-Desde muy al inicio de la investigación.

-ƑCuándo fue hecho ese diagnóstico sicológico?

-Hay un tratamiento que se le hizo en Washington y mediante mecanismos consulares estamos tramitando con la doctora que lo hizo que nos lo envíe. Pero aún no lo tenemos.

-ƑEs relevante para la hipótesis de Sales?

-Repito, habría que relacionarlo con otras pruebas. Por sí misma no lo es. El estudio sicológico de la personalidad de Digna Ochoa, que es una personalidad compleja, llena de acciones y actividades, que donde llegaba tenía presencia significativa y reconocida por su entorno, ha ido creciendo en la medida en que tenemos más información.

-ƑCoincide esa personalidad que ustedes están reconstruyendo, una persona capaz de fabricar un clima artificial de amenazas y presentarlas, y llorar y llegar al extremo de quitarse la vida montando una escenografía que simule un asesinato, con la mujer que tú conociste?

-Yo no puedo hacer juicios de valor.

Archivos de organismos de seguridad, vitales en las pesquisas: consultor de la CIDH

Pendiente, indagar si como penalista Digna supo algo que la hizo saber demasiado de algún intocable

En la recta final de la investigación, la sospechosa es una sola: la misma abogada

BLANCHE PETRICH /II Y ULTIMA

El consultor de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos, Pedro Díaz Romero, logró conocer en marzo pasado que organismos de seguridad e inteligencia guardan archivos de activistas de derechos humanos "a quienes suelen clasificar en blancos, de acuerdo con sus supuestas afinidades ideológicas o políticas". Cruzando datos, descubrió que la Secretaría de la Defensa Nacional entregó a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) fichas curriculares o de inteligencia incompletas sobre la abogada Digna Ochoa, asesinada el 19 de octubre del año pasado.

"Para la averiguación previa -asienta el perito colombiano en el informe que rindió al secretario ejecutivo de la CIDH, Santiago Cantón- es de vital importancia conocer estos archivos, que permitan evaluar y explicar, de ser el caso, si hubo relación con las anteriores amenazas contra Digna Ochoa y los demás miembros del (Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín) Pro con ocasión de sus actividades profesionales y con el hecho central investigado."

Agrega: "Asimismo, sería procedente e ilustrativo conocer si allí aparecen otros registros de los demás miembros del Pro".

Profundizar en esta veta señalada por el consultor Díaz haría un "importante aporte oficial" al desarrollo de la tercera línea de investigación; esto es, la que debía indagar sobre los alcances y consecuencias del trabajo de Digna Ochoa en los casos judiciales en los que laboraba como defensora de víctimas de violación a derechos humanos. Es decir, investigar si en su trabajo como penalista, Digna llegó a conocer algo que la hizo "saber demasiado"; tocar intereses de algún intocable.

El procurador Bernardo Bátiz reconoce que los expedientes que le entregó el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) fueron "una cosa totalmente parcial: recortes de periódico, nada específico". Ese material "no nos sirvió". Eso lo denunció el titular de la PGJDF al inicio de la averiguación. "Ellos (el Cisen) no aceptan que haya habido conversaciones telefónicas o alguna otra información que nos pudiera servir. Eso es lo único que dicen tener. No hay nada que podamos hacer nosotros."

En lugar de insistir en esa hipótesis de trabajo que pudiera conducir a los investigadores a topar con la institución armada o algún otro cuerpo de seguridad al final del túnel, la fiscalía optó por "dirigir buena parte de su actividad" -dice Pedro Díaz- a la vida personal de Digna Ochoa. Ya en la recta final de la indagación, la sospechosa es una sola: la misma Digna Ochoa.

Encima del duelo, la ofensa

Los Ochoa y Plácido -familia numerosa de trabajadores de origen campesino, dispersos por el país- han optado en los últimos días por cerrar ojos y oídos a lo que dice la prensa amarillista sobre su hermana Digna. "Duele tanto ver cómo la denigran", expresa su hermana Carmen. La madre, Irene Alicia Plácido, está en cama, agobiada por la pena y la enfermedad.

Durante ocho meses, los agentes de la fiscalía han escudriñado en todos los rincones de la vida personal de la joven veracruzana. Han "encontrado" y divulgado elementos para definir un "perfil sicótico, neurótico y suicida" a partir de cartas que aún deben demostrar que no son apócrifas; han acosado a la familia Ochoa y Plácido con preguntas sobre un inexistente golpe en la cabeza que habría sufrido de niña, o un tratamiento siquiátrico al que habría sido sometida, sin que sus familiares tuvieran conocimiento.

Han puesto en tela de juicio su vida entera.

Abogada con la agenda cargada

Silvia Mariñelarena y cinco personas más estuvieron con Digna Ochoa entre 17 y 19 horas antes de su muerte, según la hora estimada del deceso, que habría ocurrido entre el mediodía y las 14 horas del 19 de octubre pasado.

Ella y los demás son padres de familia de universitarios huelguistas que fueron demandados por la Universidad Nacional Autónoma de México por motín y daños. Digna había asumido su demanda. En citas anteriores habían hablado de los honorarios de la defensora -"muy modestos", apunta Mariñelarena- y de los trámites que los propios padres podrían realizar sin ayuda. El día 18 se citaron por la tarde.

El grupo de padres llegó anticipadamente. Llovía y esperaron resguardándose en el portón de Zacatecas 31. Mientras esperaban -y así lo han declarado ministerialmente- observaron a un grupo de tres hombres vestidos de traje y corbata, con corte de pelo tipo militar y que cargaban radios o celulares que llegaron al lugar. Uno permaneció en el portón, como vigilando. Los otros dos ingresaron al edificio, recorrieron el patio, subieron las escaleras y caminaron por los pasillos (que se ven desde el patio) como inspeccionando el lugar. "Nos llamó la atención la actitud de estas personas, como de un cuerpo de seguridad privado. Imposible que pasaran desapercibidos", comenta Silvia a La Jornada.

El grupo tuvo que moverse de la puerta porque un auto llegó para estacionarse en el interior. Cuando regresaron al portón, los tres desconocidos se habían ido. La fiscalía no encontró rastro de ellos.

La abogada llegó a las 18:30, disculpándose por una confusión en la agenda. Ingresaron todos al despacho A.

"La licenciada no dejó su bolso y su impermeable en los sillones de la salita, como dice la fiscalía. Un compañero se sentó en ese rincón y no había nada. Tampoco es cierto que fuera un lugar tan estrecho que ahí no pudiera haber ocurrido un forcejeo. Es un sitio en el que nos sentamos seis personas cómodamente, nos paramos, caminamos sin chocar. Algunos hojearon algunos volúmenes del librero. Otros pedimos permiso para ir al baño."

En las periciales dactilares, según se ha dicho, no hay huellas de nadie en el despacho.

"Vimos a la licenciada de buen ánimo -continua Mariñelarena-, atenta y muy concentrada en el trabajo. Ni distraída ni nerviosa. Estuvimos preparando una audiencia que tendríamos. Ella nos hizo practicar una pequeña representación del careo, ella actuando como si fuera el agente del Ministerio Público. Fue gracioso. Nos reímos un poco. Luego planeamos los pasos siguientes. Le pedimos que nos acompañara al día siguiente a una reunión que tendríamos con Narro. Checó su agenda y nos dijo que la tenía muy cargada. Para el 19 tenía varias diligencias. Nos comentó que estaría muy ocupada el fin de semana, porque tenía que preparar la audiencia en Almoloya de los hermanos Cerezo. El martes, comentó, saldría de la ciudad. Hicimos cita para el jueves siguiente."

Mariñelarena también asegura que los padres que estuvieron con la abogada la víspera de su asesinato jamás dijeron que según las fotografías ella vestía la misma ropa que el día anterior. "Dijimos que vestía blusa blanca y traje oscuro. No que era la misma ropa. Eso no podíamos afirmarlo."

Concluye: "Todo eso se lo dijimos a la fiscalía. Ahora vemos que nuestras declaraciones no fueron tomadas en cuenta".

La "hipótesis de Jeckyl & Hyde"

En lugar de reconstruir lo que Digna Ochoa hizo o dejó de hacer durante los ocho días antes de su muerte, la averiguación previa encontró en Jalapa material de sobra para engrosar el expediente. Se trata de una indagatoria que llevó a cabo la procuraduría veracruzana en 1987.

Según la "versión veracruzana", 14 años atrás, siendo estudiante de leyes, Digna habría tenido una "dificultad" con una compañera de la universidad y para inculparla, se autoapuñaló. En consecuencia, la compañera pasó algunos años en la cárcel. Finalmente fue liberada por falta de pruebas. Simultáneamente, en aquella época, Digna, estudiante de leyes en la Universidad Veracruzana (UV), habría escrito dos cartas, una a su hermana Carmen y otra a un novio que tenía en ese entonces, Andrés Lagunes. En las dos cartas ella manifiesta intenciones de suicidarse. Lo extraño es que el original de las cartas obra en poder de la fiscalía, pero al menos Carmen, una de las destinatarias, nunca supo de la misiva que supuestamente le fue escrita.

"Debe ser apócrifa. Yo guardo las cartas y sobre todo las postales que ella me mandaba en esa época, porque ella ya vivía en Jalapa y yo en Coatzacoalcos. Todas son muy amorosas, muy entusiastas. Sus palabras favoritas eran: 'échale ganas' y 'Dios está en todas partes'. Nunca, jamás, mencionó algo tan terrible como quitarse la vida."

Para Carmen es igualmente falsa la versión del autoatentado en Jalapa. "Lo sé porque yo fui quien la encontró sin conocimiento. Ese día ella sabía que íbamos a ir a visitarla. Mi hijo y yo y llevábamos tiempo esperando frente a su puerta a que nos abriera. Sin querer el niño empujó la puerta y estaba entreabierta. Y ahí estaba ella, con una herida en el cuello, desangrándose."

Como el resto de los hermanos, Carmen considera incapaz a Digna de inventar tramas siniestras como las que le atribuyen los fiscales. "No es porque sea mi hermana; muchos se lo pueden decir, ella era de esas personas que si pueden le tienden la mano a cualquiera."

Aunque su nombre ha salido relacionado con una presunta carta que la pone en evidencias suicidas, a Carmen Ochoa nadie, en ningún momento, la ha interrogado al respecto: "Ni las autoridades, ni la prensa", concluye.

Religiosas bajo sospecha

Los primeros pasos de los agentes y peritos se encaminaron a investigar como posibles sospechosos exclusivamente a los compañeros y familiares de la víctima. Con el paso del tiempo, los hermanos fueron descubriendo rastros difíciles de entender. Por ejemplo, el 30 de noviembre, alguien a quien la fiscalía nunca pudo identificar, acudió al registro civil en Misantla y pidió una copia del acta de nacimiento de la víctima. Otro desconocido, o la misma persona, pudo retirar sin dejar rastro el expediente de Digna Ochoa de la Facultad de Derecho de la UV en Jalapa.

Y una de las primeras diligencias de la primera fiscalía fue enviar a la dirección de profesiones de la Secretaría de Educación Pública un oficio solicitando verificar si era legítima la cédula profesional con la que litigaba la abogada.

Notorio, por torpe, fue uno de los interrogatorios del subprocurador Arce a Brigitte, la madre superiora de la congregación de monjas dominicas a la que hasta hacía poco había pertenecido Digna.

-Ustedes Ƒqué tipo de armas usan? -preguntó Arce a la religiosa.

También se empeñó en que sus agentes realizaran una "revisión ocular" al convento. Ante la alarma de la congregación dominica, Bátiz detuvo los ímpetus de su subordinado.

Señalan que desde enero percibieron falta de voluntad política para resolver el caso

Familia de Digna Ochoa exige a López Obrador una pesquisa exhaustiva, profesional y eficaz

Rechazan la propuesta de que se designe un perito externo; queremos nuevos estudios, dicen

BLANCHE PETRICH

La familia de Digna Ochoa y Plácido solicitó la "inmediata intervención" del jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, para asegurar que la investigación del asesinato de la abogada sea "exhaustivo, profesional y eficaz" y demandó a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal que releve al fiscal encargado de investigar el asesinato, Renato Sales, y a su asesor, Enrique Flota.

Según su reclamo, estos dos funcionarios incurrieron en responsabilidad penal al haber hecho un "cabildeo" entre organizaciones locales y extranjeras para promover la hipótesis del suicidio de la abogada, mostrando partes del expediente, que por ley tiene que ser confidencial, y manifestando opiniones personales sobre el caso.

La abogada Bárbara Zamora, representante legal de la familia como parte coadyuvante en la indagatoria, añadió que si el procurador Bernardo Bátiz no aplica las sanciones correspondientes contra el equipo investigador, la familia hará una denuncia formal por la vía de un juicio de amparo. "Y podríamos incluso considerar demandar un cambio de procurador", agregó en una conferencia de prensa en la que estuvieron presentes Eusebio Ochoa López, padre de Digna; seis de sus hermanos -Jesús, Ismael, Esthela, Elia, Ignacio y Agustín-; el médico personal de la víctima, Jorge Arturo de León, y los abogados Lamberto González y Ruiz y Santos García.

"Serias dudas"

El boletín divulgado y la carta entregada al procurador Bernardo Bátiz están firmados, además, por la madre de Digna, Irene Alicia Plácido, quien por enfermedad no pudo viajar al Distrito Federal para participar en la demanda familiar.

En el comunicado, la familia pidió formalmente la revocación de la coadyuvancia del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro "en virtud de que tenemos serias dudas sobre la actuación que ha tenido este organismo".

Jesús Ochoa, a nombre del resto de los hermanos y sus padres, explicó que la confianza al Centro Pro se deterioró a raíz de que se hicieron públicas las argumentaciones de la fiscalía promoviendo la hipótesis del suicidio, que resulta "ofensiva y dolorosa" para la familia. "Estos señores del Pro no se dignaron a comunicarse con nosotros para informarnos sobre lo que estaba ocurriendo." También hay "otras cuestiones" que llevaron a la ruptura con la ONG en la que trabajó su hermana Digna más de 10 años. "Después de muerta Digna, nos enteramos que el director Edgar Cortez hizo un viaje a Washington y ahí la renunció. De eso nos enteramos por terceros."

Interrogado sobre a qué atribuye el que la fiscalía haya puesto el acento en la cuestión personal, en lugar de ahondar en otras líneas, entre ellas las que involucran al Ejército, Jesús Ochoa respondió: "Por incapacidad o porque han recibido línea de otros niveles del gobierno federal". Añadió que ellos empezaron a percibir la falta de voluntad política para resolver el caso "a partir de enero".

Es al gobierno federal y al Ejército, añadió Jesús -que es dirigente del PRD en su natal Misantla- "a quien conviene encubrir el asesinato de mi hermana. Ella fue de las pocas abogadas que se atrevió a llevar militares ante un tribunal para ser careados. Hirió al Ejército en lo más íntimo de su orgullo".

La abogada Zamora y Jesús Ochoa informaron que el Centro Pro y la procuraduría capitalina les propusieron firmar un documento en el que aceptan la intervención de un perito externo, nombrado en forma conjunta, para que valorara las actuaciones judiciales desarrolladas hasta el momento por la fiscalía del caso.

"No lo aceptamos porque vendría sólo a validar lo ya hecho. Así como está planteado, un perito extranjero sólo podría ver lo que ya contiene el expediente para valorarlo. Nosotros pretendemos que se hagan nuevos peritajes. Tenemos otras propuestas. No queremos que nuestro perito venga sólo a cuadrar lo que ya se tiene."

Rechazó la posibilidad de que la investigación sea atraída por la Procuraduría General de la República. Argumentó su desconfianza: "En el pasado, mi hermana enfrentó al Ejército y el actual procurador general era procurador militar. Por lo tanto, el enfrentamiento indirectamente fue con él. Eso lo hace juez y parte. No puede esclarecer este caso".

Insistió en que lo que se le pide al jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador es que "cumpla con el compromiso" que se hizo el 7 de marzo en Washington, en la audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: "Se comprometieron a llevar a cabo una investigación imparcial, transparente y exhaustiva. Eso es lo que queremos que cumpla". Para ello, indicó, la familia Ochoa y Plácido está solicitando una audiencia con el mandatario capitalino.