Políticas de seguridad de países obstruyen al ACNUR: Mérida Morales O'Donnel
Mujeres, 80% de los 21 millones de refugiados en el mundo
ALONSO URRUTIA
Las nuevas políticas restrictivas de seguridad que han instrumentado algunos países han comenzado a dificultar las labores del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) para atender el complejo problema que enfrentan en la actualidad 21 millones de refugiados en el mundo y con ello, la protección de las víctimas se hace más difícil, sostuvo la representante del organismo en México y Centroamérica Mérida Morales O'Donnel.
En el marco de la ceremonia en ocasión del Día Mundial del Refugiado, Morales O'Donnel manifestó que en este año Naciones Unidas dedicó la jornada a las refugiadas, que representan 80 por ciento de las personas que han sido obligadas a migrar.
El secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda deploró que subsistan regímenes autoritarios e intolerantes por razones políticas o raciales que motivan la migración forzada de personas. "La intolerancia arrebata a las personas de su hogar, de su casa, su familia, de su entorno social; la intolerancia despoja a las personas de sus propiedades y sus esperanzas, en definitiva crea refugiados."
Tras destacar la política histórica en materia de refugiados y recordar episodios exitosos, como el caso de los guatemaltecos en los años 80, expresó que hoy se requiere modernizar esa política para adecuarla al mundo que nos toca vivir y enfatizando en el rubro de derechos humanos.
Durante la ceremonia, la responsable de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Miriam Morales Sanhueza, señaló que el próximo año se cumplirán la totalidad de las metas referentes al tratamiento del exilio guatemalteco con la entrega de 3 mil cartas de naturalización y con ello "se habrá concluido exitosamente el refugio masivo guatemalteco".
Mencionó que de los 60 mil guatemaltecos que llegaron a México, 42 mil 737 fueron repatriados de manera voluntaria, del programa que concluyó en 1999. Los cerca de 26 mil restantes decidieron quedarse en el país, aunque de ellos, sólo 11 mil son guatemaltecos refugiados, pues el resto nació en México.
Morales Sanhueza subrayó la tradición mexicana de asilo y refugio, cuyo objetivo central es reconocer la condición del refugiado como forma de respetar el derecho del ser humano a ser protegido por un Estado distinto al suyo.