Revisa la''perspectiva de género'' en
su nuevo libro
Lamas:''fetichización'', rasgo del nexo hombres-mujeres
La izquierda mexicana no ha sabido incorporar un discurso
feminista de avanzada, considera la especialista
ARTURO JIMENEZ
La izquierda mexicana no ha sabido incorporar un discurso
feminista de avanzada que reconozca que sí hay una diferencia sexual
entre mujeres y hombres, más allá de las tradicionales demandas
de ''igualdad" entre los sexos o de la llamada ''perspectiva de género",
señala la investigadora Marta Lamas.
En
su nuevo libro Cuerpo: diferencia sexual y género (Taurus),
la antropóloga y feminista revisa la perspectiva de género,
el cual, dice en entrevista, en 30 años ha experimentado un proceso
de ''fetichización" y ha avalado visiones reduccionistas acerca
de la relación hombres-mujeres. En esto no sólo influye lo
cultural y lo social, indica, sino lo biológico y lo síquico.
El volumen reúne cinco ensayos escritos durante
los pasados 15 años por la directora del Grupo de Información
en Reproducción Elegida (GIRE) y de la revista Debate Feminista,
los cuales muestran la evolución de sus reflexiones sobre el tema.
''Me he ido corriendo de lugar, pero no en lo político,
pues sigo luchando por lo mismo. Pero sí en el sentido de que los
anteojos intelectuales con los que en este momento veo la relación
entre hombres y mujeres son más distintos. La visión es menos
voluntarista, menos de que las cosas se pueden cambiar simplemente con
leyes o con decisiones impuestas."
Esta crítica a la fetichización de la perspectiva
de género que se plantea en el libro lo convierte de alguna manera
en una revisión del discurso feminista.
No sé si del discurso o más bien de las
categorías con las que se trabaja, que no pueden ser algo inamovible.
En 30 años el feminismo en México funcionó para entender
muchas cosas, pero no puede mantenerse aislado e inmune al desarrollo intelectual
y político.
''Sigo reivindicando la validez de la categoría
de 'género' siempre y cuando se entienda que no podemos borrar la
diferencia sexual. Pero usar de forma exclusiva la perspectiva de género
sin tomar en consideración las diferencias sexuales, sin entender
que hay procesos y cuestiones derivadas de la complejidad que es el cuerpo,
es muy limitante."
Lo biológico y lo síquico
-¿Cuáles serían las cuestiones a
retomar de, por ejemplo, las neurociencias para renovar el pensamiento
feminista?
-Se debe dar a lo biológico un estatuto importante
sin caer en el determinismo. Debe comprenderse que tenemos procesos bioquímicos
que hacen distintos a hombres y mujeres. Por ejemplo, las neurociencias
plantean que los hemisferios cerebrales de unos y otras son distintos a
causa de sus sexos. Los tres aspectos del cuerpo: carne, mente e inconsciente
están muy imbricados y es difícil tomar una de esas líneas
y decir que las otras no son importantes.
Acerca de las diferencias síquicas, plantea un
ejemplo: ''Las mujeres podemos argumentar muy bien, y lo ha hecho el feminismo,
sobre la importancia de que los hombres descubran la maravilla de ser padres,
de ocuparse de un bebé, etcétera. Pero el nivel de compromiso
troquelado que implica llevar un hijo en el cuerpo es distinto en los hombres
que en las mujeres".
-Entonces la ''igualdad" entre los sexos tiene que pasar
por el reconocimiento de las diferencias.
-Como seres humanos hombres y mujeres somos iguales y
habrá toda una reivindicación respecto de esa igualdad, como
ciudadano y ante ciertos derechos. Ahora, como sexos, somos distintos.
Y tendremos que introducir y reconocer en ciertas instancias esa diferencia.
''Hasta ahora lo único exclusivo de los hombres
es la capacidad de fecundar a las mujeres. Y las mujeres son las únicas
que pueden concebir, gestar, parir y amamantar. Todo lo demás es
simbólico. El que no pueda haber una papisa en el Vaticano o una
presidenta de la República no tiene que ver con la diferencia sexual,
sino con el género. Las prohibiciones de lo que se vale para los
hombres y lo que se vale para las mujeres de alguna manera sí arrancaron
de la diferencia sexual, hace siglos, pero ahora muchas ya no se sostienen."
Discurso anticuado
-¿La fetichización de la perspectiva de
género cómo afecta el desarrollo del pensamiento y de la
acción feministas?
-Ha hecho que las activistas del movimiento tengan un
discurso poco complejizado. Aunque en términos de las intelectuales
del movimiento, de los centros de estudio y todo eso hay una mirada más
crítica. El discurso común y corriente de las activistas
del movimiento está muy cosificado y ha caído en una actitud
muy victimista: las mujeres son víctimas, buenas, maravillosas;
los hombres son agresores, violadores, etcétera. Y no han podido
avanzar.
''Creo que estas son unas de las razones por las cuales
las generaciones jóvenes no se acercan tanto al movimiento, porque
es un discurso anticuado, que no da cuenta de la complejidad y de los cambios,
que no ha sido capaz de ver que los hombres se han movido de lugar en estos
30 años.''