Madrazo, promotor del porrismo, acusan
El ascenso de Roberto Madrazo Pintado a la dirección del PRI ha otorgado un nuevo impulso a los grupos de porros, denuncia David Vega Becerra, director de la Vocacional 5 del Instituto Politécnico Nacional, quien ha sido objeto de amenazas y agresiones por sus denuncias públicas.
Sostiene que el centro operativo de los grupos de porros del IPN está en el Frente Juvenil Revolucionario del PRI-DF que encabeza Jorge Schiaffino Isunza, donde opera políticamente Isaac Ochoa, alias El Ochoa, quien funge como enlace entre el aparato político del PRI y los cuadros de porros.
"En el Frente Juvenil del PRI-DF está la articulación política", afirmó Vega Becerra en entrevista. "Allí se planean y realizan operativos como la valla de porros que escoltó a Roberto Madrazo Pintado a las oficinas del CEN del PRI el día en que se daba a conocer el resultado oficial del proceso interno. Allí estaban Isaac Ochoa, Mario Hernández Castellanos, El Donky, y Raúl Pablo Moreno Carrión, El Chabacano", detenido hace 15 días por la Policía Judicial del Distrito Federal a raíz de denuncias por agresión presentadas por alumnos de esa escuela.
Incluso, el mismo académico ha sido objeto de agresiones. El año pasado, el 19 de julio, fue asaltado. "Me robaron el auto y me dispararon, aunque sólo me provocaron un rozón. Y eso fue en represalia por mis denuncias públicas", agregó. "Según versiones que me llegaron, se trató de un mensaje de Santiago Alfonso Torres Saavedra, El Johnny, en el sentido de que se trató sólo de un toque de violencia".
Los porros, además, persistieron en administraciones anteriores del IPN en que Vega Becerra debía ser separado del Poli, particularmente en la época en que Diódoro Guerra mantenía relaciones estrechas con Osvaldo López, actual secretario de Gestión Social de la CNOP. "Pidieron mi salida, e incluso intentaron en varias ocasiones tomar la escuela sin éxito, ante el rechazo de profesores y alumnos".
Vega Becerra informó, además, de que hay indicios de que los porros se financian por la extorsión de estudiantes que pagan para no ser golpeados, y del chantaje a comerciantes establecidos y ambulantes, que les deben pagar cuotas de protección.
Según el directivo, la relación entre los porros y el PRI se fortaleció cuando el IPN estaba en manos de cuadros políticos surgidos precisamente del Revolucionario Institucional.