Es la primera aplicación de la ley de
transparencia gubernamental: director del AGN
Desde hoy se dará acceso al público a
los documentos de la guerra sucia en México
La revelaciones que salgan implicarán meses y
años de consulta, afirma Herrera
ALONSO URRUTIA
Desapariciones, seguimiento de organizaciones y personajes
políticos connotados, durante la época de mayor movilización
social en el país, así como los enigmáticos documentos
castrenses sobre la guerra sucia y el movimiento estudiantil de
1968 serán objeto de consulta pública a partir de que este
mediodía, el presidente Vicente Fox oficialice la apertura de los
documentos concentrados en casi 5 mil cajas, los cuales avalan la versión
oficial de los acontecimientos.
Siete meses después del anuncio presidencial que
ofrecía la apertura de los archivos de la Secretaría de la
Defensa Nacional y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional,
este mediodía en el antiguo Palacio de Lecumberri, sede del Archivo
General de la Nación (AGN), se concretará el acceso público,
como parte de las acciones gubernamentales para desentrañar esa
época del pasado.
Junto
con la creación de la Fiscalía Especializada para la Investigación
de los Movimientos Sociales y Políticos del pasado, forman hasta
ahora las dos acciones para investigar lo ocurrido aquellos años.
Empero, aún falta la creación del comité interdisciplinario
que, se anunció, evaluaría las formas y procedimientos de
apoyo a las víctimas y ofendidos por los hechos del pasado, según
lo ofrecido en el Acuerdo del 27 de noviembre de 2001, en el que se anunciaron
todos las acciones.
Sin duda, los documentos que atraen la mayor atención
son los enviados por la Defensa Nacional, cuyo volumen, sin embargo, apenas
representa 10 por ciento del conjunto de documentos enviados, comenta el
director del Archivo Histórico Central, Juan Manuel Herrera.
En su mayoría, son informes provenientes del Cisen,
mismos que agrupan los archivos de la Dirección Federal de Seguridad
y la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales. "Las
revelaciones que saldrán de estos nuevos documentos -subrayó
Herrera- implicarán meses y años de consulta." Y agrega que
la consulta de los documentos de la guerra sucia y de 1968, entre
otros, representará propiamente la primera aplicación práctica
de la Ley de Transparencia Gubernamental y Acceso a la Información,
dado el esquema que operará para garantizar el acceso a la información.
-Da la impresión de que se tardaron mucho tiempo
desde que se anunció su apertura, hace siete meses.
-En realidad no son siete meses. En el acuerdo presidencial,
el envío de los archivos tenía fijado un plazo de 90 días,
razón por la cual fue en marzo cuando llegaron los documentos aquí,
por lo que no han pasado tres meses desde entonces; además ese tiempo,
para lo que implica la organización de archivos, es realmente muy
rápido. Lo que pasa aquí es que para la sociedad no es una
espera de meses, sino de tres décadas para conocer esta parte de
la historia.
Y es que la apertura de archivos implicó la remoción
de la galería 1 de 200 mil rollos de microfilm y 10 mil cajas de
documentos referentes a un tema que hasta hace poco tiempo era muy recurrente
entre los investigadores. Será pues esa galería la que mayor
movimiento tenga en el Antiguo Palacio de Lecumberri. Las crujías
donde antaño se recluían a los presos políticos hoy
darán albergue a parte de esa historia desconocida.
Si bien para algunas organizaciones, como el Comité
Eureka, la apertura de los archivos no tiene mayor relevancia en la búsqueda
de la justicia, los alcances que podrá tener en el conocimiento
histórico de esa faceta reciente del país son "muy importantes",
a decir del responsable del Archivo Histórico Central.
Su apertura representa, declaró el secretario de
Gobernación, Santiago Creel, una suerte de sustituto de la Comisión
de la Verdad que demandaban algunos actores para investigar el pasado,
lo cual resultaba inviable jurídicamente para la dependencia. Serán
millones de mexicanos quienes podrán consultar los archivos del
pasado, ha sido su argumentación para justificar el esquema adoptado.
La organización que tenía el Cisen en sus
archivos, dijo Herrera, permitirá sin duda tener un acceso menos
complicado del que en su momento tuvo la primera documentación enviada
por la Secretaría de Gobernación, en 1982, que abarca la
década de los 60 y una parte de los 70. Sin embargo, los millones
de fichas que envió el Cisen no servirán como catálogo
para la consulta del conjunto de documentos, sino que formarán parte
de la consulta.
En las previsiones del AGN destacan esquemas de control
para la salida de los mismos y la garantía de que realmente sean
auténticos: la expedición de copias certificadas en el caso
de los documentos incluidos en las 4 mil 223 cajas del Cisen.
En tanto, el subsecretario de Gobierno del DF, Alejandro
Encinas, señaló que la administración capitalina entregará
a la Fiscalía de la Procuraduría General de Justicia del
Distrito Federal, encargada de esclarecer las muertes relacionadas con
el movimiento estudiantil de 1968, los ocho expedientes que tiene en su
poder de personas desaparecidas durante esa época.
Encinas dijo que hay especialistas que continúan
investigando otros expedientes de la ex penitenciaría de Lecumberri
y la cárcel de Santa Martha proporcionados por la PGR para determinar
si hay más desaparecidos del movimiento estudiantil.