Dice que el jugador portugués le propuso
empatar el partido
El coreano Young-Pyo acusó a Figo de complot
AGENCIAS
Lisboa, 16 de junio. Mientras el defensa coreano
Lee Young-Pyo reveló en Seúl que el portugués Luis
Figo le propuso jugar para facilitar el empate, con el que ambos conjuntos
salieran beneficiados para avanzar a octavos de final, la selección
de Portugal, eliminada en la primera ronda del Mundial, tuvo una discreta
bienvenida a llegar a Lisboa.
Young-Pyo
explicó a los periodistas que, en un principio, no había
entendido lo que el mejor jugador del mundo 2001 le estaba planteando,
cuando Corea del Sur vencía 1-0 a Portugal, y tras el encuentro,
Figo se mostró muy perturbado.
Según el sudcoreano, el jugador madridista le propuso
en la reanudación del partido en Incheon "jugar para facilitar el
empate'', y "en ese momento no entendía qué era lo que me
decía, por lo que no le hice caso'', afirmó el defensa, quien
adujo que no sabía que Polonia le estaba ganando a Estados Unidos
(3-1) en el otro encuentro simultáneo.
De haberse conseguido el empate, ambos equipos habrían
clasificado a la segunda ronda, en detrimento de los estadunidenses, aunque
los coreanos finalmente pasaron a octavos de final.
En Lisboa, centenares de aficionados criticaron al presidente
de la Federación Portuguesa de Futbol, Gilberto Madail, así
como a algunos jugadores, entre ellos Paulo Sousa y Joao Pinto, este último
acusado de agresión por el árbitro argentino Angel Sánchez
cuando lo expulsó durante el choque entre coreanos y portugueses
que determinó la marginación de los lusitanos.
No obstante, Pinto, quien podría ser sancionado
con dos años luego de que se analice su caso y el video ante la
FIFA, recibió un ramo de flores de una anciana cuando abandonaba
el aeropuerto; en cambio el delantero del Burdeos francés Pauleta,
que marcó un triplete ante Polonia, fue recibido con aplausos, al
igual que Conceigao y Couto.
El seleccionador Antonio Oliveira, cuya renuncia ha sido
pedida por aficionados y medios, decidió viajar directamente a Oporto,
donde tuvo una acogida hostil por parte de los hinchas.
La acción de Pinto obligó hoy a la FIFA
a recordar a los jugadores que no deben tocar a los colegiados bajo ninguna
circunstancia. "Como norma general, los árbitros no pueden ser tocados'',
incluso "si se trata de un gesto amistoso, pues podría malinterpretarse'',
dijo el portavoz, Keith Cooper.