COREA JAPON 2002
Trapattoni se enfrenta al holandés Hiddink
En duelo de estrategas chocan Italia y Sudcorea
Asegura Totti que el público no lo asusta
DPA Y REUTERS
Cheonan,
Corea del Sur, 16 de junio. Los aficionados los veneran, los jugadores
los obedecen y los contrarios les temen: son Guus Hiddink y Giovanni Trapattoni,
dos entrenadores de gran calibre que se enfrentan este martes en octavos
de final del Mundial al mando de Corea del Sur e Italia, respectivamente.
El holandés errante, al que se considera héroe
nacional en Corea, y el maestro de la constelación de estrellas
italianas disfrutan de una reconocida fama en el mundo del futbol y son
los favoritos de las masas, pero este martes lucharán a muerte por
el pase a cuartos de final.
"Trapattoni es finalmente un seleccionador de los corazones",
elogia la prensa italiana, mientras en Corea incluso las leyes se rinden
ante Hiddink, a quien el gobierno le ofreció la nacionalización
tras el primer pase del equipo para octavos de final, a pesar de que no
tiene más de cinco años de estancia, no domina el idioma
y no conoce bien la historia del país, requisitos indispensables.
El holandés, que hasta ahora ha ganado un millón
de dólares, ha conseguido afilar las uñas de los antaño
inofensivos jugadores surcoreanos. "Antes nunca confié realmente
en enfrentarme al contrario. El me enseñó a perder el respeto",
dijo el volante Nam Il Kim.
Hiddink rompió con la arraigada cultura de jerarquía
en el equipo, en el que ahora existe una sana rivalidad entre los jugadores,
algo impensable hace unos años. Un joven futbolista jamás
habría osado disputarle el puesto a un veterano, pues eso hubiera
contradicho los rígidos principios orientales de respeto a los mayores.
Trapattoni todavía reúne más méritos.
Su reputación como seleccionador es reconocida por todos y es considerado
el inventor del catenaccio. "Es como cuando se elige al Papa, un
hombre sobre el que todos están de acuerdo", escribió La
Gazzetta dello Sport.
En Alemania, Trap se convirtió en una figura
de culto tras su ataque de ira en una rueda de prensa, en la que dijo que
sus jugadores eran "débiles como una botella vacía".
Para
el duelo ante los coreanos, el técnico deberá hacer alarde
de estrategia, ya que Italia se quedó sin centrales por la lesión
de Alessandro Nesta, que está en duda, y la suspensión de
Fabio Cannavaro.
Pese a todo, el astro Francesco Totti confía en
su escuadra. "Corea me ha sorprendido. Está muy bien organizada
defensivamente, pero a nivel técnico somos superiores", expresó,
y sobre la presión del público local señaló:
"No me puede asustar jugar ante unos 40 mil espectadores cuando en Italia
estoy muchas veces ante 80 mil".
Sin embargo, un recuerdo permanece en la mente de los
azzurri: en el Mundial de 1966 la poderosa Italia vivió uno
de los capítulos más ignominiosos de su historia. Después
de derrotar a Chile por 2-0 y de perder ante la Unión Soviética
por 0-1, Italia necesitaba vencer a la débil Corea del Norte para
llegar a cuartos de final. Con una alineación que incluía
nombres como Gianni Rivera y Sandro Mazzola, los italianos cayeron 1-0
con gol de Doo Ik Pak, quien se ha convertido en un fantasma que persigue
a los italianos.