Los cambios constantes de funcionarios, el ejemplo
El GDF no da la importancia debida al tema penitenciario:
Enoé Uranga
RAUL LLANOS SAMANIEGO
Durante los últimos cuatro años y medio,
las autoridades capitalinas han tenido que cambiar hasta en cinco ocasiones
a los directores generales de reclusorios, lo que implica que cada uno
de esos funcionarios ha durado en el cargo poco menos de 11 meses, revelan
documentos oficiales de la Dirección General de Prevención
y Readaptación Social (DGPRS). Hay desde los que dejaron el cargo
para sumarse a otras labores hasta los que están siendo investigados
por la Contraloría General del Distrito Federal, por presunto manejo
irregular de recursos.
Al referirse al tema, la presidenta de la Comisión
de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa (ALDF), Enoé Uranga,
sostuvo que el paso tan veloz que han tenido los funcionarios en la DGPRS
se debe a que "el asunto penitenciario siempre ha estado en el último
lugar de las prioridades de las autoridades de esta ciudad.
De acuerdo con el texto oficial, en la administración
de Cuauhtémoc Cárdenas, en 1997, inició labores en
la entonces Dirección General de Reclusorios Julio Alberto Pérez
Benítez, a quien siguió Carlos Tornero Díaz, quien
durante mucho tiempo estuvo bajo los ataques de los partidos de oposición,
hasta que dejó el cargo.
Lo relevó Jaime Alvarez Ramos, quien terminó
al concluir la administración de Rosario Robles, pero fue ratificado
para continuar con Andrés Manuel López Obrador, con quien
permaneció poco tiempo y después renunció al tiempo
que la Contraloría General del Distrito Federal aceptaba que se
le estaba investigando por adquisiciones presuntamente anómalas
y que implicaban compras por 20 millones de pesos.
Ya como Dirección General de Prevención
y Readaptación Social llegó Jaime Gutiérrez Quiroz,
quien fuera designado por el entonces subsecretario de Gobierno, Francisco
Garduño. Se comenta, incluso, que nunca fue ratificado en el cargo
y sólo estuvo como encargado del despacho. Una vez que se dieron
cambios en la estructura de gobierno y llegó Alejandro Encinas a
relevar a Garduño Yáñez, también salió
Gutiérrez Quiroz, a quien finalmente suplió en el cargo el
actual titular, Héctor Cárdenas San Martín.
Para la legisladora de Democracia Social, Enoé
Uranga, desde 1997 a la fecha "no se ven cambios importantes en los reclusorios
de esta capital. En su interior sigue la corrupción, tráfico
de drogas, homicidios y demás vicios y problemas que requieren urgente
solución a corto plazo, pero que garanticen las condiciones de gobernabilidad
en el largo plazo".
De hecho, consideró, el presupuesto del Gobierno
del DF para el rubro de reclusorios "no se ha incrementado en nada, y en
cuanto a la posibilidad de establecer una estrecha coordinación
con la Asamblea Legislativa para avanzar en la solución de los problemas,
pues nunca hubo nada, apenas ahora estamos nuevamente sentándonos
a la mesa para atender los asuntos pendientes".
Enoé Uranga manifestó que durante la gestión
de Francisco Garduño todo fue confrontación y ruptura, a
pesar de que había el compromiso de ir a fondo en la solución
de la problemática en el sistema de reclusorios. Añadió
que la situación fue tal que los diputados locales llegaron en un
momento a reconocer sólo como interlocutor con la ALDF para estos
asuntos al mismo secretario de Gobierno, José Agustín Ortiz
Pinchetti.