Con el paro pretenden obtener lo que no han
ganado en las urnas, reitera Aznar
Rompen diálogo en España para fijar un
mínimo de servicio de transporte en la huelga
Invaden campesinos una finca de 5 mil hectáreas
en protesta por el decretazo
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 16 de junio. Después de más
cinco horas de negociaciones, el gobierno español, del conservador
José María Aznar, y los sindicatos mayoritarios, Comisiones
Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), convocantes
de la huelga general del próximo 20 de junio, rompieron el diálogo
que pretendía fijar los servicios mínimos en el transporte.
El gobierno fijará esta cuota el lunes vía
decreto, mismo que se publicará en el Boletín Oficial
del Estado y será recurrido por los sindicatos ante el Tribunal
Supremo.
Mientras,
Aznar, en entrevista con el diario ABC, reiteró que la huelga
general no tiene justificación. "No hay causa ni razón para
ello" sostuvo.
"Me parece que se quiere utilizar el instrumento de la
huelga para obtener lo que las urnas han negado. Y eso es una profunda
equivocación", señaló Aznar, en alusión a la
oposición socialista que apoya la huelga de los sindicatos en protesta
por la reforma del sistema de prestaciones por desempleo. "Nosotros seguimos
teniendo un mandato desde marzo de 2000, avalado por más de 10 millones
de votos, que consiste en gobernar y aplicar un proyecto político
y un programa profundamente reformista."
Así, la mesa formada entre representantes del ministerio
de Fomento y de los sindicatos CCOO y UGT no llegó a un acuerdo
sobre los servicios mínimos que tendrán que cumplir los trabajadores
en el sector del transporte público durante el paro nacional del
próximo jueves, la víspera de la cumbre de jefes de Estado
y gobierno de la Unión Europea (UE) en Sevilla, la última
que presidirá Aznar como presidente de turno de Los Quince.
Una vez que todas las fuerzas sindicales del Estado español
decidieron movilizarse contra la reforma a la ley de protección
al desempleo, aprobada vía decreto por el Ejecutivo y que reduce
drásticamente los derechos laborales de cerca de 2 millones de personas
sin trabajo; se iniciaron las negociaciones entre comunidades autónomas
y delegaciones sindicales para fijar los servicios mínimos en sectores
públicos como educación, transporte, salud y seguridad privada.
Sin embargo, las negociaciones que entabló el Ejecutivo
con los sindicatos para establecer la cuota del transporte público,
sobre todo el aéreo, fracasaron tras la rigidez de la propuesta
de los representantes del gobierno, que incrementaron sensiblemente los
servicios mínimos en este sector respecto de la última huelga
general, en enero de 1994, al ser inflexible en garantizar el flujo aéreo
habitual.
El ministerio de Fomento exigió a los sindicatos
que todas las compañías puedan fletar al menos un vuelo de
ida y vuelta con origen en cada aeropuerto español y con destino
al resto del mundo, propuesta que fue justificada por la variación
"sustancial" del sector, que de estar en 1994 monopolizado por Iberia,
hoy cuenta con numerosas compañías.
En el transporte ferroviario sí hubo acuerdo y
de no haber alguna variación, el servicio quedará en 25 por
ciento, el mismo que se ha aplicado en prácticamente todas las comunidades
autónomas.
En todo caso, los sindicatos anunciaron que presentarán
un recurso contra el decreto de los servicios mínimos ante el Tribunal
Supremo que, sin embargo, no tendrá ninguna incidencia en la huelga
general, ya que resolverá la interpelación judicial en al
menos un mes. Los delegados sindicales criticaron que el gobierno los haya
convocado a la reunión hasta hoy, un día antes de la fecha
límite para fijar estos criterios, cuando recibió la propuesta
sindical desde el pasado 6 de junio.
Por parte de CCOO, el responsable de organización
de la Federación de Comunicación y Transporte, Florentino
Rodríguez, resaltó que las mayores discrepancias se dieron
en el transporte aéreo, pues "el gobierno no pretende dictar servicios
mínimos, sino que más bien se pliega a las peticiones de
las empresas".
Desde la convocatoria de la huelga general se han realizado
en todo el país protestas, manifestaciones y actos de solidaridad
con los trabajadores, a las que se sumó hoy la ocupación
de una finca de un miembro de la realeza española, la duquesa Cayetana
de Alba, en protesta por el decretazo.
Cerca de mil jornaleros del campo, uno de los sectores
más afectados por la reforma, en la que se suprime una ayuda vital
para el sostenimiendo de miles de familas campesinas del sur de España,
decidieron plantarse en la finca de 5 mil hectáreas en Córdoga.
La familia De Alba tiene cerca de 34 mil hectáreas en todo el país,
con lo que la selección del rancho a ocupar fue estudiado por las
fuerzas sindicales. Los jornaleros, que pasaron su primera noche en la
finca, llegaron en autobuses desde pueblos limítrofes, ocuparon
pacifícamente el terreno y desplegaron las pancartas con sus reivindicaciones,
como el reclamo de tierra para los campesinos.