Exigen prestadores de servicios turísticos tipificar el delito como grave en el país
Sumaron 85 mdd los fraudes por clonación de tarjetas de crédito en 2001, advierten hoteleros
Llaman a legisladores a promover más seguridad para visitantes nacionales y foráneos
Los fraudes por clonación de tarjetas de crédito ascendieron a 85 millones de dólares durante 2001 y el delito afectó de manera significativa a los prestadores de servicios turísticos, denunció el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), Miguel Torruco Marqués.
El dirigente de los hoteleros exigió homologar la tipificación de este delito como grave en todo el territorio nacional. ''Los hoteleros del país hacemos un llamado, un exhorto, un reclamo a los legisladores para que promuevan más seguridad para nacionales y extranjeros; necesitamos que quienes se aprovechan de nuestros bolsillos clonando tarjetas o reproduciendo información de los plásticos sean castigados con todo el rigor de la ley, sin contemplaciones'', manifestó.
Explicó que al cierre del año 2001 se contabilizaron fraudes por 85 millones de dólares en todo el país por clonación de plásticos o uso de información relacionada como números confidenciales, datos del propietario e incluso asaltos y falsificación de firmas.
Torruco Marqués destacó que la defraudación a turistas extranjeros cometida a través de sus tarjetas de crédito ascendió a un millón 227 mil dólares entre 1999 y el año 2001, factor que consideró altamente negativo para la imagen del país y contraproducente para atraer más turismo internacional.
De los 85 millones de dólares que los delincuentes lograron obtener a través de la clonación durante 2001, 5 millones provinieron de usuarios de tarjeta de crédito con residencia en Nuevo León, donde la clonación y uso indebido de tarjetas de crédito no está penado por la legislación local, lo cual ocurre también en otras entidades.
El dirigente Torruco Marqués hizo un llamado a las autoridades judiciales de cada entidad para trabajar y lograr que este delito sea castigado pero no con medidas menores, sino que sea considerado un delito grave, lo que ameritaría una pena alta por ir en contra del patrimonio de los afectados.
El líder de los hoteleros destacó que todos los prestadores de servicio se han visto afectados por los delitos cometidos por los defraudadores, toda vez que los visitantes nacionales y extranjeros pierden la confianza de facilitar sus plásticos para el pago de servicios y consumos, pero además moderan sus gastos de traslado, alimentación y hospedaje.
MIRIAM POSADA GARCIA