Denuncian presión y amenazas; su lucha
data de 1970
Ejidatarios exigen pago justo por tierra expropiada
en BC
El aeropuerto internacional de Tijuana ocupa la superficie
MATILDE PEREZ U.
Tres décadas después de la expropiación
de 320 hectáreas para la construcción del aeropuerto internacional
Abelardo L. Rodríguez en la mesa de Otay, Tijuana, los beneficiarios
del ejido Tampico esperan el pago justo por sus tierras. Desde entonces
los ejidatarios, y después sus hijos y nietos, han acudido al Poder
Legislativo y a los gobiernos estatal y federal "en busca de justicia".
El caso lo presentaron a Vicente Fox durante su campaña
presidencial, quien les prometió que sería uno de los primeros
asuntos que atendería si llegaba a Los Pinos. En efecto, el presidente
de la Comisión de Avalúos de Bienes Nacionales (Cabin), Juan
Pablo Gómez Morín Rivera, respondió el 18 de octubre
de 2001 que era imposible atender la resolución del magistrado del
Tribunal Unitario Agrario (TUA) con sede en Ensenada de realizar un avalúo
con valor comercial referido a ese año, porque "afectaría
de un modo irreparable al erario federal".
A
la fecha los ejidatarios esperan que Cabin se apegue a la resolución
del magistrado del TUA con sede en Ensenada y no insista en pagar sólo
un millón 165 mil pesos, avalúo que, según el organismo,
corresponde a valor de 1991 y es una "cantidad inferior a la dictaminada"
en 1970. "Estamos ante un galimatías de intereses", apuntó
Julieta Pérez Soledad, secretaria del ejido.
El ejido Tampico se fundó durante la época
del reparto agrario de 1938. El presidente Lázaro Cárdenas
les entregó mil seis hectáreas de temporal a los campesinos,
quienes seis lustros después sufrieron los primeros problemas por
la quita de poco más de la tercera parte de sus tierras. En 1972
les impusieron un nuevo recorte, por 655 hectáreas.
Las tierras que fueron sembradas con maíz, sorgo,
cebada y frijol fueron engullidas por la mancha urbana de Tijuana. Decididos
a continuar con su actividad productiva, los ejidatarios ?a quienes oficialmente
sólo les restaban 31 hectáreas de la superficie original?
se negaron a entregar 79 hectáreas de las 320 expropiadas para el
aeropuerto.
"La exigencia de un pago justo por la tierra entregada
no es un capricho ni un abuso contra el erario", asentó la secretaria
del ejido Tampico. Acompañada por el abogado Cándido Sánchez
Vargas para poner de nuevo sobre la mesa del gobierno federal el asunto,
Julieta Pérez Soledad comentó que durante los más
de 30 años de lucha los ejidatarios, sus hijos y nietos han enfrentado
cercos policiacos, intentos de desalojo, amenazas y diversas presiones
para que se desistan del reclamo de su derecho.
En 1970 el gobierno federal consideró que las tierras
expropiadas para el aeropuerto internacional de Tijuana tenían un
costo de sólo 43 centavos el metro cuadrado, por lo que ofreció
un millón 370 mil 559 pesos a los ejidatarios. Sin embargo, dijo
Pérez Soledad, nunca hubo una notificación oficial a los
propietarios de la tierra, se pretendió omitir el derecho a inconformarse
jurídicamente. En cambio, las autoridades interpusieron tres denuncias
por despojo contra los ejidatarios.
La ejecución legal de la expropiación de
las 320 hectáreas no se aplicó hasta el 28 de julio de 91.
A partir de entonces se reavivó la lucha legal, los ejidatarios
interpusieron los amparos 223/91 y 205/93, y por este último el
TUA del distrito 2 ordenó a la Comisión de Avalúos
de Bienes Nacionales actualizar el cálculo de 1970.
Cabin respondió en enero de 2000 que el avalúo
lo actualizó a 1991 y los trabajos correspondientes los había
concluido el 13 de julio de 1999, al fijar el monto de indemnización
en un millón 165 mil 921 pesos, por lo que el organismo estaba pagando
36 centavos por metro cuadrado a los ejidatarios.
En ese informe Cabin reconoció que el terreno está
en el centro geográfico de la ciudad de Tijuana, clasificado con
usos mixtos, y cuenta con equipamiento urbano. La mayor superficie la ocupa
el aeropuerto internacional y una proporción de la tierra ?no especifica
cuánto? es utilizada por los ejidatarios, quienes tienen granjas
porcinas, estacionamientos de tráiler, unidades deportivas y casas
habitación.
Frente a la actitud de Cabin, los ejidatarios pidieron
la intervención de la titular del Comité de Información,
Gestoría y Quejas de la Cámara de Diputados, Lorena Martínez
Rodríguez. El presidente de Cabin, Juan Pablo Gómez Morín
Rivera, insistió en que la solicitud del magistrado del TUA con
sede en Ensenada es improcedente porque rebasa los alcances de la sentencia
del tribunal con sede en Mexicali, el cual estableció que la actualización
del avalúo debería realizarse a julio de 1991.
"Practicar el avalúo referido a valor comercial
de 2001 implica valuar los terrenos expropiados con la plusvalía
que han adquirido con la construcción del aeropuerto de Tijuana
y la dotación de los servicios públicos introducidos por
el gobierno federal (...) eso afectaría de modo irreparable al erario
federal", expuso el presidente de Cabin en el oficio P/366/01, del 24 de
octubre de 2001.
Así, los ejidatarios siguen luchando para que se
les pague "lo justo" por sus tierras que, de acuerdo con el avalúo
que realizó para ellos Miguel Manuel Miranda Ibarra, tienen un precio
de 2 mil 808.4 millones de pesos.