Los argumentos de Drucker y Serrano
Las quejas del coordinador de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), René Drucker, acerca del retraso en la entrega de recursos para investigación, surtieron efecto. El científico explicó que el viernes pasado apareció en la cuenta de banco de la universidad un depósito de casi 16 millones de pesos, que sumado a la entrega anterior hace un total de más de 21 millones de pesos.
Dijo que los científicos de la máxima casa de estudios están muy contentos, luego de la sequía de recursos que padecieron", pero consideró que esta situación debe cambiar, porque los proyectos de investigación "no pueden esperar".
Indicó que sus protestas, publicadas en este diario el 10 de junio pasado y que provocaron un pronunciamiento de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, se debieron a que el 4 de junio habían registrado apenas un depósito de 5 millones 130 mil pesos y fue hasta el 15 de junio que el banco le informó de una entrega de 15 millones 943 mil pesos.
La versión del Conacyt es diferente. El director adjunto de Investigación Científica, Alfonso Serrano Pérez Grovas rechazó las quejas del investigador de la UNAM y aseguró que en 2001 a esa institución se le asignaron 180 millones de pesos para proyectos de investigación, lo que representa la "cifra más alta de su historia".
Aseguró que la entrega de estos recursos no "depende de que alguien proteste o no", sino de los habituales procedimientos administrativos. En ese sentido, refirió que hasta el 10 de junio pasado el Conacyt había depositado 19 millones 812 mil 895 pesos en la cuenta universitaria, con lo que había cubierto 90 por ciento del pago del primer cuatrimestre y 60 por ciento del segundo. "Los pagos se están haciendo con normalidad", insistió.
Aclaró que el consejo acordó con la universidad y con el resto de las instituciones educativas que los pagos para proyectos de investigación se hacen en nueve cuatrimestres y no en una sola entrega como plantea el doctor Drucker, al señalar que sólo se le ha dado 7 por ciento de lo que le corresponde en tres años.
En medio de estos dimes y diretes, la buena noticia es que los científicos universitarios ya podrán disponer de recursos para poner en marcha sus proyectos de investigación. (CLAUDIA HERRERA)