REPORTAJE
Causa también baja calidad educativa y un desarrollo
económico ínfimo
La emigración entre las etnias de Durango favorece
la deserción escolar
En las zonas indígenas de Durango, según
estadísticas de la Secretaría de Educación Estatal,
existen alrededor de 9 mil 500 personas en edad escolar. Sin embargo, sólo
75 por ciento de ellos acude regularmente a escuelas debido a diversos
factores que propician su deserción. Casi 5 mil 500 niños
y adolescentes indígenas duranguenses cursan primaria y prescolar,
el resto están en nivel secundaria y muy contados siguen la educación
media superior y profesional
SAUL MALDONADO CORRESPONSAL
Durango, Dgo., 15 de junio. El maestro indígena
Anatolio Macías García sostiene que la situación en
regiones étnicas "es muy complicada" debido a la carencia de un
programa educativo adecuado a la realidad inmediata de los alumnos.
También
favorecen a las malas condiciones educativas las disputas entre los maestros
dependientes del departamento de Educación Indígena de la
Secretaría de Educación Estatal (SEE), la deserción
de alumnos y la alta rotación de profesores, quienes reciben "sueldos
muy bajos".
Antonio Aguilar Reyes, miembro del Consejo Técnico
de Educación Indígena de la entidad, por su parte, manifiesta
que los programas educativos dirigidos a etnias "necesitan una mejor infraestructura,
porque en ocasiones hay escuelas que llegan a tener 50 alumnos con un solo
salón de clases y un solo maestro".
Añadió que a esta problemática se
suma el que los maestros rurales "tienen bajo perfil educativo, no saben
cómo hablarle a los niños indígenas ni cómo
tratarlos y menos saben tratar a tantos alumnos de diferentes edades".
Aguilar Reyes y Macías García coincidieron
en señalar que en muchos casos los maestros enviados a la región
indígena no terminan el ciclo escolar por lo retirado que se encuentra
la escuela en la que les tocó impartir clases. Ante esta situación,
otro profesor debe continuar la labor que un primer mentor dejó
inconclusa. A esto se agrega el magro salario que reciben los docentes
en zonas étnicas, que va de mil 200 a mil 900 pesos quincenales.
Como ejemplo de la desproporción entre el costo
de productos y los honorarios a maestros, Macías García citó
que en esas regiones un refresco embotellado llega a valer nueve pesos.
Para Guillermo Morales Aguilar, titular del departamento
de Educación Indígena de la SEE, la deserción escolar
entre la etnias duranguenses ha disminuido porque el programa Progresa
retira becas a niños indígenas que faltan a la escuela por
cuatro días sin razón justificada.
Grupos étnicos pretendieron controlar el departamento
de Educación Indígena
Pero no sólo la situación económica
de los maestros y las deficiencias en programas educativos han generado
el baja escolaridad entre las etnias de Durango.
El año pasado dirigentes indígenas realizaron
huelgas de hambre con la intención de que el gobierno estatal les
entregara la titularidad del mencionado organismo.
Asimismo, la disputa entre tepehuanos de Durango y ejidatarios
de Zacatecas, por un predio de más de 5 mil hectáreas en
el municipio de Bernalejo, provocó que un elevado número
de niños abandonara sus clases al verse obligado a acompañar
a sus padres durante más de 15 días a un plantón
que realizaron en la frontera con la entidad vecina.
Las distancias provocan que no acudan a las aulas
Según
Guillermo Morales, una causa que ha provocado que 25 de cada 100 indígenas
en edad de estudiar no acudan a las aulas es la distancia de una comunidad
a otra donde está la escuela.
Refirió que en algunos casos los niños deben
salir de sus casas a las seis de la mañana y caminar tres horas
para llegar a su salón de clases. Luego de asistir a la escuela,
esos niños suelen volver al seno familiar alrededor de las 18 horas,
sin haber tenido por comida más que un vaso de leche.
El director de Educación Indígena se refirió
a los desayunos escolares que proporcionan escuelas primarias, los cuales
"desafortunadamente sólo consisten en un vaso de leche si ésta
no se ha echado a perder, y si bien les va una galleta, y eso es el alimento
de algunos niños en 12 horas, razón por la cual muchos prefieren
quedarse a ayudar a sus padres".
A lo anterior se añade que los indígenas
de Durango requieran buscar trabajo en otros estados, como Nayarit.
Actualmente, en muchas comunidades étnicas duranguenses
sólo existe como opción laboral la crianza de ganado para
uso particular, debido a que la actividad forestal, predominante entre
indígenas, entró en veda desde agosto pasado y la restricción
se levantará hasta agosto de 2011.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social
y el Instituto Nacional Indigenista existen cuatro nuevos proyectos en
la región indígena que, sin embargo, no darán trabajo
a cuantos se dedicaban a labores forestales.
Estos programas involucran una fábrica de golosinas
dirigida por una familia de indígenas, una fábrica de pan
y dos tortillerías.
No obstante, la emigración prevalece entre las
etnias y con ella la deserción escolar, que favorece la baja calidad
educativa y propicia un desarrollo económico ínfimo.