El grupo Al Qanun se responsabiliza del atentado
y advierte que es el inicio de una jihad
Llega la FBI a Karachi; investigará si Al Qaeda
tuvo que ver en el ataque al consulado de EU
Disparos entre soldados indios y paquistaníes
en Cachemira; un muerto y cuatro heridos
REUTERS, AFP Y DPA
Karachi, 15 de junio. La Oficina Federal de Investigaciones
(FBI por sus siglas en inglés) de Estados Unidos se unió
el sábado a la policía paquistaní en la búsqueda
de una posible relación de Al Qaeda con el coche bomba que explotó
el viernes frente al consulado estadunidense en Karachi causando la muerte
a 11 personas después de que un grupo hasta ahora desconocido se
atribuyera el atentado.
El
general J.B.S. Yadava, comandante del 16 cuerpo del ejército indio,
señaló que los separatistas musulmanes de la parte paquistaní
de Cachemira continuarán sus incursiones en la parte india, pero
cambiarán de táctica debido a la atención internacional
sobre la región.
Algunos testigos dijeron que agentes de la FBI visitaron
el lugar de la explosión el sábado. "También tomaron
fotografías y un video de las zonas circundantes y del punto del
atentado", declaró un testigo.
Un asaltante suicida estrelló una furgoneta llena
de explosivos contra un muro de cemento frente al consulado estadunidense
el viernes, provocando una enorme explosión que también causó
docenas de heridos.
El ataque, el cuarto contra extranjeros en Pakistán
desde enero, llevó a Estados Unidos a cerrar temporalmente sus misiones
en Pakistán. El personal de la mayoría de las embajadas ya
había abandonado el país debido a las tensiones militares
con India.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, indicó
que "asesinos radicales" se hallan detrás del atentado y prometió
que su país no se dejará intimidar.
Un grupo activista autodenominado Al-Qanun se atribuyó
la responsabilidad del atentado en un mensaje enviado a los medios de comunicación
en Pakistán, en el que dijo que la bomba era el inicio de una jihad
(guerra santa) contra Estados Unidos y las autoridades paquistaníes.
Asimismo, un equipo de 20 investigadores extranjeros inspeccionaron
durante más de dos horas el lugar del atentado. Syed Kamal Shah,
jefe de la policía del Sind, provincia cuya capital es Karachi,
aseguró a la Afp que no excluye la posibilidad de que la policía
siga la pista del mismo grupo sospechoso del ataque suicida perpetrado
el 8 de mayo en Karachi contra un automóvil que transportaba a personal
francés, en el que murieron 14 personas.
Por su parte, el general Yadava indicó que los
separatistas musulmanes de Cachemira paquistaní continuarán
sus incursiones en la parte india, pero cambiarán de táctica
debido a la atención internacional sobre el conflicto entre Islamabad
y Nueva Delhi. "Los terroristas adoptaron un perfil discreto y tienden
a evitar el contacto (con las fuerzas de seguridad) aun cuando continúan
matando civiles", explicó Yadava. "Están reagrupándose
y seguramente continuarán las infiltraciones", subrayó.
Sin embargo y a pesar de que la tensión entre ambos
países ha disminuido, tres presuntos extremistas islámicos
y un policía murieron en la parte india de Cachemira, informó
este sábado la agencia de noticias india Uni.
Según un vocero oficial citado por Uni, las fuerzas
de seguridad indias ultimaron a los tres extremistas el viernes en el área
de Banihal, además de que incautaron varias armas. El policía
de las unidades especiales murió en una emboscada.
Una mujer murió y cuatro personas más resultaron
heridas de gravedad en enfrentamientos de artillería entre soldados
indios y paquistaníes, también en Cachemira. Los disparos
tuvieron lugar la noche de viernes a sábado en diferentes puntos
del distrito de Poonch, oeste de Jammu, la capital de invierno de la parte
india de Cachemira.
Mientras, el jefe de la administración de la parte
india de Cachemira, Faruq Abdullah, resultó ileso este sábado
de un intento de asesinato perpetrado por presuntos extremistas islámicos
durante una representación teatral cerca de Srinagar. Según
la agencia Uni, una granada estalló cerca de donde se realizaba
la función en Bemina, sin que hubiera heridos. Una segunda granada
no llegó a estallar y fue desactivada. Al Madina, un grupo extremista
hasta ahora desconocido, se atribuyó el atentado.