Su participación en actividades partidistas
provoca la pérdida de imparcialidad, dice
Recomendará la OCDE a los países socios
que los servidores públicos se alejen de la política
Destruye la confianza en el Estado porque propicia corrupción,
arguye el organismo
HUMBERTO ORTIZ MORENO
El involucramiento de los funcionarios públicos
en acciones partidistas implica la pérdida de la necesaria imparcialidad
para el servicio público y, así, la confianza de la ciudadanía
en el Estado "se ve disminuida, si no es que destruida", advierte Francisco
Cardona, administrador principal del Programa Sigma, del Servicio de Administración
Pública operado por la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo (OCDE) y la Unión Europea.
En consecuencia, urgió a los países miembros,
como México, a lograr un "acuerdo legal razonable" que promueva
la neutralidad política de partido en los funcionarios públicos.
En el diagnóstico contenido en el proyecto de Ley
del Servicio Civil de Carrera que recomendará a sus 21 socios la
OCDE, Cardona trata el tema de la corrupción, y afirma que las posibilidades
irrestrictas para que los servidores públicos se involucren en actividades
económicas, aunque sean completamente legales, conduce a mezclar
los intereses públicos y privados al manejar los asuntos públicos,
"una situación en la cual los conflictos de interés tienden
a ser mayores".
La integridad de los servidores públicos, así
como de los políticos, es esencial para el buen gobierno y el desarrollo
económico, remarca en el reporte, cuya aplicación tendrá
que ser adaptada a la realidad específica de cada país. La
OCDE estima que, para ello, es necesario considerar tanto las restricciones
políticas como los requisitos de las formulaciones técnicas
sólidas. "Por esto es importante identificar los principales actores
políticos y técnicos relacionados con este esfuerzo y designar
una metodología para su trabajo, que sea tanto políticamente
aceptable como técnicamente realizable", subraya.
De entrada, el funcionario de la OCDE plantea que la ley
del Servicio Civil de Carrera es un instrumento que apoya a una serie de
objetivos políticos que pueden dividirse en dos categorías,
negativos y positivos, los cuales forman las dos caras de la moneda.
Denomina objetivos negativos a aquellos que pueden traer
consigo "consecuencias no deseadas", y son siete, aparte de la politización
y la corrupción arriba mencionados.
En orden de importancia, Cardona menciona enseguida al
paternalismo, significado por "la sumisión de los funcionarios públicos
hacia un 'líder supremo', lo que disminuye en gran medida su capacidad
de servir al interés público en general".
Afirma que la imparcialidad en la toma de decisiones públicas,
así como el respeto hacia el principio de legalidad son necesarios
y esenciales en países en donde se vive bajo el imperio de la ley.
Otro problema es el nepotismo, al que Cardona califica
así: "Tener posiciones en el servicio público no puede ser
solamente una cuestión de pertenencia a un 'clan', a una familia
o a un grupo étnico. Las oficinas públicas no son el patrimonio
de un número seleccionado de familias. El mérito y la competencia
deben ser las bases para el reclutamiento".
En su argumentación, el funcionario de la OCDE
también encontró una carencia de profesionalismo. Enfatiza
que la alta calidad y motivación de los servidores públicos
son indispensables si el Estado debe cumplir satisfactoriamente su misión
de servir al país.
"Conjuntamente con la competencia abierta basada en el
mérito, otros elementos pueden ayudar a fortalecer el profesionalismo:
la capacitación; los mecanismos transparentes para las promociones
y las asignaciones salariales, y un nivel relativamente aceptable de remuneraciones
acorde con cada país."
Expone que estos son elementos básicos para construir
el servicio civil de carrera. Un conjunto de derechos y obligaciones que
tomen en cuenta los requerimientos constitucionales de la administración
pública son necesarios para elevar los estándares profesionales.
"Los claros lineamientos de rendición de cuentas
reforzarán no sólo las responsabilidades de los servidores
públicos, sino además su profesionalismo", destaca Cardona.
Asimismo, observa otro fenómeno, la inestabilidad,
y consigna que mantener a la administración pública en un
constante cambio va contra la confiabilidad del Estado y hace que el servicio
público sea poco atractivo para individuos altamente capacitados.
"En una democracia -reflexiona Cardona-, la administración
pública debe ser estable y permanente, ya que garantiza la continuidad
institucional. Garantizar en cierto grado la permanencia y el empleo a
los servidores públicos favorece la estabilidad y el profesionalismo."
Otra "consecuencia no deseada" es la fragmentación,
donde considera necesario contar con estándares claramente establecidos
y hacerlos cumplir homogéneamente en todas las áreas de la
administración pública.
Para lograrlo, explica, es necesaria una instancia central
responsable de la gerencia, el desarrollo y monitoreo del servicio civil
de carrera. "Las camarillas dentro de la administración del servicio
civil de carrera van en contra de la imparcialidad y confiabilidad de la
administración pública como un todo, y hacen poco transparente
el sistema", señala.
Como elementos de un Sistema de Servicio Civil de Carrera
(SSCC), Francisco Cardona menciona los siguientes: delimitación
del alcance del SSCC; clasificación de los servidores públicos;
bases para la selección, reclutamiento y promoción; razones
y condiciones para la terminación del servicio, derechos y obligaciones,
entre otros.