Jaime Martínez Veloz

Baja California, Ƒel boiler de Estados Unidos?

En medio de la desesperanza ciudadana con el gobierno "del cambio" tiene lugar la entrega silenciosa de la soberanía nacional a los intereses energéticos de Estados Unidos. No es sólo el agua. Con la complicidad federal y estatal, Baja California parece ser la cabeza de playa de la subordinación de la política energética mexicana. Y es que la California estadunidense sufre una crisis energética estructural de la que relativamente podría librarse en dos o tres años, lapso en el que nuestra Baja California deberá solventar las necesidades de Estados Unidos.

Desde su creación, hace pocos años, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha otorgado en todo México sólo cinco permisos de exportación de electricidad a plantas instaladas en Baja California, varias de las cuales operarán con gas estadunidense. Veamos qué ha hecho.

El pasado 20 de marzo de 2000 la CRE otorgó a Energía de Mexicali, filial de American Electric Power Co., el primer permiso que se concedía a una empresa privada para exportar electricidad. La termoeléctrica será concluida en diciembre de 2002. Su capacidad neta será de 257.60 megavatios (mw) y la energía eléctrica que produzca será enviada al sur de California vía Integral Energy Services, Inc.

El 20 de diciembre de 2000 la CRE dio permiso de exportación eléctrica a Energía Azteca X, subsidiaria de InterGen, empresa estadunidense. De su capacidad bruta, que es de 895.9 mw, Energía Azteca X, ubicada en Rosarito, destinará 298.6 mw a California, vía Coral Power.

El 9 de agosto de 2001 la CRE aprobó la exportación a Termoeléctrica de Mexicali, S de RL de CV, cuya capacidad es de 679.7 mw, exportará hacia Estados Unidos por conducto de Sempra.

El 25 de septiembre de 2001 la CRE autorizó a Energía de Baja California, S de RL, exportar energía de Mexicali a Estados Unidos. La capacidad de la planta es de 337.05 mw y la exportación a territorio estadunidense correrá a cargo de Coral Power.

El 5 de octubre de ese mismo año la CRE permitió a AES Rosarito, S de RL, exportar energía eléctrica a Estados Unidos. Su capacidad es de 556 mw y su envío a California corresponde a AES New Energy Inc.

Asimismo, en territorio bajacaliforniano ya se realiza la construcción de plantas regasificadoras, constituidas por enormes cilindros, propiedad de la empresa trasnacional Cuatro Hermanas, para que con gas traído de Asia y América Latina, y mediante muelles, que se planea construir en el Pacífico, entre Ensenada y Tijuana, se provea del energético a California. A ello habría que incluir que se aprobó la instalación de otro gasoducto en Baja California, además del que ya existe, que dizque sustituiría combustible contaminante de una termoeléctrica; sin embargo, esto sólo fue el pretexto para tender el ducto.

Entre los "argumentos" que esgrimen los piadosos y comprensivos estadunidenses para descalificar las críticas que ya mencionan la contaminación visual del entorno, ha surgido la propuesta de colorear las esferas para "preservar el paisaje". La población se siente agredida, engañada y atemorizada por la nueva amenaza que representa la instalación, en Rosarito, de una de las mencionadas regasificadoras.

Entre esta serie de desatinos tenemos, además de los depósitos de gas hacia Estados Unidos, que ahora se instalarán y operarán maquilas estadunidenses de electricidad en territorio mexicano. Estados Unidos importa energía de México y nos exporta contaminación, entre otras cosas. Ya es considerable la provisión que aporta nuestro país a la energía requerida por California en ese proceso de subordinación nacional que atropella la Constitución mexicana. ƑQué hay de nuestra soberanía y de la integridad del territorio nacional?

Sin perder de vista la paranoia del fundamentalista George W. Bush, Ƒqué sucederá si su círculo de guerreros comienza a imaginar sabotajes en Baja California o en las plantas estadunidenses que surten electricidad y gas a California? ƑSeremos capaces de preservar la integridad, independencia y soberanía nacionales? Porque la histeria del gobierno de Estados Unidos bien podría "aliviar" su sicosis con su recurso favorito: Send in the Marines!

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