Los cambios en el gabinete de Arafat, insuficientes
para una conferencia de paz: Bush
Un palestino muerto, dos heridos y 27 detenidos, saldo
de la incursión militar israelí en Ramallah
El principal requisito para pacificar Medio Oriente
es la seguridad, insiste Sharon
AFP, DPA Y REUTERS
Ramallah, 10 de junio. El ejército israelí
volvió hoy a ocupar la ciudad cisjordana de Ramallah, donde bloqueó
con escombros los accesos del cuartel general del líder palestino
Yasser Arafat, justo en momentos en que el presidente de Estados Unidos,
George W. Bush, y el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, sostenían
una reunión en la Casa Blanca.
Al término del encuentro, el presidente estadunidense
expresó serias reservas sobre la restructuración del gobierno
palestino anunciada ayer, al expresar que no cumple con las condiciones
que exige la realización de una conferencia de paz para Medio Oriente.
La operación en Ramallah, en la que un palestino
murió y dos resultaron heridos en un tiroteo con las tropas israelíes,
es la segunda efectuada en esa ciudad en cuatro días y comenzó
sólo unas horas después del anuncio de la nueva composición
del gabinete palestino, la primera de una serie de reformas prometidas
por Arafat.
Cerca
de unos 70 tanques y vehículos blindados de transporte de personal
entraron a la ciudad respaldados por helicópteros y fuego de ametralladoras,
y tomaron posiciones en torno al complejo presidencial e impusieron el
toque de queda.
Por lo menos 27 palestinos buscados por Israel, incluido
un presunto líder de Jihad Islámica en Ramallah, fueron detenidos,
informó el ministro israelí de Defensa, Benjamin Ben Eliezer.
"El objetivo de estas operaciones es capturar el mayor
número de palestinos buscados por Israel. Esto incluye a kamikazes
potenciales, sus jefes y los que los envían en misiones oficiales",
declaró el coronel Ilan Paz, un oficial que intervino en la incursión.
Las excavadores del ejército obstruyeron los accesos
al cuartel general con escombros y restos de automóviles aplastados
por tanques y vehículos blindados, indicó un comunicado de
la dirección palestina, que acusó al ejército de haber
demolido la sede de la inteligencia militar en el interior de la Mukata.
Pero la dirección palestina afirmó que "el
pueblo no renunciará a su tierra ni a sus derechos, sea cual sea
el grado de crueldad de la agresión israelí contra el presidente
Arafat", quien en el momento del ataque se encontraba en su cuartel general.
Retrasan sesión
La sesión inaugural del gabinete, prevista para
este lunes, tuvo que ser retrasada "debido a la continuación del
cerco y la agresión contra las oficinas de Arafat", declaró
el negociador palestino, Saeb Erekat.
El ministro palestino de Información, Yasser Abed
Rabbo, aseguró que Israel está tratando de socavar a la Autoridad
Nacional Palestina, y que la visita de Sharon a Washington "demuestra que
el gobierno estadunidense apoya esta ocupación y esta operación".
Tras su encuentro con Sharon, Bush reiteró, precisamente,
el derecho de Israel a defenderse, pero "mientras el ejército hace
eso el primer ministro está dispuesto a conversar sobre las condiciones
necesarias para lograr lo que quieren, que es una nación segura
y una región esperanzada", dijo.
En cuanto a la reorganización del gobierno palestino,
dijo tener serias reservas al estimar que las condiciones no están
maduras para celebrar una conferencia regional sobre Medio Oriente.
Para Bush, que habló en rueda de prensa conjunta
con Sharon, la primera condición indispensable es que las instituciones
le devuelvan la confianza al pueblo palestino y "convenzan a Israel de
que lo pueden considerar un interlocutor en las negociaciones".
Sin embargo, el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer,
intentó más tarde matizar las declaraciones de Bush, al señalar
que Washington continúa favoreciendo la realización de una
conferencia de paz.
El presidente se declaró decepcionado con Arafat
porque, dijo, no supo ser un dirigente a la altura de las esperanzas y
de la confianza del pueblo palestino; sin embargo, reiteró la necesidad
de avanzar hacia la creación de un Estado palestino que "viva junto"
con Israel.
Aunque las continuas incursiones del ejército israelí
en Cisjordania y la franja de Gaza fueron criticadas por el presidente
estadunidense, el primer ministro de Israel recalcó que el principal
requisito para la paz en Medio Oriente es la seguridad. "Evidentemente
queremos la paz, pero para ello necesitamos seguridad, que implica la desaparición
del terrorismo y de las incitaciones a la violencia", resaltó.
La Unión Europea, en voz del presidente en turno
del consejo, Josep Piqué, saludó las reformas de la ANP y
dijo que continuará apoyando los esfuerzos por reformar y modernizar
la administración palestina.
Al interior, las reformas realizadas por Arafat fueron
criticadas por la oposición. Hamas y Jihad Islámica, así
como el Frente Popular para la Liberación de Palestina, consideraron
que el nuevo gabinete no responde en absoluto a sus exigencias de reformas
radicales.
Esos tres grupos, que declinaron la invitación
del presidente palestino a participar en el nuevo gobierno, defienden la
lucha armada contra Israel y son contrarios a los acuerdos sobre autonomía
palestina firmados por el Arafat con Israel.
En otras acciones violentas de este día, una unidad
motorizada del ejército israelí penetró en la localidad
de Hebrón, donde detuvo a decenas de personas, antes de abandonar
el sector. Más tarde, tanques militares ingresaron a Tulkarem, de
la que se retiraron horas después, pero por la noche entraron a
Belén.
En la franja de Gaza un palestino armado murió
por disparos de militares israelíes después de abrir fuego
contra un coche de colonos en una carretera cercana al asentamiento judío
de Gush Katif.
Mientras, un ciudadano iraquí infiltrado el domingo
en Israel, fue abatido por militares a quienes había agredido con
piedras durante su detención, informó la radio pública.