Respeto a trabajadores migratorios, exigió Abascal ante la conferencia internacional
Más de mil millones de personas, sin trabajo o infrapagados, afirma OIT
No crear los empleos suficientes, el mayor fracaso de la globalización, considera
AFP
Ginebra, 10 de junio. El mayor fracaso de la globalización es probablemente no haber creado empleos suficientes, declaró en Ginebra Juan Somavía, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quien aseguró que más de mil millones de hombres y mujeres están sin empleo, subempleados o infrapagados.
''Una consecuencia directa de esta situación es la decisión de 120 millones de trabajadores migrantes y sus familias de abandonar su país con la esperanza de encontrar trabajo en otro lugar'', añadió ante la asamblea anual de la OIT.
Un estudio del organismo dado a conocer este lunes apunta que 51 por ciento de la población activa de América Latina trabaja en un empleo informal. Según sus estadísticas, el índice latinoamericano es peor que el de la región del norte de Africa (48 por ciento), pero mejor que el de Asia (65 por ciento) o Africa subsahariana (72 por ciento).
La conferencia anual del organismo, en la que participan unos 3 mil delegados que representan a los gobiernos de los 175 países miembros, así como a las organizaciones patronales y de empleados de estos países, se celebra en Ginebra hasta el 20 de junio.
Se requerirá 500 millones de nuevos puestos
''Durante la próxima década necesitaremos 500 millones de nuevos empleos, casi todos en el mundo en desarrollo, para absorber a los recién llegados al mercado de trabajo, en su mayoría jóvenes y mujeres'', subrayó Somavía. ''Nadie prevé un guión para esta próxima década, a fin de colmar este déficit de empleos decentes'', apuntó, y urgió a una acción conjunta entre sectores públicos y privados.
Somavía consideró indispensable concentrarse en el desarrollo, los mercados y las empresas locales, así como en la protección social. En este sentido, señaló que 2 millones de trabajadores -sobre todo en la agricultura y en la construcción- murieron en accidentes laborales durante el año 2000, es decir, 5 mil cada día.
''Para estos trabajadores en los sectores más peligrosos cada día es un 11 de septiembre. Sus familias nunca están seguras de si regresarán a casa'', declaró.
Recordó que bajo los auspicios de la OIT una comisión de 25 personalidades trabajaba en la ''dimensión social'' de la globalización, un ''proyecto ambicioso'', dijo.
Copresidida por la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, y por el tanzano Benjamin Mkapa, esta comisión se reunió en dos ocasiones y deberá presentar un informe en 18 meses.
El director recordó, además, que uno de los momentos cumbres de la conferencia de la OIT sería la ''jornada mundial de acción'' el 12 de junio, para ayudar a erradicar el trabajo infantil.
De acuerdo con cifras de la OIT, un niño de cada ocho (179 millones en todo el mundo) realiza un trabajo peligroso, y 8.4 millones se ven obligados a actividades como el trabajo forzado, la prostitución, la pornografía, la esclavitud o incluso como pequeños soldados.
Somavía mencionó también la situación del trabajo forzado en Birmania. ''Después de años de trabajo minucioso, la apertura de una oficina de enlace en Birmania hace unas semanas señala un avance que debería permitir a la OIT trabajar estrechamente con las autoridades y las partes afectadas para que el trabajo forzado sea erradicado del país''.
Refiriéndose a la ''amplia crisis humanitaria'' que afecta a los trabajadores palestinos en los territorios ocupados, Somavía estimó que ''la situación no puede perpetuarse y que sólo el diálogo puede conducir a la paz''.
''Llamo a los representantes palestinos e israelíes a asumir el riesgo de iniciar un diálogo social'', dijo, dirigiéndose a los delegados, y pidió urgentemente la puesta en marcha de un programa técnico de cooperación para los trabajadores árabes en los territorios ocupados.
* México fue elegido miembro del consejo ejecutivo de la organización por tres años
KYRA NUÑEZ CORRESPONASL
Ginebra, 10 de junio. México fue elegido país miembro del consejo ejecutivo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que preside el ministro Ludovic Tou, de Burkina Fazo.
La elección favorable al gobierno mexicano, con mandato por tres años, fue destacada por el secretario de Trabajo y Previsión Social, Carlos María Abascal Carranza, ''no como ejemplo de que todo se ha logrado porque se enfrentan dificultades, sobre cuya superación avanzamos; pero sí tenemos una idea concreta y clara de la visión de cómo hacer para que el trabajo ayude a la mundialización de la solidaridad''.
México se integra así a este órgano de gobierno de la OIT, en el que se cuentan 28 representantes de gobiernos, 14 de empleadores y 14 de trabajadores que tienen la función de establecer las políticas sobre asuntos cotidianos del mundo laboral y proponer a la Conferencia del Trabajo recomendaciones o normas para su adopción.
Compromiso con el humanismo, plantea Carlos Abascal
El objetivo para esos tres años es ser activos y trabajar con ''una actitud comprometida con el humanismo, convencidos de que la mundialización de la economía y del comercio no basta, sino que se requiere la mundialización de los derechos de los trabajadores y su respeto, para que el mundo no incurra en el riesgo de hacer que la mano de obra barata carezca de los elementales mecanismos de protección social, el principal argumento de competencia en perjuicio de millones de trabajadores. La mundialización debe extender sus beneficios a la sociedad mundial pero no a costa de la persona, de sus derechos y dignidad. Este es el gran tema por el cual trabajará el consejo ejecutivo de la OIT, que en México llamamos nueva cultura laboral y aquí trabajo decente'', indicó Abascal Carranza.
Previamente a las elecciones, el titular de la STPS intervino ante la 90 Conferencia Internacional del Trabajo, donde reiteró: ''México está comprometido con la exigencia ética del trabajo decente: productivo, justamente remunerado, realizado en condiciones de libertad, equidad, seguridad y respeto a la dignidad humana''. Abogó por el respeto jurídico al valor y a la dignidad humana de cualquier trabajador, independientemente de su origen o de su condición migratoria.
Adujo que ''México quiere un mundo en el que los derechos de todos los trabajadores migrantes sean plenamente respetados dentro de los cauces legales de cada país y conforme a los principios fundamentales que protegen a la persona humana''.
Abascal -quien mañana tendrá una reunión de trabajo con la secretaria del Trabajo estadunidense Elianne Chao- instó a representantes de los gobiernos, de empleadores y de trabajadores del mundo: ''No permitamos retrocesos en materia migratoria en ninguna parte del mundo'', y se refirió a la Declaración Ministerial Conjunta suscrita entre la STPS y el Departamento de Trabajo de Estados Unidos en abril, con la cual ''se compromete la voluntad política de ambos gobiernos en la atención que deben a los trabajadores migratorios, quienes se encuentran entre los más vulnerables''.
El funcionario mexicano abogó igualmente por ''la mundialización de la solidaridad'' y por ''un mundo laboral acorde con el humanismo trascendente para hacer sustentable y sostenible la construcción del bien común en la solidaridad''. Además, dio cuenta de que el nuevo gobierno ha iniciado un proceso de revaloración del trabajo femenino, remunerado o no, en el que no tiene cabida la discriminación y que, en la lucha por la erradicación del trabajo infantil ''quiere ir más allá, porque durante la gestación el concebido comparte las condiciones de trabajo de su madre; buscamos impulsar una cultura de respeto y promoción a los niños desde el momento de su concepción''.
La nueva cultura laboral en Ginebra
En su discurso Abascal se refirió a la nueva cultura laboral, que ubicó en proceso con la meta de poner al día y con visión de futuro la cultura laboral y empresarial, y a la cual le atribuyó importantes resultados ''a pesar de una serie de dificultades inherentes al consenso bajo reglas de la democracia, la desconfianza histórica entre diferentes actores fruto de una cultura política no superada, el riesgo de la politización de este tipo de procesos y el afán de imponer visiones unilaterales''.
Hizo un reconocimiento a ''la prudencia y responsabilidad con la cual los trabajadores y empresarios mexicanos se han conducido en sus relaciones económicas y contractuales'', y anunció que ''después de décadas de pérdida del poder de compra, durante el gobierno actual el salario contractual y el mínimo han tenido recuperaciones consistentes, por encima de la inflación''.
Abascal se reunió esta tarde con el director general de la OIT, Juan Somavía, y ambos examinaron los resultados en una serie de programas de cooperación que se llevan a cabo, como el de la capacitación femenina. Durante los tres días que permanezca en Ginebra sostendrá reuniones bilaterales con representantes de Estados Unidos, Alemania, Costa Rica y Panamá, entre otros.