Causa latente de inestabilidad en el campo, dice
Existen 30 mil conflictos agrarios en el país, advierte la CNC
Debe buscarse conciliación antes que desalojos, señala
MATILDE PEREZ U.
Los 30 mil conflictos agrarios existentes en el país son una causa latente de inestabilidad en el campo; por ello, la Secretaría de la Reforma Agraria y el Tribunal Superior Agrario no pueden afirmar que ya se terminó con la ''injusticia social'' que provoca la lucha por la tierra, dijo Ricardo Chávez Pérez, secretario de Acción Agraria de la Confederación Nacional Campesina.
Advirtió que hay 6 mil conflictos de tenencia de tierra localizados principalmente en regiones indígenas de Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Puebla y Michoacán, que podrían estallar en cualquier momento y que tienen su origen en ''trabajos defectuosos en el procedimiento agrario y en un manejo político federal o local''.
Entre ese universo mencionó la disputa que mantienen los indígenas zoques de los Chimalapas, Oaxaca, con pobladores de la colonia Cuauhtémoc y con ganaderos de Cintalapa, Chiapas; la comunidad huichola de San Andrés Coamiata, Jalisco, con los pequeños propietarios de Santa Rosa, San Juan y Zoquiapan, Nayarit; las tensiones entre los tepehuanos de Durango y ejidatarios de Zacatecas, y los habitantes de la meseta purépecha con los de Puebla, Oaxaca, Guerrero y Morelos.
''La elevada carga social que hay en esas regiones requiere atención inmediata si no queremos lamentar nuevos hechos violentos como los ocurridos en Santiago Xochiltepec, Oaxaca'', abundó.
Dijo que en el caso de las resoluciones presidenciales, los dictámenes de los tribunales agrarios o del Poder Judicial de la Federación que conlleven el desalojo de campesinos para favorecer a otros deben hacerse bajo una conciliación o negociación que deje satisfechas a las partes en conflicto; de lo contrario se abonará el camino de odios y rencores entre pueblos. En el país hay por lo menos 200 casos de ese tipo, principalmente en Sinaloa, Sonora, Jalisco y Veracruz.
Posesiones precarias, como en el caso de 30 núcleos agrarios en Sonora que fueron ubicados en tierras aseguradas por la Procuraduría General de la República, ocupaciones irregulares en ejidos, comunidades o propiedad privada, son otras de las causas que han generado enfrentamientos.
''Mientras los gobernantes siguen con discursos emocionales, el malestar entre cientos de campesinos e indígenas que se disputan la tierra sigue acrecentándose con el inminente riesgo de un estallido. La hoguera del descontento la fomenta el gobierno al despojar a través de expropiaciones a los campesinos de sus parcelas, como es el caso de los habitantes de los municipios mexiquenses de San Salvador Atenco, Texcoco y Chimalhuacán, o de los desarrollos turísticos en las tierras de más de 600 ejidos'', agregó.