"Déjennos hablar", exigían los chavos
Se tornó en desencuentro el foro Los jóvenes y sus derechos
Ríspida jornada en la Asamblea Legislativa
GABRIELA ROMERO Y RAUL LLANOS
"No queremos simplemente los bocadillos sino que nos dejen hablar, que nos respondan". "Ustedes lo acaban de decir: tenemos derecho de alzar la voz". "Que los panistas nos expliquen lo de la fundación Vamos México, porque los recursos no llegan adonde debe ser", increpaban jóvenes por igual a la secretaria de Desarrollo Social, Raquel Sosa, que a diputados locales, integrantes de la Comisión de la Juventud de la Asamblea Legislativa del DF (ALDF), quienes por algunos minutos perdieron el control de la situación.
Con paciencia más de un centenar de jóvenes escucharon los discursos, en su mayoría repetitivos en cifras y contenidos, que por más de una hora pronunciaron funcionarios, diputados locales y federales y senadores con motivo de la inauguración del foro Los jóvenes y sus derechos en el Distrito Federal, organizado por la Comisión de la Juventud de la ALDF, que preside el pevemista Camilo Campos, en el auditorio Benito Juárez.
En el momento en que la moderadora invitaba a los asistentes a degustar el vino de honor y los bocadillos, un joven cuestionó a la secretaria de Desarrollo Social sobre los programas de atención para este sector y si realmente existían. Le siguió quien solicitó a los organizadores incluir en el programa un tema sobre los apoyos legales a los que pueden recurrir los chavos de la calle.
"Ya no damos lástima, somos parte del panorama urbano, ven a un chavo tirado en la banqueta y es como si fuera una llanta, un carro, un árbol. Queremos que nuestros derechos ya no sean pisoteados".
De la sorpresa, los integrantes del presídium pasaron a la discusión de lo que debían hacer, cómo reaccionar.
"Señores, les rogamos que nos permitan seguir con el programa", pidió en tono autoritario la moderadora, lo que generó el gritó: "šDéjennos hablar, muchos de los que están en el presídium se van a ir y no nos van a contestar, se van a echar la pelotita unos a otros; no queremos bocadillos!"
Uno de ellos propuso abrir un espacio de 15 minutos para establecer el diálogo. La secretaria contrapropuso fijar una hora para reunirse, hacer una sesión de trabajo, planteamiento que fue rechazado.
Sentado junto a la secretaria de Desarrollo Social, el pevemista Camilo Campos trataba de convencerla de aceptar la propuesta de los jóvenes.
La secretaria tomó una vez más la palabra, pero ante el tono con que se le inquiría, expresó: "no hace falta gritar". Desde el fondo del auditorio alguien gritó: "šesto se está politizando"!, al tiempo que los funcionarios y diputados se disponían a abandonar el salón.
En el pasillo, los diputados panistas culpaban del incidente al priísta Juan Díaz González; "él los trajo". Otros reconocían que la petición del chavo de la calle era justa. Otros más pedían disculpas a Sosa por el comportamiento de algunos jóvenes.
Pasada la molestia, los asistentes probaron los bocadillos y el vino de honor.