Necesario, optimizar el funcionamiento de agencias de espionaje, admite jefe de la CIA
Creará Bush organismo de seguridad interior para la lucha antiterrorista
Su "imperiosa y urgente misión", prevenir ataques suicidas como los del 11 de septiembre, dice
Tendría rango de secretaría, y heredaría 169 mil empleados y 37 mil 400 mdd en presupuestos
AFP, DPA Y REUTERS
Washington, 6 de junio. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció hoy en un discurso televisado la creación de un departamento antiterrorista con rango de secretaría, en medio de críticas por fallas de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) previas a los atentados del 11 de septiembre.
El anuncio de Bush coincidió con audiencias en el Congreso que pretenden esclarecer dichas fallas, por las que hoy el director de la FBI, Robert Mueller, admitió la necesidad de optimizar el funcionamiento de las agencias de inteligencia.
A unos cinco meses de las elecciones legislativas, Bush apremió al Congreso, durante en un discurso de unos 15 minutos, a crear una agencia con cáracter ministerial con la "imperiosa y urgente mi-sión" de prevenir ataques terroristas como los del 11 de setiembre.
"Esta noche he pedido al Congreso apoyarme creando una única agencia permanente con una imperiosa y urgente misión: asegurar la protección del territorio estadunidense y la gente de Estados Unidos", dijo Bush.
El presidente prevé que el Departamento de Seguridad Interna en su gabinete involucre cuatro ramas: fronteras y seguridad de transporte; preparación de emergencia y respuesta; contramedidas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares, e información, análisis y protección de la infraestructura.
"Estados Unidos está a la cabeza del mundo civilizado en una lucha titánica contra el terrorismo. La li-bertad y el miedo se enfrentan, pe-ro la libertad es la que está ganando", afirmó el mandatario.
El nuevo Departamento de Seguridad Nacional heredará 169 mil empleados y 37 mil 400 millones de dólares en presupuestos de las agencias que absorberá, que incluirá los criticados servicios de inmigración y aduanas, así como el Servicio Secreto y la Dirección Federal de Emergencias, informó CNN.
Las reformas de los servicios de seguridad de Estados Unidos, que requieren la aprobación del Congreso son, según Bush, las más ambiciosas desde que el presidente Harry Truman realizó cambios de largo alcance en 1947 para enfrentar el desafío de la guerra fría.
Hacia el Estado policial
La Oficina para la Seguridad Interior, creada tras los atentados, será transformada en una verdadera secretaría dotada de poderes más claros, y se creará una nueva agencia de información.
"Ahora nos estamos dando cuenta de que antes del 11 de septiembre, las sospechas y perspicacia de nuestros agentes de primera línea no recibieron mucha atención. Pero basado en todo lo que he visto, no creo que nadie hubiera podido prevenir el horror del 11 de septiembre. Ahora sabemos que miles de asesinos entrenados están planeando atacar Estados Unidos y esta terrible noción requiere que actuemos diferente", dijo Bush.
"Esta noche pido al Congreso -dijo- que se una a mí en la creación de un solo departamento permanente con una misión urgente: asegurar el territorio estadunidense y proteger a su pueblo".
Por lo pronto, el senador demócrata Joseph Lieberman anticipó que el Congreso acogerá favorablemente el anuncio de Bush, pues se congratuló de la decisión adoptada por el presidente: "La batalla apenas ha comenzado en el seno de la burocracia federal y entre miembros del Congreso".
El senador republicano Arlen Specter aseguró que la creación del Departamento de Seguridad Interna "es un gran paso adelante para proteger a los estadunidenses".
Estas decisiones surgen luego de que el Congreso emprendió una investigación parlamentaria sobre las lagunas de la FBI y la CIA que permitieron a un grupo de fundamentalistas islámicos consumar atentados suicidas contra las Torres Gemelas y el Pentágono.
El portavoz presidencial, Ari Fleischer, había negado antes del discurso del mandatario que con estos anuncios Bush intente alejar la atención de la opinión pública de potenciales revelaciones embarazosas, en momentos en que Robert Mueller comparecía hoy ante el Senado en una audiencia pública.
En la mira del Congreso
Mueller abogó en el Senado por una reorganización completa de la agencia, que "debe mejorar" para prevenir futuros ataques terroristas.
"Un examen honesto y completo de la FBI antes del 11 de septiembre muestra una agencia que debe evolucionar y cambiar (...) nuestra misión, nuestras prioridades, nuestras estructuras, nuestra tecnología y nuestros funcionarios deben evolucionar para prevenir un próximo ataque terrorista", admitió Mueller.
Tanto la FBI como la CIA están actualmente en la mira del Congreso, a causa de una serie de negligencias y errores cometidos antes del 11 de setiembre.
La agente de la FBI Coleen Rowley, quien acusó a sus jefes de ha-ber desestimado advertencias que hizo sobre la posibilidad de que ocurrieran atentados como los del 11 de septiembre en territorio estadunidense, fue invitada este jueves a declarar ante la Comisión Judicial del Senado, donde se desarrollan audiencias en torno a la posible negligencia de los organismos de seguridad, y en la que Mueller protagonizó lo que algunos medios llamaron su mea culpa.
Rowley escribió una carta el pa-sado 21 de mayo en la que acusó a la FBI de haber obstaculizado una investigación sobre el francés Za-carias Maoussaoui, acusado de ha-ber aprendido a pilotear en Estados Unidos con la idea de secuestrar aviones comerciales. La agente pi dió durante la audiencia en el Senado protección oficial para que su carrera no sufra represalias por sus denuncias.
La agente reiteró sus acusaciones de que altos mandos de la FBI "minimizaron, alteraron y ocultaron los hechos, o los expusieron de manera errónea, para evitar deficiencias personales y/o institucionales".
La agente reiteró sus acusaciones de que altos mandos de la FBI "minimizaron deficiencias personales y/o institucionales". También insistió en los vacíos que existen dentro de la agencia en cuanto a análisis de información, la necesidad de que se cuente con equipo más moderno y los numerosos obstáculos burocráticos que los agentes federales deben enfrentar.
Los senadores saludaron la "valentía y el patriotismo" de Rowley, y le aseguraron que no será sancionada ni marginada profesionalmente.
Aunque Bush ha expresado su apoyo a la CIA y la FBI tras las revelaciones de que alguna información no fue correctamente procesada antes de los ataques del 11 de septiembre, las nuevas instituciones planteadas incluyen un reconocimiento tácito de que necesitan mejorar la cooperación.
"Es el reconocimiento de que aún necesitamos mantener a la FBI y la CIA trabajando muy unidas, y esa nueva entidad (que anunciará Bush) será un espacio donde la información será integrada", dijo el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
La "misión central" de las agencias de inteligencia es la misma, pero el nuevo departamento servirá "para recibir información y ofrecer un lugar para el análisis sistemático de las amenazas terroristas en Estados Unidos", añadió.
Tras los atentados de septiembre, Bush creó la Oficina de Seguridad Interior de la Casa Blanca, dirigida por su viejo amigo y ex gobernador de Pensilvania Tom Ridge.
Sin embargo, Ridge se ha resistido a darle a su cargo un nivel de gabinete ministerial, que como tal debería rendir cuentas al Congreso.
Los legisladores han expresado su enojo con la Casa Blanca por impedir que Ridge sea interrogado por el Congreso, y han calificado ese cargo como carente de supervisión legislativa e impotente, porque no tiene presupuesto e incluso carece de autoridad sobre los órganos de inteligencia existentes.
Así, el vicepresidente Dick Cheney aseguró este jueves que existe un peligro creciente de que grupos terroristas adquieran armas de destrucción masiva que, sostuvo, están siendo desarrolladas por Irak, por lo que llamó a adoptar una "respuesta decisiva".
"Este peligro creciente requiere la respuesta más cuidadosa, deliberada y decisiva por parte de Estados Unidos y nuestros aliados", apuntó Cheney, en momentos en que cada vez más miembros del gobierno estadunidense se inclinan en favor de derrocar al presidente iraquí, Saddam Hussein.