Se inauguró muestra de la pintora en el Centro Nacional de las Artes
La monarca, ráfagas de color de Carmen Parra
El vuelo de la mariposa migrante transgrede ''mi vida y mi paleta'', escribe la artista
MERRY MAC MASTERS
Cientos de mariposas monarcas se instalaron ayer en el vestíbulo de la torre de dirección e investigación del Centro Nacional de las Artes. Aparte de dejarlas volar por el aire y descansar sobre las paredes, para la apertura de la exposición La monarca, de la pintora Carmen Parra, el piso del nuevo espacio expositivo fue regado con pequeños recortes del insecto alado que cada invierno migra a los bosques de oyameles de la sierra de Chincua, Michoacán.
Las mariposas, gracias a un alumbrado, vuelan sobre las cabezas de los que pasan por el vestíbulo y parecen haberse escapado de los cuadros de Parra, ya que en sus gouaches sobre papel se utiliza también su silueta en blanco.
El conjunto de doce obras es presidido por el óleo Danae plexipus, que retoma el nombre científico de la mariposa, atribuido por un naturista sueco. Parra explica: ''Dánae es la diosa que fecunda Zeus en forma de lluvia de oro. Hice una transfiguración de la Dánae, pero en vez de lluvia de oro le puse las mariposas monarcas".
Ayer en el acto inaugural, Lucina Jiménez, titular del Centro Nacional de las Artes (CNA), dijo que la exposición ''constituye un universo en sí mismo y toca nuestras fibras más sensibles, al proponernos la reconstrucción artística de una parte del mundo que nos rodea". Por medio de esta obra, continuó, ''Carmen Parra alimenta las posibilidades de una relación distinta entre nuestra especie y los demás seres que habitan el planeta".
Magia inaprehensible
Las monarcas de Parra ''habitan como presencias, como ausencias, como ráfagas de color, como sutiles pero poderosas presencias de vida en los óleos, pasteles y serigrafías que gracias a la magia inaprehensible del arte evocan sensaciones, ideas y estados de ánimo múltiples en nosotros, los espectadores", apuntó Lucina Jiménez.
En un breve texto, El arte proporciona nuestra única fecha de nacimiento, escrito para la ocasión, Parra afirma: ''La aparición de las mariposas, que han salido de la luz y vuelan en ella trazadas por un instante de apertura de la noche, ha abierto un espacio en mi obra. Su vuelo ha transgredido mi vida y mi paleta.
''Su símbolo original es el de la flama, es el alma de un guerrero que hace el vuelo con Venus al inframundo, es la reflexión sobre la resurrección, es una crisálida convertida en momia que libra luego su vuelo, es los colores en libertad, es la fragilidad, es la ligereza, es la eternidad de lo efímero.
''El enigma de esa señal liberada por la naturaleza me ha dejado maravillada, pero sobre todo con la alegría de descubrir en este viaje en el planeta errante, lo sagrado de la vida."
El Aire, Centro de Arte que dirige Parra, junto con Emiliano Gironella Parra y Ofelia Pallares Cadena, estrechará su vínculo con el Centro Nacional de las Artes.