Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 5 de junio de 2002
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Mundo

Reitera Musharraf que no será el primero en recurrir a las armas nucleares

Fracasa Rusia en su intento por reunir a los mandatarios de India y Pakistán para negociar

Presidentes de 16 países asiáticos asistieron a una cumbre sobre seguridad en la región

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 4 de junio. La tensión que tiene al borde de la guerra a India y Pakistán permeó este martes el estreno del foro regional sobre seguridad en Asia, sin que la mediación de Rusia haya podido desbrozar el camino hacia una solución del contencioso territorial de Cachemira.

La Conferencia de Interacción y Creación de Medidas de Confianza en Asia (CICA, por sus siglas en inglés), celebrada en Almaty, la antigua capital de Kazajstán, confirmó que India y Pakistán siguen aferrados a enfoques diametralmente opuestos sobre las condiciones mínimas para sentarse a negociar un arreglo político del diferendo que los enfrenta desde 1947.

Aunque se reunió por separado con cada uno de ellos, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, fracasó en su intención de juntar al primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, y al presidente paquistaní, Pervez Musharraf. Para colmo, India, el país que se supone más afín a Rusia, declinó la iniciativa de comenzar conversaciones con Pakistán en Moscú, de último momento.

Vajpayee y Musharraf, quienes esquivaron todo contacto directo en Almaty y al coincidir en la sala de sesiones de la conferencia apenas intercambiaron miradas cargadas de odio, pusieron de relieve que las diferencias de fondo entre estos dos países con armamento nuclear en sus arsenales hacen que se perciba todavía como distante una solución negociada.

El líder ruso dijo haber captado "señales positivas" de parte del primer ministro indio y del presidente paquistaní. "Ambos expresaron ideas que no pueden ser interpretadas sino como deseo de resolver las controversias por vía pacífica", concluyó Putin, sin llegar a detallar ninguna de estas ideas.

Según el presidente de Rusia, "los dirigentes de India y Pakistán subrayaron que no se proponen usar la fuerza para dirimir sus diferencias", y dijo que aunque "cada quien entiende a su manera las condiciones para reunirse, lo importante es que no excluyen hacerlo".

El presidente Musharraf, a su vez, no desaprovechó la oportunidad para acusar a India de amenazar permanentemente a Pakistán con un ataque y de rechazar el diálogo.

Reiteró que Pakistán no será el primero en recurrir a las armas nucleares, pero dejó bien claro que está preparado para ofrecer una respuesta demoledora. "Es obvio que si algún Estado tiene armas nucleares, ello implica que bajo ciertas circunstancias puede emplearlas", respondió así a las presiones para que asumiera el compromiso de no usar ese tipo de armamento.

Acerca de la posibilidad de celebrar un encuentro con el primer ministro indio, Musharraf ofreció una versión menos optimista que la de Putin: "Todos desean una reunión entre Vajpayye y yo. Creo que el mundo entero está decepcionado de que no nos hayamos reunido para conversar aquí", señaló.

Las propuestas

Musharraf, quien se declaró abierto a "negociaciones a cualquier nivel, bilateral o trilateral", hizo públicas las propuestas de Islamabad a Nueva Delhi: desmilitarizar la zona fronteriza, suscribir un acuerdo de no agresión y recortar las fuerzas armadas de ambos países.

India, no obstante ser el principal comprador de armamento ruso, se mostró menos receptivo que Pakistán a la mediación de Putin. En lugar de aceptar la invitación a reunirse en Moscú, manifestó el deseo de que pueda llevarse a cabo la visita del presidente ruso a India, previstaalm53-025650-pih para noviembre próximo.

Al mismo tiempo, Nueva Delhi reiteró de modo enfático que no habrá ninguna negociación con Islamabad hasta que "Pakistán ponga fin a los ataques extremistas desde su territorio" en la disputada región de Cachemira.

Por boca de Brajesh Mishra, su consejero de seguridad nacional, fijó otra condición para el diálogo bilateral: "cualquier negociación sobre este asunto (Cachemira) debe celebrarse en territorio de India o Pakistán", forma diplomática de decir que, desde el punto de vista de Nueva Delhi, los mediadores sobran.

Asimismo, Mishra dijo que la "situación fronteriza tendría que ser la adecuada". En estos momentos, sumando los efectivos de ambos lados de la línea divisoria, en la región de Cachemira se concentra más de un millón de soldados.

El fracaso de la conferencia de Almaty para propiciar el comienzo de negociaciones entre India y Pakistán no fue el primer intento ni será el último. No cabe la menor duda que los esfuerzos internacionales continuarán, pues finalmente todos son conscientes de que está en juego evitar una guerra que tendría efectos devastadores, incluso sin llegar al extremo de emplear armamento nuclear.

La semana pasada, el secretario británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, se ocupó intensamente del asunto y ahora le toca el turno a los emisarios de Estados Unidos.

China, por conducto de su presidente, Jian Zeming, también busca influir sobre las partes en conflicto, habida cuenta que es el principal vendedor de armas a Pakistán y colinda con Cachemira.

Esta noche los presidentes ruso y chino hablaron del tema en la ciudad kazaja y podrán volver a hacerlo dentro de unos días en San Petersburgo, durante la siguiente reunión cumbre del llamado "sexteto de Shanghai", organización regional de varios países centroasiáticos ex soviéticos, Rusia y China.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, al llegar esta noche a Moscú manifestó la esperanza de que Rusia y China puedan convencer a los dirigentes indio y paquistaní para que adopten posiciones más flexibles y hagan concesiones.

Este conflicto centró la atención en la conferencia de Almaty, pero los jefes de Estado o de gobierno de los 16 países participantes adoptaron también una declaración que busca comprometer esfuerzos para erradicar el terrorismo y promover el diálogo entre las civilizaciones.

No obstante el loable propósito, es un documento de carácter general, como la conferencia misma. El origen de la CICA llegó a convertirse en una obsesión personal del inamovible presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbayev, quien hace 10 años propuso en un discurso en la Asamblea General de la ONU que Asia tuviera un foro similar a la OSCE, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.

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