Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 5 de junio de 2002
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Mundo

Ofrendaron su ganado

Recién se entera pueblo masai de los atentados en EU

DE LA REDACCION

Desde el 11 de septiembre, "el 9/11", como denominan los estadunidenses aquella trágica jornada, las imágenes de los aviones utilizados como misiles contra las Torres Gemelas, el incendio, el derrumbe de los emblemáticos edificios, dieron la vuelta al mundo. A casi todo el mundo, como reveló esta semana el diario The New York Times.

En Africa ecuatorial, en Kenia precisamente, la aldea masai de Enoosaen se enteró de lo sucedido apenas ahora, cuando uno de los suyos, Kimeli Naiyomah, volvió de Estados Unidos, donde estudia.

"Yo no sabía nada de lo del 11 de septiembre", confiesa William Oltelia al reportero Marc Lacay, del New York Times. La mayor parte del pueblo masai, de pastores nómadas, supo algo gracias a la radio.

Fue Naiyomah, quien estaba en Manhattan el 11 de septiembre, quien contó lo su-cedido aquella jornada. Hombres y mujeres lanzándose al vacío para escapar de las llamas, bomberos arriesgando su vida para salvar otras. "No podían creer que la gente saltara desde edificios tan altos para morir al llegar al suelo", dijo Naiyomah.

Este relato provocó tanta tristeza que el pueblo decidió hacer algo. Así, el pasado sábado bendijeron 14 vacas para ofrecerlas a la embajada estadunidense, ceremonia realizada en el pueblo, durante la cual los ancianos entonaron cantos sagrados.

El subjefe de misión de la embajada de Estados Unidos en Nairobi, William Brancick, agradeció la ofrenda a los que donaron sus vacas, pero ante la dificultad para trasladar a los animales sugirió venderlos y con ese dinero comprar joyas y artesanías fabricadas por los masais.

Las más preciadas ofrendas para los masais son tres: los niños, las parcelas de tierra y las vacas. "La vaca es casi el centro de nuestras vidas", explica Naiyomah. "Es sagrada, es más que una propiedad. Le pones un nombre, son objeto de rituales".

Este animal es mucho más que una fuente de carne y leche. En algunas ceremonias, los masais beben la sangre de vaca mezclada con cerveza de miel. Utilizan cada pedazo del animal, incluso en decoración y ro-pa. El novio paga con vacas al padre de la joven con quien busca casarse.

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