Autoridades aseguran que en 40 años no ha habido enfrentamientos en Sola de Vega
Muerte y violencia han marcado los conflictos agrarios en Oaxaca; actualmente suman 656
Desde 1927 ha habido disputas entre Santo Domingo Teojomulco y San Lorenzo Texmelucan
MATILDE PEREZ U.
La mayoría de los 656 conflictos agrarios en Oaxaca están marcados por enfrentamientos que han dejado muertos y heridos, amenazas, conatos de violencia y constante riesgo de choques entre campesinos que no aminoran por la firma de acuerdos conciliatorios o por órdenes de aprehensión.
Mientras las autoridades agrarias afirman que en 40 años no ha habido enfrentamientos en la zona que ocupan las comunidades Santo Domingo Teojomulco, San Lorenzo Texmelucan, Santa María Zaniza, Santiago Textitlán y Santiago Xochiltepec -localizadas en el distrito de Sola de Vega-, los hechos muestran lo contrario.
Desde 1927 ha habido enfrentamientos entre Santo Domingo Teojomulco y San Lorenzo Texmelucan por la posesión de 6 mil hectáreas; a través del tiempo esta disputa ha dejado muchos muertos; la confrontación de diciembre de 1998 motivó la intervención de la Secretaría General de Gobierno estatal y llevó a la firma de un convenio de no agresión entre las comunidades. Teojomulco también demanda a Santiago Xochiltepec 4 mil 622 hectáreas, y éste tiene un conflicto por 600 hectáreas con San Lorenzo Texmelucan.
En el distrito de Sola de Vega hay 17 conflictos por límites entre las comunidades mixtecas, zapotecas y chatinas, en el que se pelean 43 mil 764 hectáreas. En los distritos de Yautepec, Miahuatlán y Putla -que junto con Sola de Vega forman parte de la sierra sur- hay 89 conflictos agrarios que involucran 58 mil 672 hectáreas y que tienen una antigüedad de entre un siglo a 15 años.
Los apuntes o ''descripción del problema'' de medio centenar de los más de 600 expedientes agrarios -cuya copia tiene La Jornada- reflejan la profundidad de los diferendos. Los habitantes de San Pablo Huitzo y San Juan del Estado, distrito de Etla -ubicado en la región de Valles Centrales- llegaron a colgar campesinos en los respectivos palacios municipales. Ambos pueblos se disputan mil 360 hectáreas desde 1952.
El tiempo lo cura todo, se dice, pero en el conflicto de límites entre San Miguel Tecomatlán, San Francisco Jaltepetongo y Magdalena Zahuatlán, distrito de Nochixtlán, y en el de San Miguel el Grande y Tlaxiaco, distrito de Tlaxiaco -ambos en la región de la Mixteca- la receta popular no funciona.
El primero tiene dos siglos de existencia y el segundo uno, y ni la Secretaría de la Reforma Agraria ni los tribunales agrarios e incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación han logrado una solución satisfactoria para las partes confrontadas.
Los habitantes agotaron las instancias jurídicas. ƑQué sigue?
Los muertos han marcado las disputas por límites en los siguientes conflictos: San Miguel Cuevas y Santa Catarina Noltepec, distrito de Juxtlahuaca -región mixteca- (530 hectáreas); San Juan Quiahije y San José Ixtapa, distrito de Juquila -región costa- (mil 393); San Juan Lalana y pequeños propietarios de Veracruz y Oaxaca (reclaman mil 567 y 4 mil 20 hectáreas, respectivamente); ejidatarios de Vicente Guerrero y Piedra Blanca contra pequeños propietarios, ambos en el distrito de Juchitán, en la región del Istmo.
La violencia por conflictos agrarios sigue presente en: Santiago Ixtayutla -distrito Jamiltepec- y Santa Cruz Zenzontepec -distrito de Sola de Vega-, que pelean por 881 hectáreas. Entre Tamazulapam Espíritu Santo y Santa María Tlahitoltepec -distrito mixe-, la indefinición de linderos internos llevó incluso a la destrucción de caseríos y de una parte del bosque. En el distrito de Nochixtlán la comunidad de Santa Cruz Mitlaltongo se confrontó con Santiago Mitlaltongo y Santiago Tilantongo, por la invasión de mil 217 hectáreas.
Asimismo, en el distrito de Tlacolula, la comunidad de San Juan Teitipac demanda la entrega de 840 hectáreas que tiene en posesión Santa Cecilia Jalieza, distrito de Ocotlán. La disputa entre ambas suma ya tres siglos; el enfrentamiento más reciente -según las autoridades agrarias- con armas de fuego fue en septiembre de 1996.
En Juchitán, el ejido 10 de abril exige a pequeños propietarios la entrega de 350 hectáreas del predio El Reparito, asegurado por las autoridades por destinarse a la siembra de estupefacientes; los propietarios se niegan a entregar la superficie. También en Juchitán está latente un nuevo enfrentamiento entre los ejidatarios de Huanacastal y los pequeños propietarios de los predios Tamarindo o Pedregal, y de Chahuitán; estos últimos lograron que interviniera la Comisión Nacional de Derechos Humanos, sin embargo, los campesinos se niegan a entregar las 367 hectáreas.
Las descripciones anteriores son sólo un ejemplo de las batallas latentes e intermitentes por la posesión de la tierra en el estado de Oaxaca.