Nos vamos a volver un país de importadores
en lugar de productores, alerta la Caniem
Eliminar la tasa cero niega la meta oficial de ser
un México de lectores
De los $600 millones que el gobierno invertiría
en libros, la industria editorial destinará 90 millones al pago
de impuestos No se debe jugar con la promoción de la lectura:
Rascón Banda
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
La eliminación de la tasa cero para la industria
editorial va en contra del objetivo oficial de convertir a México
en un país de lectores, afirma el presidente de la Cámara
Nacional de la Industria Editorial (Caniem), Gonzalo Araico, mientras para
el titular de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem),
el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, se trata de ''una
burla, una esquizofrenia, porque sólo así se entiende que
el martes el presidente Vicente Fox proclame un país de lectores
y el viernes lo contradiga su secretario de Hacienda".
Con la medida fiscal los 600 millones de pesos que el
gobierno federal pretende invertir en la adquisición de libros para
las bibliotecas públicas, dentro del programa Hacia un país
de lectores, representan un beneficio a medias para la industria editorial
mexicana: de esos 600 millones de pesos, el sector destinará 90
millones al pago de impuestos, ya que el viernes pasado los libros, periódicos
y revistas fueron excluidos de los artículos con tasa cero del impuesto
al valor agregado (IVA) en el Diario Oficial de la Federación.
Excluidos de la miscelánea fiscal
Araico
Montes de Oca, advierte que las consecuencias de esta medida, sumada a
la exención gradual del impuesto sobre la renta (ISR) establecido
hace unos meses, ''son muy graves": aumento en el costo de los libros,
la piratería y el fotocopiado, y el descenso en la producción.
A este paso ''sería mejor que los libros llevaran
el IVA, porque va a ser lo mismo, se van a encarecer. En lugar de elaborar
libros en México, tendremos que producirlos en países donde
no hay IVA, porque al internarlos tampoco habrá ese impuesto. Nos
vamos a volver un país de importadores en lugar de productores".
Y explica: ''No aparecer en la miscelánea
fiscal nos obliga absorber como parte del costo del libro el IVA que pagamos
a los proveedores y que antes se nos devolvía y lo reinvertíamos
en la producción de libros. Esto tendrá como resultado un
incremento en el precio, tal vez en la misma medida en la que nos fue eliminado
ese 15 por ciento."
La eliminación de la tasa cero, agrega, también
afectará a los otros eslabones de la cadena productiva: papel, imprenta
y editorial. ''Nos anuncian un programa para fomentar el hábito
de la lectura y después sale esta disposición de la Secretaría
de Hacienda dándole un palo a la industria editorial. Es contrario
al espíritu de formar lectores".
Señala que desde el año pasado se habló
de no aumentar el costo de alimentos, medicinas y libros. En los dos primeros
casos la tasa cero es parte de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, pero
en cuanto a la industria editorial ''nos asimilaban mediante la miscelánea
fiscal a esa tasa cero. Vamos a tener que hacer una labor de cabildeo en
el Congreso de la Unión para que la industria editorial tenga esa
tasa dentro de la ley".
Doble discurso
Gonzalo Araico precisa que los libros que se piensan adquirir
a las editoriales privadas como parte del programa Hacia un país
de lectores son 30 millones de ejemplares; ''en realidad se van a comprar
por un ahorro de 450 millones de pesos que hizo la Comisión de Libros
de Texto Gratuitos. La Secretaría de Educación Pública
ya tenía un presupuesto destinado de 150 millones de pesos. Hablamos
así de 600 millones de pesos para comprar libros. Es un beneficio
a medias porque nos quitan 15 por ciento de IVA, es decir, 90 millones".
En agosto del año pasado el presidente Vicente
Fox dio marcha atrás en la aplicación del IVA a los libros.
Sin embargo, el pasado enero se dieron a conocer dos asuntos que activaron
la alarma: los escritores deben pagar derechos de autor y la desaparición
gradual de la exención fiscal de 50 por ciento del ISR que beneficiaba
a la industria editorial y que, de acuerdo con previsiones de la Caniem
provocará una caída de 20 por ciento en la producción.
''Libros al alcance de todos''
En forma paralela, la presidenta del Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes, Sara Bermúdez, presentó el Programa
Nacional de Cultura 2000-2006, que fija entre sus prioridades el fomento
a la lectura. Apenas el martes pasado, Fox anunció con bombo y platillo
el plan Hacia un país de lectores, calificó a la lectura
de ''componente esencial del proyecto educativo del Estado" y enfatizó
que su gobierno pondrá los libros al alcance de todos los mexicanos.
Araico Montes de Oca destacó la incongruencia que
existe entre las medidas aplicadas a la industria editorial y el programa
puesto en marcha el 28 de mayo. Rascón Banda, por separado, señala
que la eliminación de la tasa cero al sector editorial ''es una
burla" y advierte: ''Si con la ley del ISR se les retiró la exención
de 50 por ciento que tenían y se iban a dejar de hacer 25 millones
de libros, con este nuevo gravamen esa cifra aumentará 15 por ciento
y disminuirá de manera proporcional el número de lectores.
Quienes pagarán el encarecimiento de los libros serán los
lectores en un país que no tiene lectores".
El presidente de la Sogem, a su vez, enfatiza que ''no
se puede estar jugando con una sociedad, con algo tan serio como la promoción
de la lectura y con algo tan sagrado como es el libro, gravándolo
por un lado y por otro pidiendo que se lea y pidiéndole apoyo a
Bill Gates para crear bibliotecas. Para qué queremos bibliotecas
que no van a tener libros o no van a tener libros mexicanos".
El asunto tiene otra arista: ''Estas editoriales mexicanas
son las únicas que están apostando por los nuevos creadores
y con esta situación van a apostar por los clásicos, best-sellers,
superación personal o esotéricos, que son los que venden.
Esto es indignante y ahora los escritores tendremos que protestar y denunciar
estos hechos en todos los foros", explica Rascón Banda.
Por lo pronto la comisión de impuestos y estímulos
fiscales de la Caniem tenía previsto reunirse ayer para determinar
los pasos a seguir, indicó Gonzalo Araico, entre otros establecer
contacto con los responsables de Hacienda, Educación y Cultura,
los presidentes de las comisiones de Cultura, Educación y Hacienda
de las cámaras de Diputados y Senadores, y un eventual manifiesto
conjunto con la cadena de producción editorial, autores y libreros.
También ''buscaremos una reunión con Fox. Cuando presentó
el programa de lectura le pedí una cita para ver la forma en que
la cámara podía apoyar ese programa. Ahora queremos hablar
también de las cuestiones fiscales".