Ese monto representa utilidades acumuladas en 20 años, según indicadores de Hacienda

Dispusieron gobiernos de Zedillo y Fox de $10 mil millones de Ahisa

En el sexenio anterior se usaron los recursos para pagar un bono sexenal a trabajadores

El año pasado se retiraron más de 3 mil millones para cubrir gastos gubernamentales

ANTONIO CASTELLANOS

Los gobiernos de Ernesto Zedillo, al final de su administración, y de Vicente Fox, entre agosto y septiembre del año pasado, dispusieron de recursos de Aseguradora Hidalgo (Ahisa) por más de 10 mil millones de pesos. Esto representaría, en promedio, las utilidades de la empresa acumuladas en cerca de 20 años, de acuerdo con los indicadores de la Secretaría de Hacienda.

A pesar de que la dependencia alega que no hubo ningún acto de corrupción, el hecho se suma a las sospechas de irregularidades en la venta de la empresa que investigará la Auditoría Superior de la Federación. En el régimen anterior, al parecer los recursos por más de 7 mil millones de pesos se utilizaron para cubrir el bono sexenal que reclamaron los trabajadores al servicio del Estado.

Sin embargo, el gasto por este concepto fue por 6 mil millones de pesos, lo que dejaría en duda el destino de más de mil millones de pesos. El año pasado, el actual gobierno retiró 3 mil 100 millones de pesos para cubrir su gasto y evitar que creciera en mayor proporción el déficit fiscal, pero a juicio del Poder Legislativo las cifras no le cuadran al secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.

Según esta investigación, el gobierno federal esperaba en el primer trimestre del año ingresos no recurrentes por el repunte del petróleo de 20 mil millones de pesos y por la venta de la Aseguradora Hidalgo, otros 18 mil 500 millones. En total, 38 mil 500 millones de pesos.

Todo esto sin contar la venta de las acciones del Grupo Financiero Bancomer del gobierno federal por unos 10 mil millones de pesos, que se ha complicado por el escándalo de lavado de dinero en que presuntamente se encuentran implicados algunos directivos de ese grupo ahora propiedad del gigante español Bilbao Vizcaya Argentaria, y entre los que se encuentra José Madariaga.

Ganancias extraordinarias

Históricamente, de acuerdo con informes de Hacienda, las utilidades han sido extraordinarias. Lo más reciente que se reporta es que en 1998 fueron de 298 millones; en 1999, de 652; de 957 en el año 2000 y de mil 300 millones de pesos en 2001. Para la venta se promedió en los siguientes años un rendimiento de 600 millones de pesos.

De esta parte, las autoridades hacendarias plantearon que el capital de retorno para la compradora Metropolitan Life (MetLife) se alcanzará en cerca de 15 años. Lo que resulta claro es que con la venta de Ahisa el sector asegurador en México estará en 80 por ciento en manos extranjeras, frente a ganancias magras para el gobierno. Esa es la misma proporción en la que la banca se encuentra en poder de capitalistas foráneos, sin que se haya resuelto el problema del financiamiento para el sector privado.

Desapareció el capital

Según cifras oficiales, en diciembre de 2000 el capital de Ahisa era de 3 mil 215 millones de pesos y en diciembre del año pasado se redujo 22.53 por ciento, al pasar a 2 mil 624 millones de pesos. A pesar de lo anterior, el portafolio de inversiones tuvo un incremento de 6 por ciento y los activos aumentaron 10 por ciento.

La Secretaría de Hacienda insistió ayer en que todo fue transparente; que no hubo operación mal hecha; que Ahisa no fue malbaratada. Todo está en orden y el subsecretario de Hacienda, Agustín Carstens, acudirá donde el Poder Legislativo lo convoque para explicar cómo se llevó a cabo todo el proceso de venta de la aseguradora que era propiedad del Estado, precisó un asesor de la dependencia.

Para concretar la operación, precisó, faltan algunas autorizaciones como la de la Comisión de Inversión Extranjera, y dio a entender que el proceso es irreversible. No habrá marcha atrás porque esa operación está incluida en los ingresos no recurrentes para completar las entradas del gobierno federal para este año. Lo contrario hubiese provocado un nuevo recorte al gasto público, recalcó. Se calcula que a fin de mes quedará cerrado todo y se hará el pago en pesos por un total de 9 mil 200 millones de pesos.

Indicó que los informes de Tillinghast-Towers Perrin y Milliman USA no corresponden a la realidad; están fuera de contexto y no pudieron servir de base para la venta de la empresa porque no tomaron en cuenta el pago de impuestos, que no se mantendrá el contrato de seguros para los trabajadores del gobierno sino hasta el último día de 2004, y tampoco se contabilizó el retiro que por 3 mil 104 millones de pesos hizo el gobierno federal el año pasado.

En todo caso, concluyó, las autoridades hacendarias están preparadas para responder a los requerimientos de la Auditoría Superior de la Federación. Se dejará todo en claro para que los legisladores que cuestionan la operación queden satisfechos y se deje a salvo la personalidad de quienes participaron en la operación que fue revisada por la Secretaría de la Contraloría de la Federación y por Transparencia Mexicana, organización no gubernamental.