Dedican en promedio 11 minutos a la lectura:
estudio
Los ingleses sí compran libros, pero no los
leen
Las bibliotecas tienden a convertirse en ghettos
de pobres; las novelas son consideradas artículos de lujo
CAHAL MILMO THE INDEPENDENT
Las librerías venden más de 3 mil millones
de dólares anuales, los publicistas ofrecen regularmente avances
de nuevos libros, y escritores como Salman Rushdie y J.K. Rowling son considerados
no tanto autores sino superestrellas.
El
negocio de la ficción nunca ha sido tan grande -las ventas crecen
4 por ciento al año-, y una suposición obvia es que ese boom
es reflejo de que los habitantes de Gran Bretaña pasan más
y más tiempo con la nariz metida en un best-seller.
No es así. Distraídos por la televisión,
la Internet, los periódicos y las revistas, los británicos
sólo gastan 11 minutos al día en un libro de ficción,
menos de lo que pasan cocinando su cena en el horno de microondas.
Hay que agregar que 40 por ciento de la población
nunca lee un libro y que una familia prefiere tener dos automóviles
a dos novelas, por lo que la salud literaria de Gran Bretaña parece
no ser tan buena.
Un estudio sobre los hábitos de lectura en 400
adultos reveló que aquellos más cerca de los bites
de las computadoras no están dispuestos a invertir largos periodos
para leer una novela.
Por el contrario, los lectores ocupan 22 minutos al día
leyendo una revista o un periódico, es decir, el doble del tiempo
que pasarían con las últimas novelas de Martin Amis, A. S.
Bayatt, Danielle Steel o Irvine Welsh.
También dedican siete minutos al día navegando
en la world wide web y ocho minutos leyendo un libro de no ficción
o uno de referencia. Incluso así, el gran total de 48 minutos al
día que el británico típico ocupa en la lectura es
mucho menos de las 3 horas y media que él o ella pasará frente
a la televisión, o las tres que escuchará la radio.
La lectura, polvo de aquellos oros
De acuerdo con los expertos, el estudio de los hábitos
de lectura de 200 parejas demuestra que la novela está siendo relegada
por los cambios en el estilo de vida.
La doctora Jenny Hartley, principal conferenciante de
literatura inglesa de la Universidad de Roehampton, analizó los
resultados del estudio, y sentenció: ''Los días de una familia
reunida por la tarde para leer se han ido.
"Las personas tienen menos tiempo y más cosas qué
hacer. Si usted anda de arriba para abajo, estará más dispuesto
a tomar un periódico por unos minutos o a sumergirse en una deslumbrante
revista. Si está viendo televisión, verá un programa
que dura al menos 30 minutos. El tiempo que resta para una novela está,
al parecer, haciéndose mínimo".
El estudio reveló que las novelas son consideradas
"artículo de lujo", de acuerdo con la doctora Hartley. Casi 20 por
ciento de las personas sólo leen una novela cuando están
en vacaciones, mientras que sólo 4 por ciento lee un libro mientras
se dirige a la oficina.
Ante el boom en la venta de libros ?que se ha incrementado
25 por ciento desde 1990?, resulta paradójico que los británicos
dediquen sólo seis horas a la semana a la lectura, juntando todos
los tipos, ya sea por información o placer. Una explicación,
de acuerdo con el estudio, realizado por la compañía London
Marketing, es que aunque las personas compran más libros están
fallando a la hora de leerlos.
Casi 70 por ciento de los consultados dijeron que abandonaron
un libro y no leen al menos uno de cada diez libros no lee. Una evidencia
del curso negativo en la lectura fue proporcionada por un reporte sobre
bibliotecas públicas hace unos días, sugiriendo que el préstamo
de libros ha caído un cuarto en la década pasada, mientras
el gasto en nuevos libros cayó un tercio.
Eso es una advertencia de que las bibliotecas podrían
convertirse en ghettos para los pobres, mientras que la saludable
clase media busca su material de lectura en la nueva generación
de las supertiendas de libros.
En un intento por revertir la caída del interés
en la literatura, el gobierno del primer ministro Tony Blair promueve una
hora de lectura diaria para las escuelas primarias y los dos primeros años
de secundaria, con el fin de aumentar el número de aquellos que
leen por gusto, ya que el porcentaje más alto de estos últimos
se encuentra entre los mayores de 55 años, quienes dedican 58 minutos
diarios a la lectura, seis veces el promedio nacional.
Kate Mosse, fundadora del Premio Orange para mujeres autoras
y su directora honoraria, advirtió sobre los peligros de creer que
los británicos tienen poco tiempo para la literatura: "Por supuesto
mucha gente encuentra que tiene menos tiempo para leer, pero eso no dice
nada del placer que encuentran fuera de la literatura. No creo que encuentren
nada más satisfactorio que un buen libro".
Eso vale para las mujeres, porque los hombres no han encontrado
el placer de leer un buen libro. De acuerdo con el estudio, casi 70 por
ciento de los libros son abiertos por las mujeres.
La vida en pareja parece ser otro factor contra la lectura:
sólo 23 por ciento de las parejas consultadas lee ficción,
lo que se acerca un poco al 26 por ciento de familias que tienen dos automóviles.
También hay cifras regionales. Mientras que en
el sur de Gran Bretaña se lee el mayor número de libros,
35 al año, en el centro sólo se leen 22.
Traducción: Ericka Montaño