COREA JAPON 2002
Fabrican miles de antenas caseras; se disparan ventas de televisores
La fiebre del Mundial alcanza a Afganistán
Kabul, 1Ɔ de junio. La fiebre del Mundial llegó a la castigada Kabul; miles de antenas caseras hechas incluso con viejas latas proliferaron en los techos semidestruidos de la ciudad para seguir las transmisiones a través de la señal de la televisión paquistaní.
El depuesto régimen talibán prohibió la televisión, con lo cual los afganos estuvieron privados de los partidos del Mundial de Francia 1998, pero ahora los sobrevivientes de guerras civiles, invasiones extranjeras, regímenes fundamentalistas y otros avatares se afanan, empobrecidos como están, en tratar de seguir la justa.
Sabedores de que la televisión afgana no difundiría los encuentros, los más avezados fabricaron antenas parabólicas caseras, incluso con latas, y los más afortunados arrasaron con los televisores en los comercios de aparatos eléctricos.
"Hay gran interés en la Copa. Estoy seguro de que 80 por ciento de la población querría verla, pero los afortunados no deben llegar a 20 por ciento, por falta de televisores, antenas, o simplemente por carecer de electricidad", expresó Shah Mahmud, entrenador de un equipo juvenil.