El presidente senegalés declaró
día de fiesta nacional
De nada vale ganar al campeón si después
no jugamos bien, expresó Bruno Metsu
DPA Y REUTERS
Seul,
1º de junio. Mientras el mundo se rinde a los pies de Senegal,
alabando el juego del equipo que protagonizó una de las mayores
sorpresas de la historia de los mundiales, Francia se enfrenta al fantasma
de un anticipado regreso a casa.
"De nada nos habrá valido vencer al campeón
Francia si después no jugamos bien'', consideró el técnico
galo Bruno Metsu, quien, pese al histórico triunfo de 1-0, cauteloso,
expuso: "uno necesita suerte, pero las cosas pueden repercutir en uno por
este partido. Hoy no soy mejor entrenador que antes, pero se necesita tener
fe''.
Senegal, ex colonia francesa, que antes del inicio del
torneo tenía 300-1 en las apuestas, sabe que un triunfo en su próximo
encuentro del 6 de junio frente a Dinamarca prácticamente lo clasificaría
a la segunda ronda, un resultado que pocos habrían pronosticado
antes del debut del viernes, cuando humilló al monarca.
Toda una larga noche de celebración vivieron los
senegaleses después de la sensacional victoria. "Histórico'',
proclamó el periódico Quotidien Le Soleil en su edición
de hoy, un día que el presidente Abdoulaye Wade declaró de
fiesta nacional para celebrar el gol de Pape Bouba Diop, uno de los 21
jugadores de la selección que militan en equipos franceses.
"Después de esta victoria, los Leones pueden volver
a casa. Pero quiero que se queden y defiendan los colores de Africa'',
agregó el presidente de esa nación sobre sus compatriotas,
que todavía tienen ante sí dos encuentros por el grupo A
de la primera fase mundialista frente a Dinamarca y Uruguay.
Nada pudo ser mejor para una Copa del Mundo demasiado
fría en sus días previos que el triunfo de los africanos,
generando una oleada de simpatía en otros equipos. "Con esta victoria
la gente de todo el planeta sabe dónde está Senegal y conoce
el estilo de juego del futbol senegalés'', dijo el delantero Khalilou
Fadiga.