viernes 31 de mayo de
2002 |
Editorial Violación a las normas que protegen el centro histórico |
Parece que al
ayuntamiento de la ciudad de Puebla le gusta estar todos
los días en el foco crítico de la ciudadanía. Una
muestra de ello es lo que ocurrió ayer: sin solicitar
los permisos que se requiere, la administración del
alcalde Luis Paredes Moctezuma ordenó que trabajadores
de una empresa privada excavara en el zócalo de la
capital en una parte en la que hay vestigios históricos. Esto que ocurrió en la principal plaza de la ciudad viola la legalidad que protege los monumentos históricos, ya que se descubrió un basamento del siglo XVIII y un conjunto de osamentas que fueron tratadas sin la normatividad y los procedimientos que existen para ello. Además, nunca se pidió permiso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para hacer dicha excavación, pese a que existe una serie de ordenamientos que obligan a los tres niveles de gobierno a notificar y pedir permiso al INAH de cualquier modificación a vestigios históricos. Lo acontecido demuestra el desprecio que hay en el ayuntamiento hacia el patrimonio de la Angelópolis, al preferir afectar la parte más significativa de la ciudad en lugar de aplazar su proyecto de construir un estacionamiento subterráneo. Este jueves, en las páginas de La Jornada de Oriente se informó de la oposición del INAH al planteamiento que el ayuntamiento ha hecho del estacionamiento subterráneo. El alcalde minimizó y desatendió las observaciones hechas por este organismo, lo cual pone en evidencia el poco respeto que el edil tiene a la legalidad e institucionalidad. |