martes 28 de mayo de
2002 |
n Fracasa el Ejército en el acto de decomisar armas a los paristas de la empresa |
Saldo de un muerto durante un intento de agresión contra trabajadores de Tameme |
q Hay confusión sobre cómo ocurrieron los hechos q El fallecido inició el tiroteo q "Lamentablemente, no puede hablar el occiso": Héctor Maldonado q El difunto tenía dos impactos de bala en la cabeza |
Claudia Lemuz n |
Este lunes al
mediodía, en las puertas de la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje (JLCA), se generó un tiroteo,
cuyo saldo fue la muerte de una persona que, según
fuentes extraoficiales, se llamaba Jorge Torres Pérez;
un policía judicial infartado que se encuentra estable
de salud; 13 detenidos y tres vehículos decomisados.
Estos hechos ocurrieron en medio de una manifestación
que realizaban trabajadores de la empresa transportadora
de valores Tameme. Las causas que originaron el
enfrentamiento en el que participaron 25 elementos de la
Policía Judicial del estado (PJE) se desconocen, debido
a que no existe una versión oficial de los hechos y
privó la confusión durante lo sucesos ocurridos. Lo único que se sabe, es que los 25 agentes de la PJE llegaron a la JLCA para intentar ejecutar seis órdenes de aprehensión contra empleados de Tameme, quienes están acusados de robo, privación ilegal de la libertad y secuestro de arma. Estos trabajadores desde la semana pasada participan en un movimiento de inconformidad laboral en contra de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). El conflicto laboral de Tameme -empresa que se dedicaba a cuidar los valores de 70 sucursales de Bital y de otras 45 empresas privadas- inició el martes 21 de mayo del año en curso, cuando 300 trabajadores comenzaron un paro indefinido de labores y exigieron que les reconocieran su derecho a integrar un sindicato para deslindarse de la CTM. Desde esa fecha, los inconformes tomaron las instalaciones de la empresa, en la que hay un arsenal considerable. Sin embargo, el procurador del estado, Héctor Maldonado Villagomes rechazó en conferencia de prensa que en el tiroteo estén involucrados empleados de Tameme, al afirmar que Jorge Torres, agente del Distrito Federal, quien tenía en su poder un oficio de colaboración, fue el que abrió fuego contra los agentes de la PJE. Las causas del enfrentamiento entre Torres Pérez y los elementos de la Judicial aún las ignora. "No sé, lamentablemente no puede hablar el occiso", fue la respuesta del procurador ante las múltiples preguntas de la prensa. Asimismo, negó que la PJE haya cometido un error al intentar ejecutar las órdenes de aprehensión, y descartó que en el enfrentamiento estén involucrados narcotraficantes de droga o armas. Sin embargo, luego de la balacera de este lunes, alrededor de las 18 horas, 80 elementos del Ejército mexicano llegaron a las instalaciones de la transportadora de valores para intentar recuperar las armas, pero se retiraron del lugar media hora más tarde sin haber cumplido la misión debido a que éstas se encontraban encerradas en una bóveda. Este día, una comisión de trabajadores de Tameme acudió a una audiencia de la JLCA. Poco después de que ingresó al edificio del tribunal laboral, alrededor de las 9 de la mañana, llegó un grupo de unas 40 personas que cerró las calles, gritaba consignas contra los representantes del movimiento laboral; algunos de ellos, según testigos, portaban armas de fuego. Según un trabajador de Tameme, Juan Martín Silverio, esas personas, que estaban afuera de JLCA, eran "esquiroles" que fueron llevados por la empresa para romper con el movimiento laboral, y ellos empezaron con "un alboroto", pero dijo desconocer quién inició los disparos. El origen del enfrentamiento se desconoce; sin embargo, versiones extraoficiales dadas por testigos presenciales indican que quien habría iniciado el tiroteo fue Jorge Torres Pérez, quien al parecer fue ejecutado, ya que murió de dos disparos en la cabeza tras ser perseguido por la calle 7 Norte por presuntos agentes de la PJE. El sujeto que murió, se sospecha, era un integrante del grupo de "esquiroles", debido a que ni la Policía Judicial del Estado ni los trabajadores de la empresa de valores lo reconocen han reconocido. Era un hombre alto, moreno, de cabello chino, que vestía una camisa amarilla de cuadros, un pantalón azul y zapatos negros. Cayó muerto adentro de una tienda de discos de música, luego de haber librado varios puestos de fruta que hay en esa parte de la vía pública. Los vendedores ambulantes que estaban frente al local donde ocurrió el deceso se quejaron que la PJE detuvo al dueño de la discoteca por ser presunto sospechoso. Por eso nadie podía describir exactamente qué ocurrió, todos comentaban que corrieron a esconderse al escucharse varias detonaciones de arma de fuego. Los comerciantes establecidos optaron por bajar sus cortinas y no enterarse de lo que sucedía en la calle. Minutos después de que concluyó el tiroteo, llegaron al lugar docenas de policías de diferentes corporaciones y un helicóptero. Sin embargo, las versiones son confusas, porque la Procuraduría de Justicia del estado no ha detectado la relación entre la manifestación de los trabajadores de Tameme y la ejecución de Jorge Torres. Pese a que el subsecretario de Gobernación, Rómulo Arredondo Contreras, y el director de la PJE, Manuel Méndez Marín, aceptaron en sus primeras declaraciones posteriores a los hechos que 25 efectivos se disponían a cumplir seis órdenes de aprehensión contra trabajadores de la empresa ya citada, quienes estaban acusados por los representantes legales de privación ilegal de la libertad, robo y secuestro de armas y valores. El agente del Ministerio Público Especializado en Homicidios que conoció de la ejecución de Jorge Torres, Luis Molina, informó en entrevista que tres armas fueron las involucradas, y al parecer, por las narraciones de testigos presenciales, el primero en disparar fue el sujeto que falleció, quien se presume es "del servicio privado de seguridad", y reconoció que estaba armado con una pistola, sin dar más detalles. Los tres vehículos asegurados tienen placas del Distrito Federal. Dos autos modelo Stratus y un Volkswagen Sedan fueron revisados en el lugar de los hechos, por lo que agentes de vialidad indicaron de manera extraoficial que el primero era propiedad del sujeto que murió, quien guardaba armas en la cajuela, lo cual fue rechazado por el MP. El procurador del estado manifestó que la dependencia iniciará una revisión para detectar si ésta y otras empresas de manejo de valores están en una situación irregular con la finalidad de sancionar a las que estén fuera del marco legal. |