COSAS DE FUTBOL

Josetxo Zaldúa

Deslumbró Camerún en su compartido ensayo con Inglaterra. Esos jugadores enloquecen a cualquiera. A su conocida condición física se les une ya una técnica nada despreciable. Con un Zidane en su oncena Camerún aspiraría a la gloria futbolera.

Los ingleses se vieron desbordados, sin capacidad para proponer su juego. No podían imponer el físico, tampoco la técnica. Da la impresión de que no están para grandes empresas.

Poco destacable en el vigente campeón mundial, Francia. Tal vez los jugadores guardaron los muebles, tal vez decidieron que mejor los coreanos hicieran el esfuerzo. Pero no enseñaron lo que tienen y pese a ello son, en rigor, los grandes favoritos.

Falta comprobar si a los galos no les pesa factura haber sido el mejor equipo del mundo desde el pasado campeonato mundial.

Mal los mexicanos. Sin rumbo porque carecen de un líder en la media cancha, lugar natural para ejercer el mando de un equipo. Penoso ver a Villa y a Torrado juntos, destructores por naturaleza.

Con uno basta. No hay quien enlace con buen sentido a la defensa con la delantera. Es un equipo deshilachado, con cierto orden pero sin director de orquesta.

Palencia es un lujo porque tiene potencia y juego, pero Blanco y Hernández están lejos de su mejor forma. Si ese tridente estuviera sincronizado haría estragos en cualquier defensa.

Italia y Croacia serán cualquier cosa menos peritas en dulce. Son equipos muy hechos, sobre todo el italiano, y la oncena nacional se verá en dificultades para vencerlos.

Además, Ecuador no será el equipo fácil que muchos presuponen; maneja muy bien la pelota y su condición física no va a la zaga de la que muestra México. No pinta bien el futuro asiático de los verdes.

Nada destacable en los españoles. Como que se creen más de lo que son. Valerón es un jugadorazo, igual que Raúl y Tristán, pero no hay liderazgo en el equipo, tal como sucede con México.

Hierro es un mariscal, pero está lejos de lo que fue. Su lugar en el centro de la defensa le resta presencia en el manejo de la pelota. Los españoles no llegarán lejos.

Brasil es la historia del futbol. Es la magia, es el arte, es el refugio para lo no escrito. Brasil es decir futbol. Si Rivaldo y Ronaldo alcanzan una forma decente, no la mejor, la oncena verdeamarilla tocará el cielo.

No hay como defender a un equipo que no sabe defenderse, a un equipo que sólo entiende de alegrías, de atacar, de jugar bonito. Brasil es futbol.

Llega un Mundial en un continente enorme en todos los sentidos. Asia es un mundo hecho a sí mismo. Japón y Corea son sinónimos de historia, de tenacidad, de una filosofía que sobrepasa al Occidente. Son buenos en casi todo, menos en futbol.

La apuesta de la FIFA es clara; si este Mundial asiático pega en ese territorio, las ganancias serán fuera de serie a mediano y largo plazos.

La jugada de organismo rector del balompié internacional es clara; masificar el futbol hasta el paroxismo con la ayuda de las grandes trasnacionales del deporte.