Escuela Panamericana

Sufren estudiantes represalias por denunciar maltratos

PATRICIA MUÑOZ RIOS

Padres de familia que denunciaron ante la Secretaría de Educación Pública malos tratos y agresiones de algunos profesores de la escuela primaria Panamericana fueron víctimas de vituperios y amenazas incluso de muerte; además, la mesa directiva del plantel suspendió por tres días las actividades en el colegio para lograr que los hijos de los denunciantes sean expulsados.

Ante ello, los padres de familia anunciaron ayer "bajo protesta" que no expondrán a los menores ni los mandarán a la escuela hasta que la SEP resuelva el conflicto que amenaza con llegar a agresión física.

Ayer lunes, por tercera ocasión, la mesa directiva de la escuela determinó sin ninguna autorización gubernamental prohibir el acceso de alumnos y maestros a esta institución, con la anuencia de la dirección de este plantel a cargo de Alicia Osnaya, quien sostuvo que ella es responsable "de lo que suceda dentro del plantel, no fuera", por lo que no hizo nada para impedir que se llevara a cabo esta ilegal acción.

El objetivo de estos "cierres" es presionar para que sean expulsados los niños de padres que denunciaron malos tratos y agresiones físicas de los mentores en contra de los estudiantes. Dichas agresiones fueron comprobados legalmente en el caso del profesor de quinto año, Fernando Viveros, quien según un fallo de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal fue encontrado culpable de maltrato a los estudiantes y fue cesado por la propia SEP el pasado viernes 24 de mayo.

Esta determinación, lejos de resolver el conflicto, lo agudizó, porque la mesa directiva -presidida por Guillermina Hueso y el vicepresidente Zenaido Fabián- habría informado a los padres de familia que la intención de la denuncia era correr a entre 15 y 12 maestros, lo cual fue negado por los estudiantes y sus familias.

Quienes defendieron al profesor, molestos, agredieron verbalmente y amenazaron a quienes acusaron al maestro.

También pidieron que sus hijos sean expulsados del colegio y por su cuenta cerraron el plantel los días 16, 20 y 27 de mayo. En las dos primeras ocasiones los estudiantes que se atrevieron a denunciar los hechos, tuvieron que ingresar a la fuerza al colegio, soportando amenazas verbales y empujones de algunos mentores.

Este lunes las represalias tomaron un tinte más serio, por ello, los padres de familia entregaron un escrito a la Secretaría de Educación Pública, en particular a la oficina de la subsecretaria Sylvia Ortega.

En el documento exponen que ante el clima de violencia, agresión y hostigamiento en el colegio, así como situaciones de nepotismo, corrupción y maltrato dentro del plantel, han decidido, "bajo protesta", no enviar a la escuela a los hijos de los denunciantes en tanto la SEP no resuelva el caso.

Sobre el conflicto, la subsecretaria de Servicios Educativos para el Distrito Federal, Sylvia Ortega, declaró ayer que la comunidad de la escuela Panamericana "necesita un proceso de conciliación y los padres de familia requieren, junto con nosotros, las autoridades, entender que ahora la prioridad es que los estudiantes terminen el ciclo escolar y enseguida tener un acuerdo de cómo se trabajará el siguiente ciclo, sin exclusión de personas".