Informa Ebrard de la captura de seis integrantes de dos bandas de plagiarios
El GDF afirma que ha logrado reducir la cifra de delitos vinculados al crimen organizado
El promedio de autos robados diariamente "nunca había estado tan bajo desde 1994": Bátiz
SUSANA GONZALEZ G.
Las autoridades capitalinas han logrado reducir en los últimos meses el número de delitos vinculados a la delincuencia organizada, como el robo de automóviles, los secuestros y el tráfico de drogas, aseguró Marcelo Ebrard, secretario de Seguridad Pública, quien en conferencia de prensa conjunta con el procurador capitalino, Bernardo Bátiz, informó de la captura de seis integrantes de dos bandas de plagiarios, entre ellos dos menores de edad.
Según Bátiz, el promedio de automóviles robados diariamente en la capital "nunca había estado tan bajo desde 1994", mientras que 95 por ciento de los secuestros denunciados ante la PGJDF han concluido con la liberación de las víctimas. No obstante, Jesús Jiménez Granados, titular de la Fiscalía para la Seguridad de las Personas, precisó que en lo que va del año se han registrado 66 plagios -tres de ellos autosecuestros-, pero que la cifra proporcionada sobre la liberación de las víctimas se refiere lo mismo a los casos en que ha intervenido la Policía Judicial como a aquellos en que los familiares pagaron el rescate o dejaron en libertad "espontáneamente" a los plagiados al notar la intervención de las autoridades.
El procurador ponderó que "la gran mayoría de los delitos que han atraído la atención pública han quedado resueltos", como los asesinatos de dos estudiantes en Ciudad Universitaria, del periodista Severo Mirón, de la enfermera del Hospital La Raza y del adolescente de la escuela Rosedal, así como el secuestro de una recién nacida del Hospital de La Villa.
No obstante, el funcionario admitió que otros crímenes, como la ejecución de Jesús Carrola y sus dos hermanos, hace casi un año en Tacubaya, no ha sido solucionado. Dicho crimen, indicó, ha sido un asunto sumamente difícil por estar vinculado con mafias y grupos de delincuencia organizada, pero aseguró que no ha sido cerrado y "es posible que, así lo quisiéramos nosotros y la sociedad, pudiera ser resuelto".
En relación con las tareas de inteligencia e investigación que ha desarrollado la SSP, tanto Bátiz como Ebrard negaron que implique que la policía preventiva invada atribuciones del Ministerio Público en la persecución del delito.
El secretario anunció que en la SSP se sistematizan tanto los datos sobre las personas que son detenidas por la policía preventiva como la información que se recibe por el teléfono de emergencia 060, en torno a los lugares y horas en que se reportan crímenes.
"Tenemos que compartir información. No se puede tener una policía preventiva sin información sistematizada y que no sea capaz de prever; de ahí viene el nombre. Si no tiene labores de inteligencia entonces no se puede prever nada", puntualizó.
Negó que la policía preventiva use el equipo especial (interceptores telefónicos), adquirido desde la gestión de Alejandro Gertz Manero en la SSP y utilizado por el llamado Grupo Alamo.
Por su parte, Bátiz aseguró que "la SSP colabora, de acuerdo con lo que establece la Constitución, con el Ministerio Público. No hace directamente labores de investigación de delitos pero sí necesita labores de inteligencia a partir de la información que obtienen sus elementos y del trabajo directo en las calles".
En torno a los secuestros frustrados -motivo por el cual se convocó de manera inusual a conferencia de prensa y en la que estuvieron presentes también el subprocurador Renato Sales Heredia y el subsecretario Raymundo Collins-, Bátiz informó que se rescató a un ama de casa de 21 años y su sobrino de cuatro años, al tiempo que se recuperó y se capturaron a tres personas: Moisés Luria, jefe de la banda; Marco Antonio Rocha Gutiérrez y un menor de edad apodado El Pinqui.
El segundo caso resuelto fue el de una mujer de 24 años retenida después de dejar a sus hermanos en la escuela, por la que fueron otras tres personas -Jonathan Escandón Ortiz, Beatriz Adriana Cano Lemus y un menor apodado El Guayabas- pero otros dos delincuentes están prófugos, entre ellos el cabecilla de la banda Javier García Pineda y su hermano Sergio. Las víctimas fueron plagiadas en la capital, pero sus captores las mantuvieron detenidas en casas de seguridad del estado de México.