Reitera su convocatoria a la oposición
a alcanzar acuerdos para una transición pactada
El precio de la gobernabilidad no puede ser impunidad
y corrupción, dice Fox
El Presidente de la República apela a la madurez
y a la congruencia permanente de todas las fuerzas Las diferencias políticas
no me asustan, debemos trabajar en unidad, expresa
JUAN MANUEL VENEGAS
A dos días de que el Consejo Político Nacional
del Partido Revolucionario Institucional (CPN del PRI) manifestara su rechazo
a las reformas energética y laboral en los términos planteados
desde Los Pinos, el presidente Vicente Fox Quesada reiteró su convocatoria
a alcanzar los acuerdos para una transición pactada, apelando ahora
''a la madurez y a la congruencia permanente de todas las fuerzas políticas''
del país. No obstante, el titular del Ejecutivo federal acotó
que esa gobernabilidad que está reclamando no puede tener como precio
la impunidad ni la corrupción.
Durante
la inauguración del noveno Congreso Mundial de Recursos Humanos,
realizado en esta ciudad, el mandatario subrayó, en tal sentido,
que las diferencias políticas "no me asustan", pero insistió
en que los partidos tienen su propia responsabilidad, pues "nuestra transición
democrática sólo será posible con una unidad que respete
la diversidad y que, al mismo tiempo, nos permita agregar voluntades por
encima de las diferencias y trabajar en equipo".
La administración pública no es botín
político
Fox Quesada emitió ayer un mensaje claramente dirigido
a los partidos de oposición, concretamente al Revolucionario Institucional,
pero a la vez no dejó de reiterar que su gobierno es transparente
y ajeno a la visión de la administración pública federal
como "un botín político", ahora que sus gastos de campaña
son investigados por las autoridades electorales.
Y aprovechó el foro que se le abrió en el
Centro de Exposiciones y Convenciones Las Américas -donde se celebró
el congreso sobre cómo potenciar los recursos humanos a nivel empresarial
y gubernamental- para advertir que desde su campaña ofreció
"instituciones públicas realmente capaces de transformar las ofertas
políticas en acciones a favor de los ciudadanos, pero que al mismo
tiempo favorezcan los acuerdos entre poderes y los órganos de gobierno,
que permitan que los cambios políticos inherentes a nuestra cada
vez mayor democracia se hagan sin trastornos y sin desechar las acciones
que beneficien a la ciudadanía".
Según dijo, mantiene su insistencia en garantizar
"un gobierno siempre honrado, transparente, ágil y efectivo, que
rinda cuentas, que esté claramente enfocado a resultados que nos
exige la ciudadanía", y su empeño en construir un gobierno
"innovador y de calidad... con servidores públicos igualmente innovadores
y eficientes''. Por ello se manifestó en favor de establecer en
el país el servicio civil de carrera, que permitirá alcanzar
varios objetivos: en primer lugar, "evitar el amiguismo, el compadrazgo
y la visión del gobierno como un botín político";
y en segundo lugar, "seleccionar a los mejores talentos a través
de concursos públicos y abiertos, en los que el mérito y
la capacidad se constituyan en los criterios de selección".
Un servicio civil moderno favorece el diálogo
Asimismo, consideró que un servicio civil moderno
"nos permitirá atraer y retener en el sector público a los
y a las mejores profesionales de México, convirtiendo al gobierno
en un verdadero factor de competitividad, favoreciendo el diálogo
constructivo entre los poderes y órdenes del Estado, facilitando
que las sucesiones gubernamentales presentes en la democracia no afecten
a la ciudadanía y se den en los mejores términos posibles".
Para el final dejó su mensaje a la oposición
y su llamado a lograr una transición pactada, "porque más
allá de las discrepancias y de la competencia política legítima,
se requiere de acuerdos básicos".
Respeto unánime a la ley, trátese de
quien se trate
Pero eso sí, les dijo, "así como ha de ser
pactada, también ha de ser una transición democrática,
ya que exige el respeto unánime a la ley, trátese del asunto
que se trate y de quien se trate... pues el precio de la gobernabilidad
no puede ser la impunidad y la corrupción... toda democracia tiene
como base ineludible el estado de derecho, la transparencia".
Comprometió una administración pública
expuesta en "una vitrina de cristal", en la que cualquier acto ilícito
pueda ser investigado y, en su caso, sancionado.