La sustancia provocó pancreatitis e infartos
pulmonares, indica el procurador
Hallan peritos abundante cocaína en la
sangre del militar fallecido en un vehículo de la SSP
Libres, los policías que lo trasladaron al MP
Serán citados otros cuatro uniformados
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Los
peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal
detectaron cocaína en cantidad abundante en la sangre del mayor
intendente del Ejército Mexicano José Gabriel Martínez
Romero, quien falleció el domingo pasado dentro de una camioneta
tipo pánel de la Secretaría de Seguridad Pública,
después de ser detenido por escandalizar en un hotel.
El titular de la dependencia, Bernardo Bátiz Vázquez,
explicó que, además, en el cuarto del hotel donde se encontraba
hospedado el militar desde la noche anterior los peritos recogieron un
pequeño recipiente, "como de Yakult", donde había residuos
del alcaloide, así como dos uniformes militares colgados en el ropero.
Ayer en la tarde, los policías Aurelio Ruiz Alemán,
Ricardo Hernández Segundo, Abel Espejel Méndez y Agustín
Jiménez Saavedra abandonaron la agencia 50 Central del Ministerio
Público al no tener responsabilidad en la muerte del militar, pues
solamente lo trasladaron al Ministerio Público Federal. Sin embargo,
éste solicitará la presentación de otros cuatro uniformados
que sí participaron en el sometimiento de Martínez Romero,
quien se encontraba alterado presuntamente por el efecto de la droga.
La misma sustancia, explicó el procurador, seguramente
provocó la pancreatitis hemorrágica y los dos infartos pulmonares,
por la adrenalina y el esfuerzo que hizo el militar al resistirse a ser
detenido por los policías preventivos. Indicó que algunos
rasguños que presenta el cuerpo son anteriores y los golpes son
producto precisamente del sometimiento de los policías para subirlo
a la patrulla, de la que fue cambiado posteriormente a una panel ante el
riesgo de que provocara destrozos, por la forma en que golpeaba en el interior
del vehículo. Sin embargo, los peritos de la procuraduría
continúan trabajando a fin de determinar si la muerte del individuo
pudo ser provocada por algún golpe.
Bátiz informó que la pareja que estaba en
la habitación a la que pretendía entrar el hoy occiso no
tiene ninguna relación con él, no lo conocen; "él
estaba ya en una situación de delirio y es importante decir que
tenía un arma". Al parecer nunca accionó la pistola, pues
en el lugar no se encontró ningún cartucho percutido ni ojiva,
y fueron negativos los resultados de la prueba de absorción atómica
para detectar residuos de pólvora en las manos del militar.
Bátiz señaló que se dispone de muestras
de sangre extraídas del cuerpo del mayor, para el caso de que la
Procuraduría de Justicia Militar o la PGR quisieran realizar por
su parte pruebas.