No se necesitan tantos artículos para vivir bien, expresa
Los diez mandamientos pueden suplir a la Carta Magna: arzobispo Medel Pérez
ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Zacatecas, Zac., 21 de mayo. Durante el primer Encuentro de Autoridades Civiles y Eclesiásticas realizado en el país, el arzobispo de Durango, José Trinidad Medel Pérez, tomó un ejemplar de la Constitución para aseverar que ''no se necesitan tantos artículos para vivir bien en la sociedad mexicana, para ello bastan los diez mandamientos de la ley de Dios''.
Al encuentro, organizado por el gobierno de Zacatecas, y que previó abordar temas relacionados con el desarrollo social del país y su problemática, acudieron además de un centenar de funcionarios locales y federales, el director de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Alvaro Castro; el obispo de Aguascalientes, Ramón Godínez Flores; el obispo auxiliar de Guadalajara, José Trinidad González Rodríguez, y el obispo de Zacatecas, Fernando Mario Chávez Ruvalcaba.
Luego de escuchar ponencias que ofrecieron funcionarios locales en materia de justicia, desarrollo social, educación y conservación del patrimonio cultural, los jerarcas de la Iglesia católica cuestionaron las ''restricciones'' hacia el clero que, a su ver, contiene el marco constitucional en materia educativa, y pidieron que éste sea modificado.
Además, los prelados se mostraron a favor del sistema de cooperativas de consumo como una ''herramienta para que la población afronte la crisis económica''; exigieron a autoridades civiles locales y federales una mayor coordinación para frenar el robo y tráfico de arte sacro, y plantearon que el brasileño Edson Arantes do Nascimento, Pelé, es un ''futbolista teólogo'', por las declaraciones que ha vertido en materia religiosa.
El obispo de Aguascalientes abordó en su intervención el tema de la educación en México, que según él ha dejado de lado la ''solidaridad como actitud que nos fortalece cuando tiene como fundamento a Dios, quien nos ha hecho solidarios, no solitarios, y por eso la educación nos debe ayudar a que cada ser humano sea sujeto de su desarrollo y no sólo destinatario de la acción de los padres y los formadores''.
Señaló que es necesario impulsar un nuevo modelo educativo en nuestro país, ''para que los niños y nuestros jóvenes vayan aprendiendo a disfrutar de los bienes en forma equitativa, no igualitaria, y en forma también de la justa remuneración del propio trabajo, que no sea medida la remuneración por el salario, sino por otros tantos bienes que son consecuencia de él''.
Godínez Flores puso un ejemplo: ''La madre de familia no recibe salario, špero cuánta satisfacción siente ella de que se le reconozca su trabajo en el hogar! Esa es la justa remuneración del trabajo, son otros satisfactores que dan más que el salario''. Criticó además a la Constitución, que en su artículo tercero ''tiene dos descripciones de la educación, una muy objetiva y otra muy condicionada, por como se vivió la situación en 1917''.
Acotó: ''En el (apartado) número dos romano (del artículo tercero) dice que el criterio que orientará esta educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios, pero es un texto que viene desde 1917, y quienes han estudiado el desarrollo de la descripción de este artículo tercero sí notarán que esas expresiones son una crítica velada a la educación religiosa en México. Y bueno, ahí se mantiene, pero la tenemos que interpretar ya con nuestros criterios de hoy y no con los de 1917''.
Por lo anterior, Godínez Flores concluyó: ''La educación no es tanto capacitar al alumno para conseguir lo necesario para vivir, como ahora ocurre; ya una famosa educadora decía que había que formar cabezas bien hechas, mejor que bien llenas; el padre, el maestro y el ministro de la Iglesia deben llevar a vivir este proceso de la educación''.
Por su parte, el gobernador Ricardo Monreal respaldó la iniciativa clerical de impulsar nuevos modelos educativos para afrontar la problemática social mexicana, y planteó que ''la educación pública y privada no pueden confrontarse, se complementan y deben ser la prioridad''.