Unicamente en la edición de mañana
lunes se incluirá el ejemplar de obsequio
Lanza La Jornada álbum de estampas coleccionables
sobre el Mundial
Contendrá información sobre los
32 equipos participantes, así como datos relevantes
En breve se lanzarán más recopilaciones
sobre política e historia, entre otros tópicos
DE LA REDACCION
Para recuperar y continuar la tradición que se
tiene desde la infancia de coleccionar álbumes de diferente índole
(como de equipos de futbol, de películas exitosas, de programas
televisivos relevantes, de comics, o de actrices y actores), la
empresa editora de este diario regalará mañana lunes 20 de
mayo un álbum coleccionable de 72 páginas sobre uno de los
dos certámenes deportivos más importantes del planeta: la
Copa del Mundo de futbol.
Se
trata de un suplemento hecho en papel bond a color en exteriores y papel
periódico en sus interiores, que contendrá información
sobre los 32 equipos, de cada uno de los cuales aparecerá una estampa,
además de una imagen del país y una foto histórica
de la selección respectiva. Luego de la estampa de la escuadra completa,
vendrán las de los 11 jugadores titulares y el entrenador, con la
ficha técnica concisa de cada uno, así como la información
complementaria del equipo. El compendio además contendrá
notas importanes sobre lo que es el Mundial, así como un calendario
completo de los juegos.
La investigación, que inició algunos meses
atrás, se realizó sobre una base informativa de la agencia
Afp, muy actualizada y que está basada en el desarrollo de textos
sobre las copas del mundo, que por cierto, han sido publicados en la sección
de Deportes de este periódico.
Como se mencionó, el álbum saldrá
sólo el día 20 insertado en las páginas de este diario,
acompañado con la primera estampa: la de la selección de
Brasil, cuyo tamaño es el de una plantilla casi como la del tabloide
del periódico. Se complementa con 15 estampas pequeñas dedicadas
a cada equipo. Es un obsequio y un servicio que La Jornada brinda
a sus lectores.
Pero esta no será la única ocasión
que se regalarán álbumes coleccionables como éste.
Así como la empresa editora está conciente de "dar voz a
los que no la tienen", también se propone restaurar esta tradición
popular, que principalmente se daba en las tienditas escolares.
Es sólo el primero de una serie posterior, ya que
también se editarán sobre temas de política y de historia,
entre muchos otros tópicos. Tendrá varias facetas sobre el
coleccionismo.
En el álbum, además, se podrá encontrar
información como la de que el primer Mundial lo organizó
Uruguay, en 1930, cuando los viajes trasatlánticos todavía
se hacían en barco. O de que Francia fue el primer equipo que ganó
un partido al golear a México 4-1. O que la primera selección
en anotar seis goles fue Argentina, que ganó a México 6-3.
O que la asistencia más baja en un cotejo de Mundial fue de 300
personas, que vieron ganar 3-1 a Rumania sobre Perú; en ese partido
también ocurrió la primera expulsión, que recayó
en el peruano Plácido Galindo. También que el primer jugador
en anotar de penal fue el mexicano Manuel Rosas y el primero en fallar
fue el argentino Fernando Paternoster.
El coleccionar ha sido parte del ser humano
A lo largo de la historia muchos personajes se dieron
a la tarea de coleccionar los objetos y momentos más variados. Por
ejemplo, el escritor Marcel Proust sobresalió como un coleccionista
de ratones para fines de tortura. Jawaharlal Nehru, discípulo de
Gandhi, padre de la independencia de la India, era un apasionado de la
crianza de animales, y entre él y su hija Indira llegaron a tener
tigres, lagartos, ardillas, perros, gatos, loros, faisanes y tortugas en
un zoológico particular.
Otros personajes se dieron a la tarea de recolectar cosas
más superfluas. Giovanni Giacomo Casanova, el playboy más
célebre de todos los tiempos, fue un coleccionista no sólo
de mujeres, sino que muchas veces se quedaba con vellos púbicos
de sus amantes.
El zar Pedro I de Rusia era un dentista aficionado, y
nadie podía escaparse de su macabras pinzas cuando daba consulta.
De esa forma, su colección de muelas y colmillos humanos llegó
a calcularse entre 300 y 400 piezas.
Carlos IV de España era un rey pusilánime
que se distraía con su colección de relojes mientras su lasciva
esposa, María Luisa, coleccionaba amantes.
Leonardo da Vinci coleccionaba cadáveres para disecarlos
y compraba avecillas en el mercado para coleccionar momentos gratos cuando
las ponía en libertad abriendo las jaulas. Edgard Allan Poe guardaba
las botellas del licor que se bebía, mientras que José Stalin
y Winston Churchill coleccionaban puros.
Quizá no es lo mismo coleccionar objetos como los
que anteriormente se mencionan, que estampas, pero de algún modo
el reunir cosas, en este caso fotos futboleras, complementa los aspectos
que motivan la definición de este verbo: cosas similares que se
aglomeran por gusto, necesidad, curiosidad o utilidad.